Ana səhifə

Las luchas campesinas


Yüklə 8.67 Mb.
səhifə10/26
tarix26.06.2016
ölçüsü8.67 Mb.
1   ...   6   7   8   9   10   11   12   13   ...   26



2.2.-El conflicto por la apropiación y uso de recursos naturales en la colonia agroforestal Capi'ibary

2.2.1.-El contexto socioeconómico y político.


Luego de un período sostenido
de crecimiento de la producción

Ñasembake tetâguara ojoykére peteîcha

Piro’y jaikuaa’ÿva, ojoja jasapukai

Tohendu umi tembiguái ñane retâre oñemíva

Ñande ryguýre okambúva pytagua rembijokuái.
Ha umi “karai” kuéra ko yvy imba’epáva

Pe ivirúre oimo’âva ojoguapata opa mba’e

Rehecháma iñapysê ku ymaitéma ñaha’ârôva

Kuarahy ñanemba’eva torypápe ohesape.


Anivéna Paraguáyva jaikoveteî ñemyrôme

Ñané retâ rayhupápe ñande atypa ojuehe

Upéicharamo añoite ku juayhu vy’apavême

Jaikoparô oñoñe’ême: Jaje’oine tenonde.


Fragmentos de JAJE’OIKE TENONDE de Emilio Bobadilla Cáceres

agrícola la misma comienza a declinar (2,4% anual acumulativo en el período 1990-95) y concomitantemente cayó el valor de las exportaciones, particularmente del algodón principal cultivo de renta de las familias campesinas. Las exportaciones cayeron de US$ 333 millones en 1990 a US$ 171 millones en 1994. La pobreza severa comenzó a escalar y su incidencia pasó del 29% en 1992 al 33,6% en 1995 (Morley y Vos, 1998).

Desde el punto de vista político, el régimen autoritario fue sustituido por un gobierno formalmente democrático pero que arrastraba vicios del orden autoritario, y el sistema político en su conjunto no expresó en forma clara los intereses sociales mayoritarios.


2.2.2.-El conflicto latente: necesidad campesina de tierra y fracciones fiscales disponibles


El asentamiento se constituye en forma espontánea con la ocupación de la reserva forestal de Capi'ibary, donde funcionaba un Centro Forestal a cargo del Servicio Forestal Nacional que había acordado la ejecución de un proyecto conjunto con la JICA dependiente del Gobierno del Japón; el proyecto con varios componentes se orientaba a la reforestación y a la capacitación a extensionistas forestales.

En 1990 el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) realizó un contrato de compra venta con el Banco Nacional de Fomento que le transfirió las fincas Nº 199 de 10.781 has. y la Nº 13 con una superficie de 8.709 has. del Distrito de Yhú. Estas tierras pertenecieron inicialmente a la firma FINAP que fuera prestataria del Banco Nacional de Fomento.

Desde principios de la década del 90 la fracción fue ocupándose con colonos desgranados de colonias vecinas más alejadas y campesinos expulsados de zonas minifundiarias de viejo poblamiento; posteriormente los campesinos gestionaron la regularización de la ocupación, según consta en el expediente administrativo Nº 12.058.

Relatando sus primeros tiempos en el asentamiento un campesino puntualiza:.



Vine a esta ocupación en 1992, pero después de tres desalojos la gente vino de distintos lugares, de La Colmena, Caaguazú, Fina-í, SIDEPAR, la mayoría se trasladó acá porque las tierras no servían, en los asentamientos que abandonaron. De distintos lugares se llegó a este asentamiento.

En SIDEPAR se quedaron vacíos muchos lotes. La mayoría compró de acuerdo a su capacidad. Allí se vendían lotes a 200.000 o 300.000 guaraníes la hectárea porque nadie quería, entonces la gente que podía compraba un poquito para pastar a sus animales. Otros vinieron por la madera que mezquinábamos. Por eso al principio nos iban a desalojar de acá, nos iban a trasladar a otro lugar... Eso fue ya en 1993.

2.2.3.-Las posiciones y los intereses en juego


A diferencia de otros casos los contrincantes de los campesinos fueron los agentes ligados al aparato estatal y líderes políticos oficialistas del centro urbano. Ateniéndonos a lo que los campesinos plantearon al Viceministerio de Recursos Naturales, del cual dependía el Servicio Forestal Nacional que poseía en propiedad la finca ocupada, lo que ellos querían era el acceso a parcelas familiares para un uso sostenible de las mismas reforestándolas con especies forestales nativas. Los campesinos querían esos lotes porque carecían de ellos o los mismos eran insuficientes.

Por el lado del Viceministerio debía diferenciarse bien las razones formalmente expresadas para oponerse al pedido de los campesinos (conservación de la reserva, operación del centro forestal regional, etc.) de los intereses efectivos que apuntaban más bien a la comercialización clandestina e ilegal de los recursos forestales. Este interés material se proyectará en el conflicto con los campesinos por el uso de los recursos naturales.


2.2.4.-La maduración del conflicto.


