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Manejo participativo Establecimiento y fortalecimiento de la participación de las comunidades


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Autor y dirección

Dr Dwight Shellman

Caddo Lake Institute

PO Box 2710

Aspen, CO 81612-2710, EE.UU.

Tel: +1 970 925 2710 /Fax: +1 970 923 4245



Correo electrónico: dks@sopris.net/o ornitzb2@aol.com
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8. Guinea-Bissau

Área del estudio de caso: Río Grande de Buba

Tipo de humedal: Estuario

Interesados directos: Pescadores tradicionales, cooperativas de mujeres, organismos gubernamentales y una ONG conservacionista

Cuestiones de conservación: Sobrepesca de barracudas, deforestación de la cuenca de captación
Río Grande de Buba, situado en la costa sudoccidental de Guinea Bissau, es un estuario salobre de elevado rendimiento ictiológico, una alta densidad de mamíferos marinos y terrestres y una gran diversidad de especies de aves (por lo menos 270). El 65% de los 1,1 millones de habitantes de Guinea Bissau residen en las costas y dependen de la base de recursos naturales. Desde principios del decenio de 1990 la UICN ha venido facilitando la concertación de acuerdos de colaboración en el manejo entre las aldeas locales y los organismos gubernamentales con vistas al uso sostenible de los productivos recursos ictiológicos costeros.
La densidad demográfica de la región es baja, pues cuenta con sólo 45.000 habitantes, pero circunstancias históricas y la falta de desarrollo se han traducido en un deterioro continuo del medio ambiente. Durante la guerra de independencia (1962 a 1974), las potencias coloniales destruyeron los impresionantes diques construidos por las poblaciones locales durante siglos para el cultivo de arroz de regadío. Conforme el agua de mar invadía sus tierras, el grupo étnico local (los beafada) se vieron forzados a talar partes del bosque para el cultivo de arroz de secano en pequeñas parcelas, práctica que continúa hasta el día de hoy. Además, la búsqueda de las frondosas más rentables por empresas comerciales se traduce en alguna deforestación.
Los métodos de pesca tradicionales para consumo local predominaron en la región hasta el decenio de 1980, cuando empezaron a llegar pescadores extranjeros del Senegal bien organizados y equipados con mejor tecnología, gracias a lo cual empezaron sin tardanza a sobreexplotar los peces de mayor valor comercial, que empezaron a transportar en recipientes refrigerados a su país de origen sin contacto alguno con la economía local. Otros grupos vinieron del sur (Guinea Conakry y Sierra Leona), siendo mejor recibidos debido a sus creencias animistas y empezaron a asentarse a lo largo de la costa. Estos grupos se dedican sobre todo a ahumar pescado para exportarlo al Sahel. Esta práctica también tiene repercusiones adversas en los bosques del área.
A principios del decenio de 1990 la UICN estableció un proyecto basado en el uso sostenible de los recursos ictiológicos y el manejo participativo de la pesca artesanal. En años anteriores se habían ejecutado varios proyectos relacionados con la pesca artesanal, pero en general no concitaron el apoyo local pues beneficiaban en forma desproporcionada a los pescadores extranjeros. Para evitar esto, la oficina de la UICN identificó a dos lugareños con gran capacidad directiva que aspiraban a romper con el carácter no participativo de las actividades realizadas hasta entonces. Por ser lugareños, fueron capaces de trabajar muy eficazmente como facilitadores entre la población beafada.
Tras un año de negociaciones se organizaron siete grupos de pescadores, pero los facilitadores estimaron que era demasiado pronto para suministrar apoyo financiero. Si bien el problema del crédito era difícil de resolver, los facilitadores acabaron decidiendo dejar que el sistema se organizara exclusivamente sobre la base de las estructuras tradicionales. Esto suponía algún riesgo, pero demostró ser más sostenible que el suministro continuo de fondos administrados por el propio proyecto. Felizmente, dadas las tradiciones culturales de la zona, la gente respeta sus deudas y sus responsabilidades mutuas.
Tras cuatro años de funcionamiento unos 100 pescadores recibieron préstamos de 200 dólares EE.UU. por término medio, que debían reembolsar en un porcentaje que oscilaba entre el 90% y el 100% dependiendo de la comunidad. El dinero se guardó en un cofre con cuatro candados cuyas llaves se entregaron a sendos integrantes de la comunidad. El dinero procedente del cofre se reembolsaba en reuniones mensuales en las que los prestatarios saldaban sus deudas en presencia de otros miembros de la comunidad. Cuando un pescador era incapaz de hacerlo, debía justificar el hecho ante la comunidad.
Simultáneamente con la puesta en marcha del sistema crediticio, una institución nacional inició una investigación para determinar el nivel aceptable de explotación de los recursos pesqueros. Los investigadores trabajaron con los aldeanos para familiarizarse con las prácticas locales y desarrollar una serie de prácticas pesqueras sostenibles. En 1993 el proyecto reunió a los representantes de los distintos grupos de pescadores en un comité de coordinación, quienes se fijaron el objetivo de pescar de forma razonable, respetando el recurso.
En 1994 quedó en evidencia que la barracuda estaba siendo sobreexplotada. Por ser una de las principales áreas de reproducción de estos peces, se fijó el objetivo de poner límites en Río Grande de Buba al número de barcas y al empleo de redes de malla tupida durante la estación lluviosa, cuando la reproducción alcanza su cima. Se pidió a los grupos de pescadores locales que informaran a todos los pescadores del área, incluidos los barcos extranjeros, acerca de las normas en vigor. Por otra parte, éstos denuncian ante las autoridades a quienes infringen las normas. Este sistema funciona razonablemente bien y compensa la falta de recursos del gobierno para patrullar el área.
El proyecto desarrolló otras actividades, incluida la comercialización de pescado a través de cooperativas de mujeres. Conforme la participación de estas cooperativas en los mercados locales y regionales aumentó, solicitaron y recibieron servicios básicos de educación de adultos para aprender a escribir y adquirir conocimientos elementales de aritmética. Además, el proyecto ayudó a crear un mercado local en la capital de la provincia, Buba, que empezó con una periodicidad quincenal y se convirtió rápidamente en un mercado diario al que acude gente de todas las aldeas de la zona.
Con total independencia del proyecto los grupos de pescadores locales se comunicaron con el Organismo Nacional de Pesca para informarle de que deseaban comprar redes nuevas. El director vaciló, pero pidió a los pescadores que fueran a Bissau a tratar el asunto. Los grupos de pescadores consiguieron comprar las redes pagando la mitad por adelantado y el resto en un tiempo récord.
Por último, a finales de 1996, una coincidencia benefició enormemente a la economía local. Había escasez de bacalao salado, importado tradicionalmente de Portugal para Navidad, debido a la disminución de las capturas en el Atlántico norte. Da la casualidad de que la barracuda salada y desecada tiene un sabor parecido y la cooperativa de mujeres vendió este pescado en Bissau, lo que le reportó pingües beneficios (100 dólares EE.UU. por mujer).
Este proceso de desarrollo local autodirigido, con asistencia de la UICN y modestas intervenciones del gobierno, ha dado varios resultados importantes: las poblaciones de barracudas se ha estabilizado y por lo visto están aumentando, en tanto que la captura total de barracudas, que antes beneficiaba sobre todo a los pescadores extranjeros, ha disminuido y beneficia en mayor proporción a las comunidades locales. Se observa asimismo un aumento excepcional de las solicitudes de capacitación y apoyo de aldeanos, que es resultado de un eficaz esfuerzo de desarrollo impulsado por las aldeas.
Antes de los conflictos en que el país se sumió en 1998, existían más de 30 grupos diferentes organizados en torno a distintas actividades económicas que representaban a 425 mujeres y 125 hombres. Dado que los hombres son los más renuentes a los cambios locales, será preciso realizar esfuerzos para involucrarles en mayor grado. Existe el riesgo de que pescadores pobres de otras áreas sigan acudiendo a Buba – atraídos por sus recursos pesqueros relativamente bien conservados – para instalarse. Por esta razón será preciso hacer esfuerzos para poner a punto un enfoque más integrado y regional de manejo de la pesca.
Autor y dirección

