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Las luchas campesinas


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2.4.-El arraigo de los campesinos de Empalado a su valle.

2.4.1.-Los antecedentes del conflicto.


Entre los campesinos muchos de ellos ya habían nacido en la localidad de Empalado (Cecilio Báez, departamento de Caaguazú) y negociaron con los propietarios la colonización privada de 1.000 hectáreas para el asentamiento de 100 familias; la colonia fue constituida en 1966. Diez
... omendá ra’é hikuái

ha oyapó peteî banquete;


...Oyeroky yave hikuái

oñemboyá Alonso ha chochî,

enseguida oyeruré:

“Embopú peteí chopî”.


Aka ê he i chupe:

“Adebé peteí cuadrilla:

tapagapá mi upéva

ha tambopú ndeve enseguida”.


Alonsito he i chupe:

“Rembopúne la che gustava;

“embopú cheve la chopí,

“tovalé la ovaléva”.


Opu â aka ê,

Ipópe imbaraká:

“Ha e porâ niko ndéve, che amigo,

“norombopú mo âi ha”.


Alonsito he i chupe:

“Tahechakâ ndéve kaira y y ha

Aka ême oyapí,

Ha upéva nte ma ipahá.

Oúma autoridá...
El sargento Guyratî

El oficial, Tuyuyú...


He íma voi sarjento:

“Alonsito, ke, sujetáte,

con tu compañero Chochî

tu arma puede entregarme”.


Alonsito he í chupe:

“Mi arma no voi entregar:

“Ha upéi, pe individuo

“violinista voi a matar”.


Ouvá la autoridá,

Karaí Jefe, Karaí Jué,

Karaí Jefe Karakará,

Karái Jué, Yacaveré.


He íma karaí Jué:...

“... iporâité ra e la baile

peyapova sin permiso:

“Oga yara tiene la culpa...”

¡¡¡Osé libre Alonsito!!!

GUYRA FARRA


años después los propietarios de un condominio vendieron a un importador unas 2.542 has. incluidas las 1000 has. ya colonizadas a los 100 campesinos, de los cuales 23 ya contaban con títulos. El comerciante importador prefería el lugar en el cual estaban asentados los campesinos, por tratarse de un terreno ya desbrozado, alto y con pastura incipiente; esas tierras estaban valorizadas con el trabajo campesino de años.

Conforme al relato de colonos entrevistados algunos de los colonos aceptaron la transferencia de sus parcelas a cambio de un poco de dinero, y los que se negaron a transferir sus derechos fueron expulsados por policías y militares que el referido importador movilizó en el lugar, aprovechando su influencia política. Una vez consumada la expulsión, un día alambraron la fracción y metieron vacas en ella. Las referidas penosas circunstancias son relatadas por el líder de la Comisión Vecinal:



El señor Peña sabía que había colonos aquí y confió en su respaldo, porque acá la colonia estaba todo poblada y no podía decir que no sabía nada. Como prueba estaban los colonos en cada lote con sus casas y vivían allí. El sabía muy bien esa situación y no puede decir que no sabía; así el se maneja. Eso sucedió en tiempos de Stroessner y entonces no se podía hacer nada.

En 1976 no se podía plantear ninguna movilización. Los colonos procuraban y Peña les echaba de las tierras, incluso les llegó a enviar a la cárcel, les hacía retener una semana en el calabozo y mientras cercaba sus tierras. Una noche se fue con policías y cercó lotes y al día siguiente ya trajo vacas al lugar. Y qué se puede hacer, lo único que resta es salir si tumban las casas y las vacas destruyen las plantaciones. Este señor compró una fracción mayor que incluía la superficie de la colonia, eso quiere decir que compró el terreno con todo lo que había adentro; no supimos que quería hacer de nosotros. Con apoyo de policías iban a cercar el terreno mientras los colonos estaban presos en el calabozo, retenidos, y mientras cercaban los lotes ¨qué se podíamos hacer? Citaban a los colonos en la Policía y se presentaban, y entonces eran detenidos allí, acusados de estar en tierras ajenas y así los maneja. Los llevaban en grupos y los detenían allí. Durante la noche cercaban los lotes y ¨qué alternativa le resta al colono? Tenía que salir de allí, ¨qué podía producir?, ¨qué podía comer?