Reconstruyendo en términos cronológicos el desarrollo del conflicto, debemos señalar que el 20 de enero de 1990 se ejecutó el primer desalojo y como consecuencia de la violencia empleada falleció una criatura, Aldo Brizuela; el 17 de junio del mismo año los ocupantes fueron nuevamente desalojados. En 1991 se ejecutó un nuevo y violento desalojo de los ocupantes que quedaron 15 días a orillas del arroyo Rojas; en esa ocasión se ofreció a los campesinos relocalización en otras colonias, propuesta que fue rechazada luego de observar el lugar, con tierra estéril y ya poblada.

Desde el inicio de las negociaciones quedó de manifiesto que el conflicto se centraba tanto en el control de la tierra pero también en las formas de apropiación y uso de los recursos naturales. Así, al mes de diciembre de 1992, los ocupantes denunciaron la plantación de marihuana en las tierras de la administración del MAG en el Centro Forestal de Capi'ibary e intervino la autoridad competente constatándose la denuncia; los ocupantes denunciaron también el robo de madera en el cual estarían involucrados técnicos del MAG.

Ante la negativa del Ministerio de Agricultura y Ganadería a la regularización de la ocupación de la finca, que inicialmente perteneció al Banco Nacional de Fomento (la 199 de Yhú), los ocupantes rebaten el argumento utilizado que los sindicaba como depredadores; los campesinos afirmaron que las 500 familias no solo no practican la depredación sino que más bien están iniciando una plantación de 10.000 plantitas de especies nativas, con un plan de total reforestación del lugar, de modo a tener una colonia agroforestal modelo.

En el mes de abril de 1993 hubo un acuerdo preliminar con el Director del Servicio Forestal Nacional, sobre la base de reforestar la mitad de los lotes y destinar el remanente a cultivos anuales. El Servicio Forestal Nacional planteó también una reubicación de los ocupantes a cargo del IBR en distintos lugares.

Buscando ampliar alianzas, en julio de ese año los líderes del asentamiento participaron en el congreso de la CNT; a esta altura ya recibían atención médica del Ministerio de Salud Pública; un mes más tarde se desarrolló con apoyo del CIPAE un taller de dos días de duración sobre aspectos organizativos. Comenzaba la construcción de capacidades de modo a analizar el conflicto y definir una estrategia para solucionarlo; como en otros casos uno de los primeros desafíos consistió en empoderar al grupo para contrarrestar el poder de los antagonistas, y eso suponía fortalecer la organización de modo a lograr una participación plena --informada e ilustrada-- de los ocupantes en las decisiones y movilizaciones.

Ya con capacidad mejorada para plantear sus demandas la Comisión Vecinal buscó la mediación del Poder Legislativo, y en ese proceso, en setiembre de 1993 miembros de la Comisión de Reforma Agraria del Senado indicaron que no podían intervenir en el caso para no generar la molestia del Gobierno del Japón, debido a un convenio existente de reforestación de la reserva. En los meses siguientes se desarrollaron los aprestos para un nuevo desalojo de los ocupantes. En el recuento de un informante se destacan los aspectos organizativos:



Ya no había caso, nos iban a desalojar. Teníamos que hacer algo... nos reunimos con la gente, acá funcionaba la Comisión Central, en 3 de Noviembre,; esa comisión comandaba todo en la Colonia Agroforestal Capi'ibary. Fue la Comisión Central, después estaban el Comité San Isidro con su comisión, 4 de Mayo con su comisión, 1º de Marzo y 26 de Febrero, la misma cosa.

En esta ocasión, durante las movilizaciones de los campesinos César Melgarejo de la Organización de la Lucha por la Tierra (OLT) y otros seis ocupantes fueron apresados en la alcaldía del pueblo, lo que provocó la reacción de más de 100 ocupantes que fueron a la alcaldía de Capi'ibary, pero en el ínterin los presos habían sido trasladados a Yataity del Norte. En esta oportunidad los ocupantes quedaron en el patio del hospital del pueblo, utilizando carpas y apoyo logístico de los profesores del pueblo y algunos opositores. Al día siguiente llegaron al lugar un abogado y una legisladora, Elba Recalde, y obtuvieron el regreso de los que habían sido detenidos. Los ocupantes fueron reprimidos una vez más vez en junio de 1994, y dos meses más tarde, en agosto de 1994, el viceministro demostró mucho interés en un proyecto agroforestal y prometió enviar a técnicos para constatar la existencia de los 20.000 plantines de especies nativas que los ocupantes tenían en sus viveros.

Buscando acelerar las negociaciones, en setiembre de 1994 llegaron los ocupantes de Capi'ibary frente al Parlamento para encarparse, como lo hicieron efectivamente durante diez meses y 17 días. En el día de su llegada los campesinos presentaron una nota al Senado para solicitar la mediación de la Comisión de Reforma Agraria ante el Ministerio de Agricultura para dar concreción al proyecto agroforestal en el lugar.