Philippe Tous

Residence Parc des Arceaux A8

206 rue Fabri de Peiresc

34080 Montpellier, Francia

Tel/Fax : +33 467 41 09 88



Correo electrónico: ph.tous@wanadoo.fr
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9. India
Área del estudio de caso: Parque Nacional de Keoladeo, Bharatpur, Rajastán

Tipo de humedal: Marismas

Interesados directos: Pastores, operadores turísticos, Departamento de Parques Nacionales, turistas extranjeros y una ONG conservacionista

Cuestiones de conservación: Diferencias en torno a los usos del humedal y reparto equitativo de los beneficios de la conservación
El Parque Nacional de Keoladeo se encuentra cerca de la localidad de Bharatpur en el extremo occidental de las llanuras gangéticas donde confluyen dos afluentes del Ganges, el Gambir y el Bangane. El parque, conocido como ghana (bosque tupido) por los lugareños y como Refugio de Aves de Bharatpur por muchos foráneos, se caracteriza por su apreciable diversidad de plantas y animales y destaca en particular por sus aves, de las que se han registrado más de 354 especies.
La historia del Parque es tan fascinante como su biodiversidad. El área era una depresión natural y sus humedales han existido de una forma u otra durante siglos. El Keoladeo fue reformado por los monarcas locales para atraer más aves migratorias. Según se informa, los humedales actuales se proyectaron hacia 1750 después de la construcción de una pequeña represa, Ajan Bund, por el famoso monarca local Suraj Mal, que empleaba el área como coto de caza de aves acuáticas. La represa de Ajan Bund contribuye a conservar la humedad del suelo, al suministro de agua de regadío y a mantener el nivel de la capa freática.
El Parque es un ejemplo notable de planificación del manejo del agua. Contiene muchos diques y esclusas que hacen posible un manejo controlado de los humedales y las zonas arboladas. Pese a que el diseño inicial nada tuvo que ver con la conservación de la biodiversidad, el lugar se convirtió en un símbolo de conservación y fuente de inspiración para muchos naturalistas, ambientalistas y la gente en general. Keoladeo fue declarado Parque Nacional en 1980, se convirtió en sitio Ramsar en 1981 y en bien del Patrimonio Mundial en 1985.
En consonancia con la Ley de Protección de la Vida Silvestre del Gobierno de la India (promulgada en 1992), la administración del Parque construyó un muro de tres metros de altura con alambre de púas en la parte superior alrededor del mismo, prohibió el apacentamiento de búfalos (que se había practicado durante siglos) y puso límites al acceso, otrora libre, a los templos que hay dentro de su perímetro. La finalidad de estas medidas era mejorar el ecosistema y el manejo del Parque y promover el turismo internacional.
Sin embargo, se aplicaron sin consultar a las comunidades locales. Esto provocó una ruptura en las relaciones y la comunicación entre la población local y las autoridades del Parque, así como muchos casos de enfrentamiento abierto, falta de cooperación y resistencia pasiva.
La veda de pastoreo provocó también algunos problemas de conservación. Tras un estudio que llevó casi un decenio y costó cerca de un millón de dólares de los EE.UU., muchas de las organizaciones que habían preconizado la veda con fines de conservación llegaron a la conclusión de que los búfalos eran necesarios para luchar contra las malezas acuáticas (Paspalum distichum en particular). Lo irónico del caso es que esto era sabido por la población local. Las divergencias entre la población local y los administradores del Parque no guardaban pues relación con el reparto de los beneficios económicos únicamente, sino también con la integración del uso de los recursos y las necesidades del ecosistema.
En vista de las objeciones de las poblaciones locales a las reglamentaciones del Parque se puso en marcha una iniciativa para ayudar a gestionar los conflictos y promover la participación de la población local en el manejo del humedal. Los principales objetivos de la iniciativa eran:


  • Facilitar un diálogo con las comunidades locales a fin de comprender sus preocupaciones.