Los dejaban presos porque decían que estaban en propiedad ajena, ya que supuestamente había comprado toda la colonia y le decía a la gente que él había comprado todo, y no había donde reclamar, porque el que tenía problemas cardiacos fallecía antes de un año.

Por falta de dinero los colonos no intentaron el interdicto de retener la posesión, que si bien es cierto tiene un procedimiento especial diferente al juicio ordinario lo mismo requería dinero, y un tiempo difícil de determinar. Los asentados expulsados quedaron en sitios en la pequeña aldea de Empalado y constituyeron una comisión vecinal cuyo reconocimiento pidieron al IBR; ya con el apoyo jurídico del Area Rural del CIPAE se obtuvo el reconocimiento de esta comisión un año después de iniciadas las gestiones.

Más allá de la exactitud de las versiones de los campesinos en cuanto a las razones y condiciones del desalojo, lo cierto es que se encontraban frente a frente un centenar de campesinos sin tierras y sin posibilidades de ocupación asalariada y una gran fracción de tierra cultivable utilizada para producción ganadera. El proselitismo interno y la competencia entre organizaciones campesinas se manifestó también en ese caso, ya que los desalojados primero fueron parte de la OLT, y a raíz de un problema interno se retiraron y se asociaron a la ONAC. Como en otros casos el argumento empleado por el nuevo propietario para evitar toda negociación con los campesinos era que explotaba racionalmente su finca, aunque solo la explotaba dándola en arrendamiento.

2.4.2.-Las negociaciones con el propietario y el IBR.


Aunque el flamante “propietario” no concurrió al IBR en las primeras citaciones ofreció otras tierras a través de su abogado, pero los campesinos de Empalado entendieron que las tierras ofertadas no tenían aptitud para la agricultura. Hasta ese momento las posiciones entre las principales partes eran incompatibles.

En el curso de las negociaciones, las relaciones de poder entre el propietario y los campesinos se caracterizaban por su asimetría muy marcada, y las mismas autoridades del IBR tendían a favorecer al propietario. Las movilizaciones, incluyendo ocupaciones, fueron los medios al alcance de los campesinos para hacerse reconocer como interlocutores; el grupo ocupó la finca cuatro veces y fueron reprimidos hasta con 40 policías. En una suerte de “juego al gato y al ratón” las cuatro veces que ocuparon la finca salieron de ella y volvieron a sus carpas otras tantas veces. Para advertir a los ocupantes de la llegada de los “cascos azules” el grupo contaba con campanas que anunciaban la situación con detonación de bombas.



Las circunstancias referidas se aprecian claramente en el relato del líder de la Comisión Vecinal:



Nosotros ya tenemos más de 10 años de lucha y a veces ocupamos la tierra, porque no hay caso de que IBR nos solucione el problema de otro modo. Nosotros entendimos así; tuvimos que hacer lo que hicimos, entendemos que violamos la ley pero la única forma era esa. Si se tranca el proceso tenemos que presionar para que corra el expediente; buscamos estrategias, nuestro objetivo fue conseguir la tierra. Después de 10 años logramos nuestro objetivo, pero antes hacíamos ocupaciones, salíamos y nos instalábamos en carpas, ese fue nuestro trabajo. Recién en 10 años solucionamos nuestro problema, pero gastamos mucho; calculo que en 10 años habremos gastado unos 600.000 guaraníes cada uno, fuera de la mensura. Cada domingo nos reunimos y aportamos 1000 guaraníes, a veces más. Un mes tiene 4 domingos, eso se puede usar como base. Algunas veces, si se necesita más, la gente colabora más, 2000, 3000 guaraníes, y éramos más de 100 censados, y eso nos da 1.000.000 de guaraníes al mes.