En una nota de fecha 19 de setiembre de 1994, dirigida al ministro de Agricultura y Ganadería, los pobladores del asentamiento de Capi'ibary solicitan la solución al problema social que afecta a unas 500 familias campesinas sin tierra, asentadas en forma pacífica y continuada en una fracción de tierra en la finca Nº 199, propiedad del Ministerio de Agricultura y Ganadería desde el año 1989. La nota refiere también que el expediente 9346/91 del IBR estaba parado en su tramitación. En la nota en cuestión se apunta también que en tres o cuatro oportunidades los ocupantes fueron violentamente desalojados por Policía especializada por orden judicial, en un juicio de interdicto en el que no tuvieron ninguna participación y menos aún notificación; se menciona que en los desalojos fueron totalmente destruidos por quema los ranchos construidos por los ocupantes.

En una de las reuniones entre ocupantes y el viceministro, éste indicó a los campesinos que, según la acusación de dirigentes de la Seccional Colorada local, los 34 campesinos acampados frente al Parlamento eran los únicos que creaban problemas.

En medio de las tensiones, en el mes de octubre de 1994, el Ministerio de Agricultura dispuso, a través del viceministro, que las 500 familias definitivamente queden a ocupar las tierras del MAG (Finca Nº 199). El viceministro de Recursos Naturales, nota de por medio, hizo notar que en las esferas oficiales se estudian alternativas de solución para el problema de la ocupación de la reserva de Capi'ibary (Véase Figura 2.2.1).

A principios de noviembre siguiente, la prensa se hacía eco de la inminente decisión del MAG de adjudicar las 5.000 has. a las 500 familias ocupantes de la Reserva de Capi'ibary, pero con un control estricto sobre la explotación agrícola y forestal en consonancia con el proyecto de manejo integral de recursos forestales que el MAG debía ejecutar con la cooperación técnica del Japón (Véase Anexo 2.2.1).

Mientras en un frente se avanzaba por lo menos a nivel retórico, en otro frente la situación más bien se agravaba. En reacción al hostigamiento de dirigentes de la Seccional Colorada local en el mismo mes de noviembre, la Comisión Vecinal, a través de una nota dirigida a la presidenta de la Comisión Bicameral de Investigación, senadora Elba Recalde, denuncian a líderes políticos locales la constitución de una comisión vecinal paralela a la de ocupantes censados que venía gestionando la legalización del asentamiento; los líderes en cuestión alentaban también la venta de madera del asentamiento.

Se trataba de formas de violencia atizada desde arriba que se replica hasta hoy en nuevos asentamientos de modo a alimentar clientelas políticas; en esa lógica prebendaria se ganaba por dos carriles, ya que por una parte se dividía para reinar y se aumentaba la clientela en el nuevo asentamiento, y, por otra, se lucraba con la venta de rollo de lo que se suponía era una reserva forestal (Figura 2.2.2).
Sin dudas el conflicto de los ocupantes con el Centro Forestal de Capi'ibary se dio también por la forma de utilización de los recursos naturales; los ocupantes denunciaron a los responsables del Centro Forestal de la venta ilegal de rollos. Unos 80 productores llegaron a impedir la salida de camiones cargados con rollos, y finalmente se labró un acta en la que se hacía constar que los campesinos no eran los responsables de la venta de rollos; en esa ocasión los ocupantes primero impidieron que los camiones cargados con rollos salieran del lugar, y en espera de que vinieran los responsables del tráfico ilegal de rollos a interiorizarse de la situación, se ocultaron en el monte. El operativo resultó exitoso, ya que luego de algunos días llegó al lugar uno de los ingenieros del Centro Forestal Nacional, quien sorprendido in fraganti por los campesinos firmó el acta en cuestión, de modo a liberar su carga.



Figura 2.2.1.

MINISTERIO DE AGRICULTURA Y GANADERÍA

SUB-SECRETARÍA DE ESTADO DE RECURSOS

NATURALES Y MEDIO AMBIENTE

Asunción, 31 de octubre de 1994
RNMA Nº 508/94

Señor


Leoncio Portillo

Presidente Interino

Comisión Vecinal

3 de Noviembre

Capiibary

Tengo el agrado de dirigirme a usted, en relación a conversaciones mantenidas con los miembros de esa Comisión Vecinal sobre la ocupación de un terreno del Ministerio de Agricultura y Ganadería en Capiibary e informarle que esta Subsecretaría de Estado, luego de la realización del Censo de Ocupación en dicho lugar, llevado a cabo durante la primera semana de octubre, se ha abocado a estudiar alternativas de solución para el caso planteado sobre dicha ocupación.


Al respecto, hemos dispuesto que se lleve a cabo un estudio detallado de suelos para una racional planificación de uso de la tierra de acuerdo a la aptitud de los recursos naturales renovables.
A los efectos de agilizar la realización de estos trabajos solicitamos la colaboración de los ocupantes del terreno para las diversas tareas de campo que deben llevarse a cabo. Asimismo, solicitamos la designación de 2 representantes de esa Comisión Vecinal para el seguimiento de los trabajos de elaboración de alternativas, siempre dentro del marco legal vigente al que debe supeditarse cualquier decisión final.

Atentamente.