  • Identificar las áreas de acuerdo y desacuerdo entre la población y las autoridades.

  • Identificar medidas a corto y largo plazo de conservación de los humedales aceptables para las autoridades del Parque y las comunidades locales.

  • Poner en marcha un procedimiento para establecer una institución local encargada de manejar los humedales en cooperación con las autoridades del Parque.

  • Preparar una política y directrices operativas que fueran útiles en situaciones parecidas en la India y otros países.

La iniciativa eligió el método de evaluación rural participativa para celebrar un seminario local. Este método está considerado entre los más idóneos para facilitar un diálogo con las comunidades locales, particularmente en el contexto del manejo de recursos naturales, pues la población local tiene un conocimiento bastante detallado del sistema. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) organizó este seminario por invitación del Departamento de Bosques del Gobierno de Rajastán (India), que se encarga de administrar los Parques. El director y otro funcionario del Parque, funcionarios locales de la Bombay Natural History Society y administradores de otros sitios Ramsar formaron parte de un equipo de 16 personas. Éste era consciente de que los métodos no son más que herramientas y que por sí solos no facilitan el proceso. Las actitudes y la conducta revisten suma importancia porque no es posible definirlas o inculcarlas en sesiones de capacitación y todo el proceso depende del fomento de la capacidad de ganarse la confianza de la población.


El principal resultado de la iniciativa fue el inicio de una reconciliación entre las comunidades locales y los administradores del Parque. Otras conclusiones importantes comprendieron las siguientes:


  • La conservación del Parque en el futuro bien podría depender en gran medida del grado de participación de la población local en el manejo del humedal y sus recursos; la evaluación rural participativa demostró fehacientemente que la gente estaba dispuesta a participar si se respetaban algunos de sus derechos tradicionales.

  • Puede que las normas, reglamentaciones y leyes nacionales de conservación no siempre contribuyan a la conservación de los Parques Nacionales.

  • Las comunidades locales de las cercanías del Parque conocen muy bien la relación entre las aves, los humedales y los bosques semiáridos colindantes.

  • El apacentamiento de búfalos dentro del Parque es necesario para manejar el ecosistema.

  • El turismo no está beneficiando apreciablemente a la comunidad local: en vista de la módica entrada que se cobra a los turistas extranjeros y el bajo porcentaje de la población involucrada en la industria turística local, en la práctica los turistas están subvencionados por el gobierno y la población local.

  • La gente está dispuesta a crear instituciones locales para conservar y utilizar los recursos.

  • El respeto por los usos y conocimientos tradicionales contribuye directamente a la conservación del Parque.

La iniciativa consiguió divulgar los resultados con bastante éxito a través de un informe y un vídeo titulado Conservation with a Human Face. Ambos han despertado amplio interés en los círculos conservacionistas de la India y de muchos otros países en desarrollo. Desde la publicación del informe en 1996, las autoridades del Parque han tomado varias medidas. La más importante ha sido iniciar un diálogo informal con los dirigentes de la comunidad. Como resultado del mismo se alcanzaron varios acuerdos a nivel local que se han traducido en un aumento de la recogida de forraje y en el respeto de los derechos de paso y acceso a los templos que hay dentro del Parque. Las autoridades del Parque instituyeron asimismo algunas medidas de bienestar social y de fomento de la confianza. En cumplimiento de las recomendaciones del informe se ha incrementado la entrada cobrada a los turistas.


Con todo, las medidas más importantes, como autorizar el pastoreo restringido para luchar contra las malezas, transferir a la comunidad una parte de los ingresos procedentes del aumento de la entrada y el manejo conjunto del Parque no se han aplicado. Esto no se debe a la falta de interés de las autoridades del Parque, sino a que tales medidas requieren una revisión sustancial de la política en el plano nacional. El pastoreo dentro de los parques nacionales no está permitido por la política nacional. Es pues posible que la ejecución de planes de manejo con la participación de las comunidades requiera importantes cambios en la política nacional. Esta iniciativa no fue más que un pequeño paso en esa dirección.
Autor y dirección

Mr. Biksham Gujja

Head, Wetlands Programme

World Wide Fund for Nature

rue de Mont Blanc

CH-1196 Gland, Suiza

Tel: +4122 364 9111 / Fax: +4122 364 3239

Correo electrónico: biksham.gujja@wwfnet.org


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10. Inglaterra

Área del estudio de caso: Pevensey Levels, Sussex Oriental

Tipos de humedal: Marisma, pradera húmeda

Interesados directos: Propietarios de tierras, Unión Nacional de Agricultores, organismos gubernamentales de medio ambiente, ONG conservacionistas, un fideicomiso de vida silvestre e investigadores