El gestor relata las peripecias por las que debía pasar cuando se les acababa el dinero, ya que los integrantes de la Comisión Vecinal o censados son todos muy pobres (agricutí), y en ocasiones debía prestar plata hasta del abogado del CIPAE: “A veces me quedo sin pasaje y recurro a él. A veces me voy un lunes y debo quedarme cuatro días, no porque esté feliz allí; a veces todo un día quedaba sin comer, pero debía reservar para mi pasaje y no quería volver sin un resultado para mis compañeros que estaban acá. Así es nuestro manejo y es importante aclarar bien porque a veces la gente piensa mal, creen que los dirigentes se van a hoteles, nosotros apenas alcanzamos para la empanadita, chipa, así nos manejamos”.

La fuerte solidaridad dentro del grupo fue fundamental para mantener el estado de movilización durante tanto tiempo; el principal dirigente debía permanecer en Asunción de lunes a jueves, durante meses, según nos relata:

Si estás comprometido en la lucha, no podés trabajar, hay que hacer gestiones, los socios se preocupan, no pueden trabajar continuado. Tienen sus estrategias para presionar y ahora que logramos la tierra empezamos a tener problemas porque prácticamente nos quedamos sin oxigeno. Pero llegamos a 10 años porque perseveramos y ahora tenemos que trabajar.

Como en otros casos los campesinos fueron acusados de corte de alambradas y abigeato, y según veremos la visión prejuiciada de jueces tiende a dar verosimilitud a las versiones de la gente acaudalada. En estos casos se busca que el juez decrete la detención y luego lograr --chicana de por medio-- que los campesinos continúen en prisión de modo a desmoralizar al grupo. En este punto resulta útil recuperar.la forma como en el imaginario social se percibe a nuestro sistema judicial; en efecto, el compuesto de autor anónimo Gyrá Farra cuyos fragmentos se presentan en el inicio de esta sección, estigmatiza a autoridades y jueces que protegen a poderosos y castigan a los pobres: Ouvá la autoridá... Karay Jefe, Karacará/ Karay Jué Jakaveré/, y en el final el desenlace que no es insólito en la elaboración folklórica: el Juez declara libre al malhechor e inculpa al inocente: He íma Karai Jue:...óga yára tiene la culpa/ ¡¡¡ osé libre Alonsito!!! (Gonzalez Torres, 1998), citado por Dominguez (2.000) en la versión inicial de Cadogan. En la variante ñeembuquense del compuesto el Karai Jefe no es un ave de rapiña sino el jakare conocido por su enorme mandíbula, y el Juez sigue siendo el Jakaveré de hábitos más bien nocturnos; el folklore o sabiduría popular deja la posibilidad a los lectores de reemplazar los personajes del compuesto por personajes de la vida real.

Un antecedente favorable que mantenía la esperanza del grupo estaba dado por el éxito de sus pares en la fracción vecina de Kaaty mí; en ese caso los padres de los colonos actuales conocían los límites de las grandes propiedades y de la existencia de excedentes de tierra fiscal; sabían también los campesinos que siempre las autoridades salían a favor de los grandes propietarios que alambraban los excedentes con la ayuda de los agrimensores, que sacaban ventaja de la situación convencidos que de los campesinos no podían sacar nada. En ese caso, en Kaaty mí, con apoyo del Abogado del Area Rural del CIPAE, fue ubicado un excedente de aproximadamente 400 has. afectados a una nueva colonia.

La Comisión Vecinal de Empalado gestionó la expropiación de parte de la finca del comerciante-importador y logró finalmente que el IBR iniciara gestiones de expropiación, y solo entonces se presentó el propietario.