Víctor César Vidal

Viceministro



Figura 2.2.2.
Asunción, 24 de noviembre de 1994

Señora


Presidenta de la Comisión

Bicameral de Investigación

Sen. Nac. ELBA RECALDE

P R E S E N T E

LEONCIO PORTILLO Y NARCISO RUIZ, en representación de la Comisión Vecinal 3 de Noviembre del Distrito de Capi'ibary venimos a formular formal denuncia contra miembros de la Seccional Colorada y Concejales Municipales de dicha localidad, Señores Justo Franco, Presidente de Seccional, Domingo Rolón, Concejal Municipal y Luis Galeano, Presidente de la Junta Municipal por actos que pasamos a relatar:
Que los nombrados conformaron una Comisión Vecinal paralela en el asentamiento “Capi'ibary”, con fines de dividir a los miembros del asentamiento legítimamente constituidos.
Los denunciados están instigando permanentemente a los campesinos asentados a extraer rollos de madera y a la fabricación de carbón.
Posterior al censo realizado en el asentamiento, estas personas introducen a más gentes en el asentamiento supuestamente bajo su responsabilidad y los mismos responden a la Subseccional que estos políticos crearon en el asentamiento.
Estas personas son ubicadas en el centro urbano de la ocupación, siendo la Iglesia y la escuela los lugares de ubicación de estas personas. Y además invaden el lote que se dejó reservado para la chacra comunitaria, destruyendo las plantaciones de algodón, maíz y maní.
La Comisión Vecinal paralela, que se conformó, está integrada por miembros de la Subseccional, el coordinador de la Iglesia y sargento de Compañía, quienes patrullan las calles del asentamiento con armas de grueso calibre (revólver, rifles y escopetas), habiendo atropellado a varias casas de familia del lugar y persiguiendo a los adherentes de la Comisión Vecinal ya constituida.
La presente denuncia es a los efectos de preservar la tranquilidad y seguridad de los pacíficos ocupantes del asentamiento y solicitamos se sirva comunicar de esta situación al Ministerio del Interior y al Ministerio de Agricultura y Ganadería con el fin de buscar la solución a los graves problemas que genera la misma.

LEONCIO PORTILLO NARCISO RUIZ

C.I. 1.094.828 C.I.: 942.655
Presentado ante la Secretaría de la Comisión Bicameral de Investigación el día 24/11/94, 17:30 horas.

En la cronología de la constitución del asentamiento se indica que en el mes de noviembre de 1994 se elaboró un censo de los pobladores que llegan a 498 familias. Ya en este momento la Subseccional colorada de Potiy estaba buscando la constitución de una comisión paralela a la ya reconocida por el IBR y por el Ministerio de Agricultura y Ganadería. En este momento del proceso se menciona que Capi'ibary se constituiría en la primera colonia Agroforestal, aunque la misma está prevista ya en la ley muy anterior a la de 1963.


En marzo de 1995, la violencia interna en la Colonia Capi'ibary se proyecta en un homicidio de Bernardo Díaz causado por los seccionaleros que se pensaron denunciados por la venta ilegal de rollos; siguiendo las gestiones, en junio de 1995 se discutió la constitución de una comisión interinstitucional que implemente los planes referidos a la Colonia Agroforestal. Un miembro de la Comisión Interinstitucional fue un representante del área rural del CIPAE, y dos meses después, en el mes de agosto, ya se había constituido una Comisión de Desarrollo Comunitario que tenía un representante cada 1.000 metros que analiza los distintos aspectos del asentamiento.
En setiembre de 1995 se discutían ya en el Comité de Iglesias los componentes de una colonia agroforestal. En el mismo mes los representantes campesinos de la Mesa Coordinadora del Asentamiento Agroforestal de Capi'ibary reiteraron a los miembros de la Comisión Bicameral de Investigación una denuncia concreta acerca de la tala indiscriminada de árboles y el posterior tráfico ilegal de rollos dentro de la colonia, con complicidad del funcionarios del Servicio Forestal Nacional y participación activa de políticos locales del partido oficialista.
En la denuncia se indica concretamente a los involucrados en el tráfico de rollos, Martín Toledo, Benicio Toledo, Antonio Sosa, Severo González, Francisco Solano González y Víctor Méndez. Según denuncias formuladas ya el año anterior, estas personas contaban con la complicidad del presidente de la Seccional Colorada local, Justo Franco; el concejal municipal Domingo Rolón, el titular de la comisaría de Capi'ibary Juan Rolón, e incluso un capitán del Ejército. En ese momento existirían ocho tractores (desalijadoras) de rollos, ocho motosierras y un camión marca Mercedes Benz que cortan los rollos y lo transportan hasta la empresa HG en Coronel Oviedo. Los denunciantes son Leoncio Portillo, Arnaldo Benítez, Fidelino Pesoa, Roberto Benítez y Joaquín Arévalos91.

En la última semana de octubre de 1995, los pobladores cerraron el camino que lleva a Curuguaty todo el día como parte del programa de actos de protesta por la deliación de las gestiones. A resultas del cierre de caminos llegó al lugar el viceministro de Recursos Naturales. En relación a este episodio un protagonista relata como las partes involucradas en el conflicto movilizaron sus recursos buscando una salida que les fuera favorable:



En esa oportunidad cerramos la ruta 8 horas. Antes de programar nuestra salida, estaba un comisario de apellido Rolón que nos amenazó que vendría con 200 cascos azules para apalearnos si cerrábamos la ruta. Pero igual nos fuimos sin dudar para el cierre, para defender el medio ambiente y la reforestación, por eso cerramos la ruta.