Cuestiones de conservación: Fuerte descenso de las inundaciones debido a la sequía y el desvío de aguas
Los Pevensey Levels enfrentan muchos de los retos plateados por el manejo de los humedales en todo el mundo. Los numerosos propietarios de tierras aspiran a utilizar los humedales de diversas maneras y existen superposiciones y lagunas en las responsabilidades de los distintos organismos gubernamentales concernidos. Los Levels fueron declarados sitio Ramsar el 2 de febrero de 1999 (Día Mundial de los Humedales), pero en los últimos años se han degradado debido al mejoramiento del drenaje y a la intensificación de la agricultura. Este estudio de caso es un buen ejemplo de participación de los distintos interesados en el proceso de toma de decisiones. Cabe esperar que esto redunde en un manejo más sostenible del humedal y en su uso racional.
El establecimiento de un Grupo de Estudio de interesados directos locales en 1992, cuya función ha cambiado desde la inicial, de identificar los problemas existentes en los Levels, a la de poner en funcionamiento un Plan de Fomento de la Vida Silvestre que compensa a los propietarios el uso de tierras ambientalmente sensibles, ha sido particularmente importante. Más recientemente, el Grupo ha desempeñado una función central en la elaboración de planes de manejo del nivel del agua y lucha contra una planta exótica invasora.
Los Pevensey Levels se hallan entre Eastbourne y Bexhill-on-Sea en Sussex Oriental y en su formación ha predominado la cambiante relación entre la tierra y el mar. La hidrología está dominada por la dinámica de la relación entre el caudal de entrada de los cursos de agua, la precipitación, el caudal de salida al mar y la evaporación/transpiración. El movimiento de aguas subterráneas no es importante porque una capa de arcilla aísla eficazmente a los Levels del acuífero calizo subyacente. La precipitación alcanza un promedio anual de unos 800mm.
Las primeras descripciones de los Pevensey Levels se remontan a la época romana. A la sazón, todas las tierras por debajo de los cuatro metros quedaban anegadas en marea alta y el lugar era una bahía jalonada por pequeñas islas influenciada por las mareas. Hasta ahora el rasgo más característico de la historia del humedal ha sido el esfuerzo continuo de las poblaciones locales para utilizar y explotar la marisma. Los esfuerzos por recuperar las tierras de la marisma se remontan al año 772. Dos documentos de la época y los registros de las tierras del castillo parecen demostrar que se labraban y cultivaban, aunque a pequeña escala.
La recuperación empezó de verdad en la Edad Media y esto se logró gradualmente encerrando partes de la marisma con escolleras. La formación de un escollo natural que impidió la propagación de agua de mar por las marismas facilitó esta tarea y para finales del siglo XVII se excavaron zanjas para facilitar el drenaje de agua dulce, que era el principal impedimento a la explotación agrícola de los Levels. La larga historia de intervención humana en la ecología del humedal local ha creado una serie de humedales como resultado de una transformación continua del estado natural al de tierras objeto de cultivo intensivo. La recuperación ha producido una red de hábitat terrestres y semiacuáticos que comprenden prados de pastoreo y prados húmedos surcados por un mosaico de zanjas de drenaje. Las zanjas son especialmente ricas desde el punto de vista biológico y sustentan a una gran variedad de especies, incluidas algunas que son raras en todo el territorio nacional.
El declive nacional de las especies aviares características de las praderas húmedas está bien documentado y los Pevensey Levels son un ejemplo vívido de los efectos de las mejoras mediante drenaje y de la intensificación de la agricultura en la diversidad de especies de los humedales. Los sistemas de drenaje por bombeo han reducido la extensión y la duración de las inundaciones y la capa freática. Las aguas de crecida de invierno se bombean de las zonas bajas y descargan en el mar en marea baja. El control y manejo de las aguas con zanjas es un aspecto crucial de la explotación agrícola eficaz de estas zonas y en casi todas ellas hay alguna estructura para regular las aguas (esclusas, diques o tablas de cierre). El principio general de manejo de los niveles de agua de las zanjas es mantenerlos bajos en invierno para garantizar la suficiente capacidad de almacenar las aguas de crecida. Con todo, esto choca con los objetivos de conservación de la vida silvestre.
En los últimos años los niveles de agua de las zanjas en las áreas de prados húmedos han venido siendo vigilados cada vez más de cerca debido a dificultades crecientes para atender a las necesidades de los distintos interesados directos que se hallan en lados opuestos de la misma zanja. La ley prescribe que es obligación contar con planes de manejo del nivel de las aguas en muchos humedales de todo el Reino Unido. Los planes aportan los medios para armonizar y garantizar los niveles de agua requeridos para una serie de actividades, incluidas la agricultura, la defensa contra inundaciones y la conservación. Sin embargo, en la región de los Pevensey Levels esta tarea no ha sido fácil. Las necesidades de agua del ganadero, el agricultor y de las especies silvestres locales son muy distintas, sobre todo en términos de ciclo anual de fluctuaciones.
En respuesta a estos retos, en 1992 se estableció el Grupo de Estudio de los Pevensey Levels. El Grupo, presidido por el Organismo de Medio ambiente, no es un mecanismo estatutario para la toma de decisiones, sino más bien un foro de los interesados directos para abordar cuestiones relacionadas con la integridad de los Levels o las que ponen en peligro su integridad. Entre otras cosas, el grupo: (1) intercambia ideas e información sobre las cuestiones importantes para los Pevensey Levels y garantiza la celebración de consultas con organizaciones y personas idóneas; (2) asegura que el monitoreo de los Levels se coordine para evitar la duplicación de esfuerzos; y (3) se encarga de coordinar la elaboración y ejecución de planes de manejo de los niveles de agua.
El Grupo se reúne dos veces al año, a menos que se planteen cuestiones específicas, y está integrado por el Organismo de Medio Ambiente, English Nature (una organización conservacionista), la Royal Society for the Protection of Birds, el Sussex Wildlife Trust, la Unión Nacional de Agricultores, propietarios y asesores técnicos de instituciones de investigación.
Al principio el Grupo debatía asuntos de carácter general. No obstante, con el tiempo los debates han tendido a concentrarse, primero en cuestiones relacionadas con el Plan de fomento de la vida silvestre y, segundo, en las que se derivan del desarrollo del Plan de manejo del nivel del agua. El Grupo ha sido una valiosa herramienta complementaria para resolver los problemas de los interesados directos en todos estos ámbitos. Por ejemplo, a la hora de ejecutar el Plan de fomento de la vida silvestre, English Nature ha sacado gran provecho del enfoque a escala más amplia del Grupo de Estudio. En la mayor parte de los demás contextos English Nature debe tratar con los signatarios de su Plan individualmente, en tanto que el Grupo le ofrece la posibilidad de dirigirse a toda la comunidad agrícola por conducto del representante de la Unión Nacional de Agricultores, que asiste regularmente a las reuniones. Se han enviado proyectos de planes de manejo del nivel del agua a todos los propietarios y los miembros del Grupo han estado dispuestos a dar explicaciones cuando ha sido necesario, gracias a lo cual se han elaborado con rapidez.
Uno de los elementos clave del manejo de los Pevensey Levels ha sido el compromiso de financiar estudios científicos para reforzar la toma de decisiones. Esto ha complementado muy bien la participación de los interesados directos, pues los miembros del Grupo de estudio han recabado a menudo las mejores informaciones u opiniones científicas a fin de cotejarlas con sus propias experiencias y opiniones a la hora de tomar decisiones. Por ejemplo, el Grupo se apoyó en opiniones consultivas científicas para elaborar un plan de lucha contra una especie invasora, la hodrocotule acuática. El plan, que supuso fumigar con herbicidas, difícilmente se habría podido aceptar públicamente de no haber sido por la credibilidad derivada del respaldo del Grupo.
Pese a que el Grupo tiene muchos logros a su haber, su futuro dependerá de actividades específicas, como la ejecución del Plan de fomento de la vida silvestre o de los planes de manejo del nivel del agua. Los agricultores locales han explicado claramente que si bien se interesan por la conservación, ante todo son hombres de negocios dedicados a la explotación comercial de sus predios agrícolas. Se ha elaborado un plan para indemnizar a los agricultores con una subvención de 74 libras esterlinas (120 dólares EE.UU.) por hectárea por mantener altos niveles de agua en los meses de invierno. Si no existiera un mecanismo de compensación financiera, los agricultores no podrían aceptar mantener unos niveles de agua que afectan a su actividad agrícola. Mucho depende de la situación del propietario: para los absentistas que arriendan la tierra, la subvención es ventajosa, en tanto que para los criadores de ovejas o ganado bovino para carne, que pueden ganar por lo menos 3.750 libras esterlinas (6.000 dólares EE.UU.) por hectárea los años buenos, resulta irrisoria.
Autores y dirección