En un segundo momento los campesinos y el propietario ubicaron una fracción de 323 has. que el propietario había adquirido de un condominio, estando uno de los condóminos con interés en la venta de la fracción para delimitar un remanente mayor. El propietario accedió a vender al IBR la fracción en cuestión, y el precio fue establecido en 450.000 G. la ha. y la propuesta fue compatible para las partes; la negociación había removido la incompatibilidad. El IBR se encargó de la mensura correspondiente y a finales del año 2000, cuarenta de los cien ex colonos del asentamiento privado que permanecían en el lugar estaban ya establecidos en la nueva colonia, distante 5 kilómetros de la aldea o pueblito de Empalado donde están las viviendas. Ya en sus parcelas familiares, no necesitan pagar 200.000 guaraníes por el arriendo anual por hectárea.

Es importante notar que en la estrategia para la solución del conflicto el caso fue presentado como un problema social, cuya atención está prevista en el Estatuto Agrario; otras alternativas se presentaban como menos eficaces.


2.4.3.-La construcción de capacidades.


La construcción de capacidades con el apoyo del Area Rural CIPAE incluyó capacitación jurídico legal, capacitación organizativa y en agricultura ecológica; en la capacitación organizativa se manejan dos modelos: el de la Comisión Vecinal encargada de realizar las gestiones para la obtención de la tierra, y el de Comités de Agricultores, encargados de organizar la producción dentro del nuevo asentamiento.

Como se verá esta transmutación que deja sin vigencia a los líderes de la Comisión Vecinal ofrece algunos inconvenientes, salvo que se defina una estrategia de transición de un modelo a otro, o incluso puede pensarse en una comisión coordinadora de los comités que resulte de la transformación de la Comisión Vecinal. Para algunos líderes no tiene sentido que la Comisión Vecinal deba desaparecer al lograrse el acceso a la tierra.

La capacitación en agricultura ecológica o producción orgánica, a pesar de ser discontinua, ha prendido de los flamantes colonos que pueden tener, sin embargo inconvenientes con la producción de algodón orgánico. Un entrevistado nos pinta las ventajas de la producción sin agrotóxicos:

Estamos pensando que si plantamos algodón no queremos usar insecticidas químicos, sino insecticida natural, preparado por nosotros... hay muchas que cosas que usamos. Lo que más usamos es candelón, fruto de paraíso, tabaco y da resultado, si mastican la hoja de tabaco les emborracha y les elimina.

Es increíble pero esos insecticidas no afectan a las personas... pero es natural. Así pensamos manejar, porque la única alternativa es que tenemos que volver a cultivar algodón porque necesitamos dinero. No hay otro producto que se pueda vender. Si cultivás maíz como para vender no podés hacerlo porque el mercado está invadido por maíz de Brasil o de otros países. Si cultivás verduras no vendes tampoco. El algodón es lo único y al lado cultivamos maíz para nuestro consumo y para que nuestros animales también puedan sobrevivir.

La agricultura orgánica no tiene mucho apoyo institucional dentro del sector público; esto refleja una contradicción entre la propuesta del PRODESAL que tiene un componente de Manejo Integrado de Plagas (MIT) (genética, manejo de cultivos, control preventivo y control natural) y las acciones del Crédito Agrícola de Habilitación que solo financia monocrotofos, una especie de mata todo, de alta toxicidad. La circunstancia referida plantea la necesidad de las ONGs de proponer el desarrollo de un paquete completo que incluya provisión de insumos y comercialización de una producción diversificada; esta necesidad es planteada por el líder de la Comisión Vecinal:



Al Crédito Agrícola no le gusta la agricultura orgánica, mejor dicho ese es su trabajo. Deben ofrecer semillas, agrotóxicos, venenos y además ofrecen un poco de plata, pero no estamos muy de acuerdo con ellos. Nuestro planteamiento es la implementación del insecticida natural, el veneno que producimos.

El hecho que se haya desarrollado una conciencia ambiental madura no implica que automáticamente los conocimientos se proyecten en prácticas agroecológicas, ya que, según reconocieron los campesinos, es más fácil tumbar los árboles y quemarlos que dejar selectivamente especies forestales y asociarlas con cultivos anuales. Además, según discutiremos, el uso sostenible de los recursos naturales tiene ventajas indudables en el mediano y largo plazo, pero requiere de condiciones determinadas a corto plazo.