Vino el comisario Rolón junto a nosotros cuando hicimos el cierre y le exigimos que venga el viceministro de Recursos Naturales, en ese entonces el Ing. Arnulfo Fretes. El comisario intentó sacarnos del lugar pero no pudo, entonces los policías se quedaron a hacer guardia, porque les dijimos que se podían quedar sin molestarnos. Pero, al mismo tiempo, los rolleros y sus ayudantes, camioneros, motosierristas y algunos lugareños que querían vender la madera organizaron una manifestación en Calle 26 de Febrero. Hubo dos manifestaciones... les acompañaban choferes y sus ayudantes, tractoristas, motosierristas. Juntaron mucha gente de los alrededores y se manifestaron allí.

El recuento muestra cómo a las acciones de los ocupantes se respondía con reacciones de los contrincantes y viceversa; puede apreciarse también una modalidad novedosa que usan los grupos dominantes para debilitar a organizaciones de grupos subalternos:



El viceministro vino con otros que querían vender rollos, que no llegaba al 10% de los ocupantes. Salimos unas 350 a 400 personas del proyecto del Centro Forestal. Anduvimos por los montes porque nos amenazaban esas personas que querían vender rollos, porque ellos querían beneficiarse. Por eso nos fuimos. Nos amenazaban con matarnos. Se prepararon para hacernos retroceder. El la reunión el viceministro, para dividirnos, pidió que se anote el nombre de los que querían vender, porque el mismo tenía su aserradero. Los que acompañaban al viceministro eran relativamente pocos y querían vender la madera.

A eso de las 4 de la tarde llegó Arnulfo Fretes en una 4x4 flamante. Conversamos con él y nos prometió que vería la forma de parar la venta de maderas. El estaba totalmente informado por la Policía de lo que estaba pasando en el otro lugar, entonces pasó a la otra manifestación. Allí no estaba ni el 10% de los ocupantes del asentamiento, la mayoría era de afuera, y a ellos les dijo que podían vender la madera, que solo había que anotar quién quería vender, y con esa maniobra nos dividió.

El debió decirnos que al que no quería vender se vería la forma de respaldar y al que vendía se vería como procedería en su caso la Justicia. Había sido que el viceministro tenía un aserradero, entonces tenía un interés muy grande en la venta de maderas, por eso vino a hacer ese trabajo. Allí comenzaron los problemas más graves, ya nadie quería saber nada, porque el mismo vino a alarmar a los pobladores.

Las denuncias de la Mesa Coordinadora del asentamiento agroforestal Capi'ibary fueron reiteradas de nuevo en medios de prensa en noviembre de 1995 (Véase Figura 2.2.3). Con las referidas denuncias no se resolvían todos los problemas, ya que la Comisión Vecinal comenzó a tener dificultades internas en la medida que algunos colonos alentados por políticos comenzaron a comercializar rollos.

En otro incidente con los agentes externos que querían extraer rollos se congregaron más de 100 asentados con machetes, foizas y escopetas, pidiendo a los depredadores que estaban con dos camiones y cuatro tractores que en 15 minutos abandonen el lugar porque de lo contrario serían quemados. En esta oportunidad, efectivamente, lograron su objetivo los ocupantes, en tanto los rolleros desistieron de su intento.

Figura 2.2.3.-

La respuesta casi agresiva de los ocupantes en la defensa de sus intereses y la intensidad de sus movilizaciones, basada en la fuerte solidaridad interna, tenía su base en la convicción de los mismos de que las conductas de sus antagonistas colisionaban con sus concepciones morales de justicia por dos vías: la respuesta negativa al reclamo de regularización de la tierra ocupada y el negociado con los rollos a costa de los recursos naturales del asentamiento. En esas condiciones el actor colectivo anulaba complemente las conductas individuales.

En efecto, a esa altura de la movilización los colonos ya estaban organizados por manzanas; en situaciones de emergencia al escuchar la detonación de una bomba “tres por tres” los delegados debían llegar al lugar establecido, de modo a coordinar acciones. Dentro del sistema de seguridad organizado por la Comisión Vecinal los ocupantes brindaban protección especial al líder del asentamiento, de tal modo a evitar que el mismo sea detenido.

En la versión de los campesinos informantes, desde los primeros incidentes los técnicos del Centro Forestal buscaron el desalojo de los campesinos para comercializar libremente los rollos y para lograr este propósito buscaron cooptar al líder de la Comisión Vecinal, e incluso llegaron a implantar cultivos ilícitos para acusar a los campesinos.

El presidente de la Comisión Vecinal fue Leoncio Portillo, y personal ligado al Centro Forestal, en connivencia con los dirigentes de la Seccional local, trató de cooptarlo con ofertas de dinero, tal como será reseñado más adelante.