Sr. David Gasca-Tucker

Department of Geography

University College London

2 Wakefield Street

London WC1N 61PG, Reino Unido

Tel: +44 171 813 5206

Fax: +44 171 813 5283

Correo electrónico: dgasca@geog.ucl.ac.uk



Dr. Mike Acreman

Head of River Basin and Hydro-ecological Management and Freshwater Management Adviser to IUCN

Institute of Hydrology

Crowmarsh Gifford

Wallingford OX10 8BB, Reino Unido

Tel: +44 1491 692 443

Fax: +44 1491 692 424

Correo electrónico: man@ua.nwl.ac.uk


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11. Islas Salomón


Área del estudio de caso: Lago Tegano, Isla de Rennell Oriental

Tipo de humedal: Lago salobre en un atolón de coral

Interesados directos: Población indígena, organismo gubernamental de recursos naturales, Convención del Patrimonio Mundial

Cuestiones de conservación: La laguna se encuentra en buen estado; posible amenaza debido al aumento del nivel del mar y a especies invasoras
La isla de Rennell es un atolón coralino cubierto de bosque situado a unos 180 kilómetros al sur de Guadalcanal, la isla más extensa del grupo de las Salomón. El Lago Tegano, Sitio del Patrimonio Mundial situado en la parte oriental de la isla, es el más extenso lago del Pacífico Sur (exceptuados los de Nueva Zelandia y Australia). El estado global del ecosistema es bueno debido a la baja densidad demográfica (esta isla de 155 kilómetros cuadrados tiene sólo 1.500 habitantes) y a su aislamiento geográfico. El régimen de tenencia de la tierra es consuetudinario y los recursos del Lago Tegano son bienes comunes de los habitantes de las cuatro aldeas que hay a orillas del mismo. El sistema consuetudinario de tenencia de la tierra y del arrecife supone derechos de uso de los recursos por grupos familiares en áreas determinadas. En las aldeas citadas se han hecho evaluaciones rurales participativas de los usos actuales de los recursos y de los sistemas de manejo tradicionales. El Programa de Ecoturismo del Patrimonio Mundial está elaborando un plan de manejo de los recursos con la participación de sus propietarios.
Autores y dirección

Sr. Ben Devi

Project Manager, World Heritage Program

Ministry of Commerce and Tourism

P.O. Box G26

Honiara, Islas Solomón

Tel. +677 26852 o 26858 / Fax +677 25084



Dr. Elspeth J Wingham

Sunrise Valley

Upper Moutere

Nelson, Nueva Zelandia

Tel. +64 3 543 2621 / Fax +64 3 543 2141

Correo electrónico: e.wingham@clear.net.nz


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12. Italia


Área del estudio de caso: Le Cesine, Provincia de Apulia

Tipos de humedal: Lagos salobres adyacentes a dunas

Interesados directos: Cazadores, estudiantes, agricultores y operadores turísticos locales, una ONG conservacionista (WWF)

Cuestiones de conservación: El posible aumento del turismo y las actividades de desarrollo conexas ponen en peligro estos raros lagos salobres
Le Cesine constituyen una marisma intermareal situada en Apulia, sobre la costa meridional del Adriático; se trata de la último segmento de marismas que queda de lo que en otras épocas fue una extensa marisma que iba Bríndisi a Otranto. El desarrollo del turismo en la costa es uno de los principales retos de conservación. La oposición local al área protegida disminuyó gradualmente gracias a los esfuerzos de educación ambiental del WWF-Italia, así como al reconocimiento de que la marisma es un valioso recurso que también puede contribuir a la economía local debido a su valor paisajístico.
Autora y dirección

Sra. Neida Finistauri

Voc. S. Quirico, 79

05020 Avigliano Umbro (TR), Italia

Tel. +39744935292 / Fax: +39744401065

Correo electrónico: mc2236@mclink.it


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13. Japón
Área del estudio de caso: Bajos mareales de Yatsu, Bahía de Tokyo

Tipo de humedal: Bajos mareales de lodo

Interesados directos: Residentes urbanos de altos ingresos, organizaciones conservacionistas, autoridades locales