2.4.4.-Los desafíos de la producción sustentable.


Como vimos el desarrollo de competencias de los campesinos incluye producción orgánica en el régimen agroecológico que busca preservar los recursos forestales. El caso nos muestra que el conocimiento y toma de conciencia sobre la importancia del uso sostenible de recursos naturales no es suficiente para que este conocimiento se ponga en práctica, ya que la conducta y la conciencia están mediadas por la lógica del estómago que opera en el corto plazo.

Dicho en otras palabras, si no se puede ofrecer a los flamantes colonos una estrategia productiva sustentable, que garantice ingresos rápidos y adecuados, es altamente posible que echen mano a los recursos forestales. No se trata de un problema de conciencia sino de necesidad de ingresos de un grupo pauperizado con necesidades de consumo inmediatas, que no puede escapar al consumismo que es la dimensión ideológico-cultural que toma el proceso de globalización, que ciertamente llega a Empalado.

En este caso con la conquista de la tierra recién comienzan los desafíos a programas de promoción campesina que más que enfatizar la necesidad de un uso sostenible de recursos naturales deben ofrecer estrategias viables desde la producción agroecológica.

El grupo de colonos cuenta en este caso con la organización inicial que se mantiene, según nos refiere el líder de la Comisión Vecinal:



Nosotros sabemos que en otros asentamientos, como en Zapattini Cué luchan, consiguen la tierra, lotean y después venden sus derecheras. Nosotros vemos que eso hace la mayoría, pero nosotros seguimos en la misma organización hasta ahora, después de conseguir estas tierras. No podemos alejarnos (separarnos) porque al día nos encontramos en el mismo lugar; también vemos que individualmente muy poco vamos a conseguir, aunque es difícil el manejo del paraguayo. No sé si es por ignorancia o porque somos muy vivos... La gente va comprender más adelante que el individualismo no sirve. Así por lo menos es en mi base, porque ahora si no hay organización ya no se llega a ningún lado. La gente comprende eso. Los que se organizan algo van adelante y los que no se atrasan.

El entrevistado es muy consciente de los problemas emergentes en el nuevo asentamiento y de las restricciones impuestas por la situación de indigencia que predomina entre los colonos, y que no pueden ser revertidas por la proximidad de la colonia en relación a la aldea donde residen:



Al comenzar el asentamiento aparecen muchos problemas que requieren organización de los productores; a veces no se produce lo suficiente para comer. Eso es también un fracaso, la pobreza es triste. Se mensura la tierra y no existe una institución que preste ayuda, entonces se trabaja en lo que se pueda, si o sí. Hacemos todo lo que sabemos y podemos. La situación, sin embargo, es aún peor en otros asentamientos, porque nosotros nos defendemos bien, nuestro asentamiento está cerca y estamos en nuestras casas y nos movilizamos por acá. Esa es una gran ventaja para nosotros. Si me voy a Zapattini Cué, o al departamento de San Pedro o Antebi, que me lleven los de IBR o cualquier institución del Gobierno, que me bajen allí y que me den comida un par de veces. Cuándo no me den más ¨cómo voy a aguantar, qué voy a comer? La producción recién después de un año da resultados, antes no hay resultados. Y prácticamente es así como se maneja el campesinado paraguayo. Se van lejos de sus lugares, no se acostumbran allí, aunque den casas, eso es solo para recostarse, ¨y la comida?

“Hay que trabajar por lo menos un año para la producción para que haya algo para consumir y mientras ¨qué pasa?”, se interroga el entrevistado y amplía su razonamiento: “Por esas razones veo que los campesinos a veces no aguantan. Se van a lugares donde no les conocen y no le pueden pedir socorro a nadie; su vecino está a veces peor. Existe ese fracaso y ese no es problema de nosotros los campesinos, es problema del Gobierno”.




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