Para cooptar al líder de la Comisión Vecinal y debilitar la organización, primero se le ofrecieron 10 hectáreas con un chalet construido, que fue considerado de mal gusto por el dirigente campesino, que consideraba que él mismo podría construir para su vivienda. Cuando le ofrecieron 75 millones de guaraníes les respondió que también podría conseguir esa suma trabajando en forma honesta. Reflexionando sobre el incidente hoy, distanciado de las organizaciones de la colonia, el campesino en cuestión sigue considerando absurda la propuesta de renunciar a su liderazgo --para desmoralizar al grupo-- a cambio de dinero, y muy ingenuos a los que la formularon, y afirma sin pestañear: “En realidad no era yo el se iba a vender sino más bien iba a vender a mi gente y eso no puede ser”, y ciertamente choca con cualquier sentido moral la posibilidad de pensar en términos de objeto transable comercialmente el destino de seres humanos.

Es importante notar que los intentos de cooptación del líder de la Comisión Vecinal no tuvieron eco favorable, dado que según las convicciones de este líder el no podía beneficiarse con la vida de otros, entre los que estaban incluidos sus propios parientes, a los que estaría vendiendo de aceptar la oferta de dinero a cambio de su desistimiento.

La Colonia Agroforestal Capi'ibary finalmente fue delimitada con 6000 hectáreas con 585 parcelas familiares; en la desafectación de las 6.000 hectáreas de la reserva forestal del MAG se consignó que la fracción será asignada a un asentamiento modelo. Este fue el resultado de un proceso que tuvo tres desalojos violentos; en uno de ellos murió Aldo Brizuela.

En este caso la solución o transformación del conflicto vino con el acuerdo final de las partes, una vez que el MAG aceptó la afectación de las tierras en disputa a la Colonia Capi'ibary (Véase Figura 2.2.4). Contribuyeron a esa solución las movilizaciones de los ocupantes basados en una organización espontánea y el apoyo de agentes externos ligados al CIPAE que aportaron lo suyo en la elaboración de una estrategia de solución del conflicto92. El convenio planteado por los campesinos para el desarrollo de una colonia agroforestal modelo no llegó a firmarse, y en esa medida los contrincantes de los colonos salieron lucrando con la venta de maderas, y concomitantemente con la depredación de los recursos naturales.

Figura 2.2.4.- Conflicto por tierra y recursos naturales en la Reserva de Capiibary


2.2.5.-La construcción de capacidades.


En la construcción de capacidades se insistía básicamente en el desarrollo de competencias organizativas, de aspectos legales y de manejo de recursos naturales. En el manejo de recursos naturales se insistía concretamente en la agricultura ecológica como alternativa de producción agropecuaria93.

En ese proceso, aunque no se consiguió con las autoridades del MAG la firma de un convenio para el desarrollo de una colonia agroforestal, se aprovecharon las conversaciones mantenidas con un ingeniero forestal, Oscar López, sobre sistemas agroforestales y eso volvió a entusiasmar a mucha gente, que comenzaron de nuevo a plantar especies forestales “Juntamos las semillas de los montes, transplantamos los hijuelos que encontramos y hasta ahora mi terreno no está tan depredado como los otros”, señala un informante.

En el conflicto abierto por la apropiación y uso de los recursos naturales pesó la conciencia ambiental, que había madurado en la confrontación con los depredadores que buscaban el desalojo de los ocupantes. La versión de uno de los colonos es ilustrativa:

Nosotros mezquinábamos las plantas y no queríamos que se vendan los rollos... Yo mezquino las plantas porque ya entiendo, provengo de un lugar donde ya no queda nada de leña. Por eso cuido la naturaleza y cuidar los árboles es cuidar la naturaleza. Estás viendo cómo se manejan acá las parcelas, no se desperdician las plantas y se las cuida para que crezcan y se reproduzcan.

2.2.6.-El retorno al comportamiento individualista.


La colectividad de la colonia agroforestal Capi'ibary constituye un caso típico de desmovilización posterior a la obtención de las parcelas familiares. En contraste con la organización compacta durante las movilizaciones para reivindicar la tierra, luego comenzaron los colonos a sus comportamientos de tipo individualista. Inicialmente con un petardo 3 x 3 se juntaban sobre la base de una organización territorial bien establecida y relaciones comunitarias densas, y en contraste luego regresan las relaciones sociales verticales y el comportamiento individualista.

Luego de la legalización del asentamiento, los líderes políticos ligados al partido oficialista quisieron cooptar a los líderes para que acepten la venta de rollos; ante la negativa de estos, los políticos en cuestión sugerían a los ocupantes que desplacen a sus dirigentes porque “okaru rei penderehe”. Ya legalizadas las tierras, parte de los colonos comenzaron a vender maderas alentados por los dirigentes locales de la Seccional, y como resultado la organización interna comenzó a dividirse.

En el momento más crítico, durante la campaña en las internas del Partido Colorado, los líderes externos daban carta blanca a sus seguidores, y aunque algunos afirman que la plata conseguida legalmente es más duradera, otros tenían una posición diferente. Los líderes políticos oficialistas locales se propusieron dividir a los campesinos para poder tener influencia sobre ellos y también lograr la ventaja de la comercialización de productos forestales, y lo lograron sin mayores inconvenientes. Un protagonista, a su modo, reconstruye la experiencia:

Cuando se inició la coordinación, la Central funcionaba en 4 de Mayo y cada 8 días teníamos reunión, y de ahí cada base nos enterábamos de todo. Entonces los políticos empezaron a ingresar, primero lograron la adhesión de un catequista, en 1º de Marzo, y aprovechó la influencia que tenía, ya que había muchos fanáticos por su religión católica y empezó a organizar a la gente..., primero tomaron a unos quince colonos... estaban todos enloquecidos en el comienzo bebían y vendían la madera, y entonces siempre tenían con qué beber...entonces comenzó a abandonarse la atención de los viveros comunitarios.