Cuestiones de conservación: Contaminantes industriales y escorrentía urbana
Yatsu Higata son unos bajos de lodo situados en el extremo más profundo y septentrional de la bahía de Tokyo. El sitio está rodeado casi enteramente por suelos urbanos, pero sigue comunicado con la bahía de Tokyo por dos estrechos canales por los que entra y sale agua con las mareas. Dado que el 90% de los bajos de lodo de la bahía han sido recuperados, Yatsu Higata desempeña una función importante como lugar de parada e invernada de aves acuáticas migratorias en la vía migratoria de Asia Oriental-Australasia. La principal amenaza para la conservación se relaciona con la calidad del agua procedente de la Bahía de Tokyo. Las autoridades locales, las organizaciones conservacionistas y los ciudadanos involucrados están ayudando a administrar el sitio elaborando un plan de manejo, recolectando basuras, monitoreando la calidad del agua y las aves.
Autores y dirección

Sr. Sadayosi Tobai

WWF-Japan

Nihonseimei Akabanebashi

Bldg 6F, 3-1-14 Shiba, Minato-ku,

105-0014 Tokyo, Japón

Tel: +813 3769 1713

Fax: +813 3769 1717

Correo electrónico: tobai.sadayosi@nifty.ne.jp



Sr. Yatsu Hasegawa

Yatsu Tidalflat Nature Observation Centre

3-chome Yatsu

Narashino City, Japón

Tel: +81 474 54 8416

Fax: +81 474 52 2494

Correo electrónico: yatsu-tf@city.narashino.chiba.jp

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14. Malasia
Área del estudio de caso: Kampung Kuantan, Estado de Selangor

Tipo de humedal: Manglar

Interesados directos: Aldeanos involucrados en operaciones de turismo, consejo de la aldea, autoridades locales y una ONG conservacionista (Wetlands International-Asia Pacific)

Cuestiones de conservación: Problemas de manejo del turismo ecológico y contaminación ambiental
Kampung Kuantan se encuentra a 18 kilómetros aguas arriba del estuario del Río Selangor. Los manglares del área atraen a una especie de luciérnaga (Pteroptyx tener) que producen destellos sincronizados parecidos a los de las guirnaldas de los árboles de Navidad. Un empresario local estableció una empresa comercial de navegación para turistas interesados en observar las luciérnagas, lo que dio algún impulso al desarrollo turístico en el área. La principal amenaza para la luciérnaga estriba en un proyecto encaminado a desviar el río aguas arriba, lo que haría disminuir la limpieza por descarga de agua dulce, juntamente con el desarrollo incontrolado del turismo en el área. Varios interesados directos locales – incluidos el consejo de seguridad y desarrollo de la aldea y el empresario local– participan en el manejo del sitio prestando asistencia técnica y asesoramiento sobre cuestiones de conservación y manejo, y distribuyendo materiales educativos y de concienciación.
Autores y dirección

Sr. Jamil bin Hamzah and Suzana Mohkeri

Global Environmental Network

7A, Jalan 19/29

46300 Petaling Jaya

Selangor Darul Ehsan, Malasia

Tel: +60 3 757 2007 or 757 4007 / Fax: +60 3 757 7003

Correo electrónico: fparish@pd.jaring.my


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15. Mauritania
Área del estudio de caso: Parque Nacional de Diawling

Tipos de humedal: Delta, estuario, manglares

Interesados directos: Pescadores, recolectoras de juncos, pastores, Departamento de Parques Nacionales y una ONG conservacionista