...ese desbande para nosotros resultó muy negativo... por primera vez en esa época escuchamos que en Paraguay habría un cambio en ese sentido, si se plantaban árboles la gente obtendría sus títulos y se establecerían en el lugar. Así se originó esta colonia. Pero todo se echó a perder, finalmente ya no pudimos, porque estábamos frente a un conflicto muy grande. Los otros se preparaban y se emborrachaban todos los días y no había forma de dialogar con ellos, entonces.. Luego avanzaron en distintos sectores de la colonia: Tomaron 1º de Marzo, después 26 de Febrero y finalmente ya entraron en 4 de Mayo. Empezaron por San Isidro y después 3 de Noviembre, primera zona. Nos amenazaban con cerrarnos caminos, que no podríamos ir al pueblo a caballo ni en carreta. Acá había mucha madera. En otra parte ya se había extraído toda la madera de primera. Un capitán intentó hacer reuniones. Había un compañero que vivía en frente, se llamaba Pedro Martínez, estaba en la OLP, éramos jefes de grupo acá, juntos, en el grupo 9. Nos íbamos juntos a las reuniones.

En algunos sectores de la colonia con mayor cohesión interna y conciencia política más madura, los agentes externos no lograron sus propósitos según el recuento del mismo informante:



En una ocasión le dijo al capitán que estaba muy contento de que viniese y le hizo otros comentarios: “Pero nosotros estamos muy tranquilos en San Rafael, 2ª Zona, y no queremos que vengan a molestarnos. Conocemos muy bien los artículos en los que se menciona que los militares no deben actuar en política, pero su camioneta está llena de personas con pañuelos colorados”. En esa ocasión el capitán dijo que no era político, que no se metía en política. La gente le preguntó por qué estaba acompañado de esas personas que tenían pañuelo colorado si no se metía en política. Los otros se ofendieron porque su respaldo era el capitán y él prácticamente se desentendió de ellos. Los acompañantes se fueron y no volvieron en este sector de la colonia.

En esa ocasión también decidimos que los que querían vender maderas podían hacerlo, ya había pocos interesados en la venta de madera en esta zona. Nosotros decidimos quedarnos acá, unas 50 personas que éramos las que más mezquinábamos las maderas. Aunque dábamos, por lo menos lo dábamos racionalmente, ahora se entra a los montes y apenas se encuentra guatambú, ya casi no hay. Solo queda aguai, aunque ahora también se está sacando como rollo. Se están acabando nuestros montes, pero hay unos pocos compañeros que todavía cuidan esos recursos.

En aquel momento los políticos ganaban al vender rollos y también ganaban votos, obtenían dos ganancias al mismo tiempo. Conseguían seguidores diciéndoles que no era prohibido vender madera, que era de ellos. “La madera es de ustedes --nos decían--. No van a ganar tierras con viveros... cuándo se ha visto eso. No, no van a ganar esta tierra con terrenos plantados de arbolitos. Con arbolitos no van a ganar tierras”.

Es importante notar que el mayor daño de la intervención de los políticos vino cuando uno de los operadores políticos les dijo que realmente podían hacer lo que querían con los recursos forestales y que podían venderlos, si así lo querían. Las fracturas internas a la colectividad de los colonos se proyectaron en conductas violentas, incluso en un homicidio (Bernardo Díaz); los homicidas del mártir del asentamiento habrían pensado que el mismo les había denunciado por la venta ilegal de rollos.



Como resultado de la división interna, la mayoría de los viveros que existían, cada 1000 metros dentro de la colonia agroforestal, quedaron abandonados y quedó patente que los colonos habían perdido autonomía en relación a los líderes del pueblo. A esta altura de los acontecimientos, la fractura interna estaba consumada y los viveros destruidos y abandonados en gran parte, y los “politiqueros” locales --tal como son definidos por los colonos-- lograron sus propósitos, por lo menos temporalmente.

Los colonos concientizados acusaron el golpe, y desmoralizados quedaron retraídos temporalmente. Uno de ellos con nostalgia recuerda las vicisitudes sufridas:

En ese tiempo nosotros ya teníamos viveros, habíamos programado como campesinos que somos, hicimos un plan como le gustaba a la gente. Nosotros organizamos solo eso, procuramos, hacíamos actividades, colaborábamos y comprábamos macetas cada grupo. Semanalmente cada grupo preparaba su viverito y por eso salió la idea de hacer un convenio para que cada ocupante plante árboles en el sistema agroforestal. No se llegó a firmar el convenio con el MAG. Si eso hubiese ocurrido, no íbamos a estar así en esta colonia. Hubiéramos tenido buenos caminos, escuelas de material y colegio. Al mismo tiempo, la idea era tener aserraderos, esa era la idea desde el principio. Pero los políticos destruyeron todos esos planes. Comenzaron destruyendo los viveros: Eso empezó en Calle 1º de Marzo, en las noches, destruían los arbolitos, las macetas eran tiradas, no amanecían las plantas en los viveros.

Lo cierto es que, al poco tiempo de legalizado el asentamiento, la Comisión Vecinal perdió fuerzas y finalmente la colectividad del asentamiento quedó atomizada con el predominio de agentes externos ligados al partido oficialista, interesados en la comercialización de rollos. El propio sistema establecido arrastró a las conductas individuales luego de haber logrado el acceso a la tierra, y los actores beneficiados con el sistema en cuestión trataron --con éxito-- de atraer a los campesinos a las huellas viejas. El mismo efecto contagio del comportamiento individualista prevaleciente contribuyó a la desmovilización. Según veremos en un segundo momento, cuando las necesidades del nuevo asentamiento se vuelven apremiantes, los campesinos vuelven a reagruparse.


2.2.7.-La reconstitución de organizaciones de base y la búsqueda de nuevas estrategias productivas.


A la fragmentación interna referida siguió un proceso de reconstitución de organizaciones de base territorial, unos años después del desbande. La constitución de varias organizaciones, cinco solamente en la calle 3 de Noviembre, por una parte genera el desconcierto de un sector de productores, que piensan que solamente debía existir una organización que representara a todos los colonos, pero por otra alimenta el optimismo de otros, y en algunos casos dan respuestas efectivas a las necesidades de comercialización, al punto que los productores de Capi'ibary proveen cerca del 10% de los productos hortícolas demandados en el Mercado de Abasto de Asunción.

La organización más próxima al pueblo, se fundó en 1996, es la denominada Kokue Poty y tiene 55 socios, y tiene un local de comercialización ligada a CECOPROV, en el Mercado de Abasto de Asunción, donde comercializan granos y hortalizas diversas.



La OLT que tiene aproximadamente 300 socios, en la Colonia Agroforestal de Capi'ibary tiene siete comités de productores que trabajan conjuntamente con BASE IS y con SEIJA, liderado por el abogado Alberto Alderete; la OLT consiguió la financiación de un proyecto por la SAS, con la asesoría de BASE IS. El proyecto en cuestión tiene diversos componentes.

Por otra parte, la Asociación Campesina de la Colonia Agroforestal de Capi'ibary ACAP fue constituida en 1998, tiene ocho comités y aproximadamente 100 socios que trabajan con la asistencia proporcionada por el Area Rural del CIPAE; sus socios no tienen resuelto el problema de la comercialización de sus productos.

ACADEI tiene una organización local de poco más de 30 productores. Finalmente, existe un grupo de ocho productores incorporados a APRO (Asociación de productores orgánicos) que reciben asistencia técnica puntual del Area Rral del CIPAE y de ALTER VIDA, que comercializan canasta familiar de producción orgánica con 113 clientes en Asunción; sin embargo, no todos los productores pueden cumplir con los requisitos que les plantea Alter Vida.

El Comité de Productores “Reinaldo Díaz” (mártir del asentamiento) tiene en gestión un proyecto para asignar 20 lecheras a sus socios.

La OLT así como ACADEI hacen parte de la MCNOC, que se reúnen para coordinar sus actividades mensualmente. Los líderes de la OLT indican que no son partidarios de recibir solamente asistencia técnica, ya que también precisan asistencia crediticia, asistencia para mercados, inclusive, asistencia para poder resolver sus problemas de salud; indican también que quieren preservar su autonomía. “La Asociación de Productores Agrícolas de Capi'ibary”, filial de la OLT, necesitará ciertamente asistencia técnica para la operación de las agroindustrias que están siendo financiadas por la SAS.

A las organizaciones locales ya mencionadas se suman las propias organizaciones territoriales de la Iglesia Católica, que nominan a sus líderes siguiendo el modelo de las comunidades cristianas de base, que pareciera van quedando más con el componente ritual que con sus contenidos iniciales.

Las organizaciones que hoy existen buscan los mismos objetivos pero tienen dificultades para coordinar sus acciones, lo que podría resolverse con un facilitador que plantee la coordinación de acciones a un nivel más inclusivo.

Mientras tanto debe potenciarse un rasgo común a las diversas organizaciones que está dado por la orientación agroecológica; entre los productores asociados se aprecian el respeto a la naturaleza y la producción orgánica, sin empleo de agrotóxicos. En contraste, los colonos no organizados siguen comercializando, al comienzo del nuevo milenio, lo que queda de madera, para pasar, en la etapa terminal, a la comercialización del carbón. En este punto es importante notar que la producción de carbón en hornos no es compatible con los cultivos, ya que una vez que el productor comienza el ciclo es difícil pararlo y regresar a la producción agrícola. Por otra parte, la destrucción de toda vegetación implica desertificación creciente con la indigencia como correlato.

Foto: Angela Brachetti


1   ...   6   7   8   9   10   11   12   13   ...   26


Verilənlər bazası müəlliflik hüququ ilə müdafiə olunur ©atelim.com 2016
rəhbərliyinə müraciət