Cuestiones de conservación: Degradación de un ecosistema productivo debido a la construcción de una represa
El Parque Nacional de Diawling es un sitio Ramsar del sur de Mauritania en el delta del Río Senegal, 30 kilómetros al norte de Saint Louis (Senegal). Hasta el decenio de 1960, el delta inferior del Río Senegal era un área de riqueza ecológica extraordinaria. Ésta, un mosaico de dunas, llanuras de inundación y zonas estuarinas con manglares, era conocida por su rica vida aviaria y sus importantes recursos ictiológicos. Varios miles de personas, dedicadas a diversas actividades, se ganaban la vida allí. Desde entonces, la calidad del medio ambiente se ha deteriorado, primero debido a una larga sequía y luego a alteraciones provocadas por obras de ingeniería hidráulica de gran envergadura bajo la autoridad de la Organización de Desarrollo Económico del valle del Senegal, organización trilateral integrada por Malí, el Senegal Mauritania.
Esta organización hizo construir dos grandes represas en la cuenca hidrográfica. La primera, de almacenamiento (terminada en 1990) en Manantali, Malí, sobre el Bafing, principal afluente del Río Senegal y fuente del 50% de su caudal. El resultado fue un embalse con capacidad de almacenar 11 mil millones de metros cúbicos de precipitación estacional en los montes Fouta Djalon en Guinea, que luego se podían descargar gradualmente durante un período más largo que el de anegación natural. La segunda, de cuña salina, (terminada en 1986), se construyó en Diama cerca de la desembocadura del río. La finalidad de ambas represas era facilitar la agricultura de regadío a orillas del río durante todo el año.
En la práctica, la construcción de la represa de Diama privó a los estuarios del delta del Río Senegal de agua dulce. Las zonas más bajas próximas a la desembocadura del río se volvieron hipersalinas y los otrora productivos manglares y caladeros prácticamente desaparecieron. En las zonas por encima del nivel del mar el impacto de la prologada sequía, la tala de árboles para madera y forraje y las obras de ingeniería se tradujeron en una fuerte disminución de la cubierta vegetal (árboles, herbáceas anuales y perennes y pastos) y la formación de extensas llanuras desertificadas azotadas por sales transportadas por el viento y dunas móviles.
Tras 10 años de controversia, en 1991 se estableció el Parque Nacional de Diawling. Los objetivos del Parque constituyen un mandato claro de integrar la conservación y el desarrollo y de incorporar a todos los grupos de interesados directos del delta inferior y no sólo a aquellos cuyas tierras de pastoreo tradicionales se hallan dentro del área protegida. Para apoyar este enfoque innovador, en 1994 la UICN y sus asociados locales y extranjeros organizaron una visita de un equipo multidisciplinario integrado por sociólogos, hidrólogos, agrónomos, ictiólogos, expertos en áreas protegidas, un botánico y un ecólogo especializado en estuarios. Para incorporar las opiniones de la población local, se optó por emplear un enfoque participativo.
Resultó evidente de inmediato que los conocimientos locales sobre cómo el sistema funcionaba antes eran muy detallados y que serían indispensables para elaborar el plan de manejo. La principal conclusión del estudio fue que había que empezar por restablecer el ciclo de crecidas anterior a la represa. El restablecimiento de la productividad permitiría a la población local reanudar sus actividades tradicionales (en la cuenca central, de Bell, del Parque y la zona periférica) e iniciar o incrementar actividades nuevas, en particular, ecoturismo y la horticultura comercial. Simultáneamente se tomarían medidas para facilitar el transporte (caminos de acceso, escolleras) y suministrar agua potable.
En 1994 y 1995 se llevaron a cabo entrevistas exhaustivas con la mayor parte de los grupos de interesados directos y más investigaciones científicas. Seguidamente, se hizo llegar el primer proyecto de plan de manejo a las instituciones locales asociadas (Facultad de Ciencias de la Universidad de Nouakchott, Parque Nacional Banc d’Arguin, Direction de l’Environnement et de l’Aménagement Rural). La segunda versión fue presentada a un amplio espectro de interesados directos e instituciones gubernamentales en diciembre de 1996 y, tras la introducción de enmiendas, aprobado por el Ministerio de Desarrollo Rural y Medio Ambiente a principios de 1997. Mientras tanto se dio comienzo a una primera fase de restauración del ecosistema, capacitación y equipamiento de las autoridades del Parque y a algunos proyectos en pequeña escala con la población local.
Una vez explicados los principales ejes del plan de manejo y ejecutados algunos proyectos piloto de desarrollo rural integrado, se propuso a la comuna establecer un comité de manejo que garantizara la coordinación de las actividades de manejo entre el Parque y la población local. El Parque propuso que este comité lo integraran representantes de los grupos de interesados directos más importantes (v. gr., pescadores de agua dulce, pescadores estuarinos, pastores, horticultores comerciales, artesanos). La comuna, a su vez, propuso crear un comité prácticamente idéntico al consejo municipal, órgano que estaba integrado esencialmente por los jefes de aldea. Ahora bien, algunas comunidades de interesados directos no se sentían en absoluto representadas por este consejo y algunos miembros del mismo sabían muy poco sobre el funcionamiento del ecosistema. No era pues una estructura muy idónea para contribuir a las decisiones de manejo. Como solución intermedia, el Parque ha venido facilitando de forma continua al consejo municipal los principales documentos técnicos e informándole acerca de las visitas de expertos técnicos al área. La comunicación y el intercambio de opiniones sobre el manejo de carácter cotidiano se ha hecho aldea por aldea, por conducto de los grupos de interesados directos y otras vías teniendo en cuenta las circunstancias de cada caso.
Si bien se sostuvieron conversaciones con las comunidades de interesados directos de toda la parte inferior del delta, en un principio las actividades y estudios pormenorizados se concentraron en las tres aldeas que mantenían contactos más estrechos con el Parque y cuyos pastizales tradicionales resultarían afectados de forma más directa e inmediata por la nueva modalidad de manejo. El hecho de que algunos ancianos respetados de las distintas aldeas fueran contratados como guardabosques cuando el Parque se creó en 1991 y de que el jefe de vigilancia del Parque fuera un ‘jefe’ local respetado facilitó considerablemente el empleo de este enfoque. Se habían impartido instrucciones de no practicar una vigilancia represiva y de que se procurase más bien educar a los cazadores furtivos y a quienes recogían huevos de cormorán sobre la valía de las especies concernidas y la necesidad de emplear los recursos locales de forma sostenible.
Para restablecer las inundaciones se construyeron esclusas y escolleras. La reanegación, iniciada en 1995, tuvo efectos positivos inmediatos en el ecosistema y los medios de vida locales. Dos de las cuencas reanegadas situadas cerca de la represa de Diama se repoblaron de cañas (Sporobolus) empleadas por las mujeres para fabricar esteras, así como de peces y pastos. En los estuarios situados fuera de las cuencas, los manglares que habían sido diezmados por la intrusión de agua salada y la tala, empezaron a regenerarse. Esto fomentó la reproducción de camarones y por ende su pesca. En 1998 se registraron las mayores capturas de camarones de que se tuviera recuerdo.
Dado que los pescadores conocían a fondo el régimen hidrológico anterior a la construcción de la represa y los patrones de migración y desove de los peces, la colaboración técnica fue muy productiva. Así, la esclusa de Berbar fue añadida al plan inicial para que los peces pudieran migrar a los lugares de desove en la cuenca Diawling –Tichilitt y viceversa. Gracias a la flexibilidad del organismo de financiación, los fondos que se preveía asignar para una escollera en el extremo septentrional del Parque se reasignaron a la construcción de la esclusa de Berber, y de una segunda esclusa, la de Lekser, para las migraciones de camarones. Éstas se añadieron por recomendación de los pescadores que faenaban en aguas salobres.
Al completarse la infraestructura hidráulica en 1996, fue posible controlar completamente las aguas de la cuenca de Bell. Los pescadores propusieron anegar pronto porque el desove de las Tilapia podía tener lugar ya en julio. Las mujeres insistieron en que debía llover antes de la anegación para que la producción de Sporobolus y otros pastos fuera óptima. El hecho de esperar a que lloviera retrasaría la anegación hasta mediados de agosto, lo que acortaría sustancialmente el período de crecimiento de los peces. Por consiguiente se decidió simular lluvias velando porque las zonas cruciales de la llanura de inundación quedaran cubiertas por una delgada capa de agua en julio. Esta fórmula de transacción, anegación temprana de hasta un metro por encima del nivel del mar con una pausa en el aumento del nivel de las aguas hasta principios de agosto, seguida de un aumento hasta que alcanzara 1,1 metros por encima del nivel del mar, se sometió a prueba en 1996. El experimento fue todo un éxito y las mujeres recolectaron cañas de hasta 2,5 metros de largo.
Evidentemente, el restablecimiento de la productividad ha tenido efectos positivos en la vida silvestre. En 1993, había apenas 2.000 aves acuáticas en el Parque y en un censo de aves acuáticas levantado en 1994 se registraron tan sólo dos aves. En 1995 el número aumentó de forma espectacular a cerca de 50.000 y se registraron cambios parecidos en el resto del delta inferior de Mauritania. Los recuentos más recientes han demostrado que existe una relación muy clara entre los recuentos de aves y los niveles máximos alcanzados por las aguas durante la anegación. Hoy, el Parque contiene habitualmente un número de individuos de varias especies de aves acuáticas de importancia internacional y algunas especies han empezado a reproducirse de nuevo en la parte inferior del delta.
Paradójicamente, cuando el proyecto se puso en marcha en 1994 se halló un ecosistema casi enteramente destruido sometido a presiones prácticamente nulas en materia de explotación, lo que representó una ventaja relativa. La restauración gradual del ciclo hidrológico entre 1994 y 1996 fue percibida pues por la población como una acción positiva. El proyecto está lidiando actualmente con los efectos de su propio éxito. La presencia de agua en las cuencas del Parque ha atraído a hombres de negocios emprendedores interesados en cultivar huertos hortícolas de cientos de hectáreas en las zonas en regeneración pobladas de Acacia que lindan con las dunas, justo al oeste de los límites del Parque. Esto reduciría las interacciones entre el humedal y las tierras secas colindantes. Otros empresarios se han apresurado a aprovechar el resurgimiento de la industria del camarón, lo que podría redundar en una explotación no sostenible. Por último, como en la estación seca de 1997 los pastos eran casi inexistentes en todas partes, la cuenca de Bell, donde habitualmente pastan varios centenares de vacunos locales, fueron invadidos por unos 1.200 bovinos de tierras situadas más al norte. Todo indica que es preciso evaluar la capacidad de carga y sostener conversaciones con todos los interesados directos locales y foráneos para determinar a quiénes (cuánto ganado y cuándo) se autorizará a dedicarse a la ganadería en la parte inferior del delta. De no ser así, en un año de sequía de verdad, los resultados podrían ser calamitosos.
Por su parte, los aldeanos locales han percibido claramente las ventajas del proyecto de rehabilitación y su oposición al Parque se ha convertido en apoyo entusiasta a la ampliación de sus límites hacia el oeste (a fin de que abarque los manglares). En la actualidad el proyecto está intentando extender las anegaciones hacia el norte y, gracias a la construcción de obras de infraestructura hidráulica que comunican el embalse de Diama con Nouakchott, la capital, en el norte, quizá pueda anegar varios miles de hectáreas más. Es también posible que se establezca una reserva de biosfera para manejar la zona adyacente al Parque.
De cara al futuro, los principales problemas guardan relación con la necesidad de establecer un mecanismo institucional aceptable para formalizar los intercambios entre los interesados directos y aplicar las decisiones de manejo, y para abordar la situación por lo que respecta a la tenencia de la tierra. En este último sentido el sistema tradicional de propiedad colectiva predominante en el delta no está consagrado por la ley. En principio, la ley estipula que la tierra pertenece a quien la explota, pero esto se aplica únicamente a las modalidades de explotación intensiva (esto es, cuando existe una infraestructura visible, como escolleras, empalizadas y viviendas). A los habitantes de centros urbanos influyentes les resulta relativamente fácil conseguir licencias temporales para explotar las ‘tierras baldías’ que forman parte de espacios de recursos plurifuncionales tradicionales y convertirlas en zonas de agricultura intensiva. Las cuestiones de esta índole se podrían resolver en el marco de un plan de manejo de biosfera que redunde en un manejo más sostenible de los recursos de todo el delta.
Autor y dirección

Dr. Olivier Hamerlynck

Wetlands Technical Advisor

IUCN Project Office Mauritania

Parc National du Diawling

BP 3935


Nouakchott, Mauritania

Tel: +222 2 51 276 / Fax: +222 2 51 276

Correo electrónico: roma@pactec.org
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16. México
Área del estudio de caso: Humedales costeros, Estado de Sonora

Tipos de humedales: Deltas, estuarios, lagunas y manglares

Interesados directos: Poblaciones indígenas, pescadores artesanales y comerciales, grandes agricultores, empresas extractoras de sal, una ONG conservacionista (Pronatura), Gobierno del Estado de Sonora

Cuestiones de conservación: Los estuarios están contaminados por la escorrentía agrícola y son escenario de explotación excesiva de los recursos pesqueros y de extracción excesiva de sal; hasta hace poco las cuestiones de conservación se trataban en forma inadecuada en la legislación estatal y federal
Estos humedales costeros del sur de Sonora se hallan en tres deltas importantes, los de los ríos Yaqui, Mayo y Fuerte. Hay 62.000 hectáreas de humedales. El 62% de ellas corresponden a estuarios y el resto a bahías. Se trata de humedales de elevada diversidad biológica situados a lo largo de una importante vía migratoria de aves costeras y acuáticas. Los efluentes de la agricultura intensiva de regadío suponen una importante amenaza para la conservación de los humedales, a la que se suman en orden descendente la ganadería, los criaderos de camarones y la urbanización. Los principales interesados directos en los humedales son pescadores permanentes y estacionales, grupos etnolingüísticos (los yaqui y mayo), acuicultores, agricultores, ganaderos, cazadores, turistas, industriales y residentes locales. Organismos gubernamentales, instituciones académicas, ONG y representantes de la comunidad, apoyados por el Consejo de Conservación de los Humedales de América del Norte están elaborando un plan estratégico. Una serie de seminarios celebrados a partir de 1994 han brindado a los interesados directos la oportunidad de identificar los principales problemas de conservación enfrentados por los humedales y de contribuir al plan estratégico.

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