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Por la religióN, la patria y el rey: vencer o morir


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POR LA RELIGIÓN, LA PATRIA Y EL REY: VENCER O MORIR

Banderas y estandartes de los Voluntarios de Madrid (1808-1816)



José M Guerrero Acosta
Tras el levantamiento del 2 de mayo de 1808, la guarnición de Madrid comenzó a desertar en masa de sus acuartelamientos. Los titubeos de las autoridades españolas, la confusión, el vacío de poder, y la actitud del pueblo, soliviantado por los agitadores, deciden a soldados y oficiales a abandonar la capital, sobre todo tras la represión de Murat, y al afianzarse la ocupación militar por los franceses, ya sin tapujos. Como anotaría el capitán López de Barañano, del regimiento de voluntarios del Estado (al que pertenecía el teniente Ruiz Mendoza, héroe de Monteleón junto a Daoíz, Velarde y otros oficiales y soldados de artillería y del mismo regimiento): <<Fui al Quartel donde estaba desesperado el oficial de prevención, D Juan Vázquez, pues que se le habían escapado tantos soldados por las ventanas y que aquello era un desorden; en fin, me despedí de aquel sitio y banderas para no volverlas a ver y la verdad con bastante dolor>>. El cuartel del regimiento, que era la llamada “casa grande de Mejorada”, también conocida como del marqués de Guadalcázar, sita en el actual nº 65 de la calle San Bernardo, quedaba abandonada al decretarse la disolución de la unidad en junio de aquél año. No sabemos que suerte corrieron aquellas banderas, de las que hoy no poseemos dato alguno sobre los detalles de su diseño.
Tras conocerse el resultado de la batalla de Bailén, a finales de julio, la corte de José Bonaparte y la guarnición francesa abandonan la capital, hacia la línea del Ebro. Resurge el fervor popular de los madrileños; se crea apresuradamente una Junta de Armamento y se decide la creación de un regimiento de voluntarios de infantería y otro de caballería para unirse a los ejércitos que ya luchan contra el invasor. Los escasos soldados de los Cuerpos disueltos que se habían quedado en la ciudad formarán el cuadro sobre el que se organizan estos cuerpos. La respuesta popular parece que fue entusiasta, pues se reunieron unos tres mil setecientos voluntarios, “Hijos de grandes de España, títulos de Castilla, caballeros, letrados, comerciantes y demás clases honradas” según relata Clonard. Como Coronel se nombró a D. Antonio de Comas, el cual procedió a enviar a sus casas a setecientos hombres que no tenían condiciones para el servicio, quedando el resto encuadrados en tres batallones. En la casa grande de Mejorada se hallaban embalados sin estrenar, los uniformes del disuelto Regimiento de Voluntarios de Estado, que sirvieron para vestir a la recién creada unidad. Estos uniformes, eran del modelo dispuesto en el reglamento de 1805, es decir, casaca y calzón blanco, vivos, cuello, vueltas y solapa carmesí, botón dorado, y, (según las láminas del estado militar de 1805), una granada dorada en el cuello. Hemos encontrado la confirmación de que primer Regimiento de Madrid vistió este uniforme en una lámina coloreada que representa el ejército del centro el 10 de enero de 1809, (Archivo General Militar de Madrid, colección general de documentos, sign. 3-3-11-7); así como en una lámina coetánea que se encuentra en la colección de D. Alfonso Ceballos Escalera. El armamento y correajes se consiguieron del que se estaba almacenando en el Parque de Artillería desde la marcha de los franceses.
En el mes de julio se decretaría la formación del 2º Regimiento de Voluntarios de Madrid, al mando de D. Manuel de Armengol, contando con dos batallones y un total de mil seiscientos hombres. Según Clonard, se uniformaron con casaquilla y pantalón azules, vueltas encarnadas, y chacó con el escudo de la villa, datos que pudimos confirmar consultando un documento de 1811 existente en el Archivo General Militar de Segovia1, que describe la uniformidad del tambor mayor de esta unidad.
En cuanto a las banderas de estos cuerpos, hasta ahora sólo se conocía la existencia de dos ejemplares: Una, sencilla, que se halla muy deteriorada en el Museo del Ejército, y otra sencilla del 2º regimiento, que se encuentra en una colección particular en Alemania2. Hace unos meses tuvimos la fortuna de localizar un interesante expediente en el Archivo de la Villa de Madrid, de dónde provienen los datos que citamos a continuación, y que nos permite ampliar nuestro conocimiento sobre las vicisitudes de estas unidades en aquél período decisivo de nuestra historia.
Mientras se formaba el primer Regimiento de Infantería y el de Caballería, el ayuntamiento aprobó el 10 de octubre de 1808, costear la construcción de sus banderas, a petición de la Junta de Armamento3. En total se acordó encargar tres banderas de infantería, y 4 estandartes de caballería, con un coste de 36.000 reales, de los que se adelantaron 8.000 al bordador, D. Ramón Ponce (el cual, por cierto, no vería satisfecho el importe de su trabajo, ya que este sólo se terminaría de pagar por el consistorio, ya a su viuda, en diciembre de 1814). Además de las insignias, que estaban provistas de asta, moharra, casquillo y regatón, también se construyeron fundas y portabanderas. Por orden del Corregidor se efectuaron unos dibujos de los diseños, dos de los cuales se conservan en el archivo citado, aunque no están completos, pues carecen del dibujo de los Santos Patronos de la Villa, (La Virgen de la Almudena y San Isidro labrador), que como puede apreciarse en el ejemplar de Alemania, y se cita en el expediente, así como en la Gaceta de Madrid (1808, p. 1458) llevaban en su parte superior.

Las banderas del primer regimiento de infantería

El 25 de octubre de 1808 fueron bendecidas, y entregadas a la unidad con toda solemnidad en el convento de Atocha, las banderas del primer Regimiento, el cual salió a campaña el día 2 de noviembre, participando en la batalla de Tudela en noviembre, y siendo deshecho en la de Uclés4. ¿Qué fue de sus banderas? La Coronela está hoy desaparecida, y en cuanto a las sencillas, creemos que una de ellas es la que se conserva en el Museo del Ejército (se corresponde con los dibujos conservados en el archivo de la Villa). Ignoramos como llegó a él, puesto que no existe documentación alguna sobre ella, pudiendo proceder de la disolución de la unidad acaecida el 1 de marzo de 1809, tras la acción de Chinchilla, o ser la del 3º batallón que nunca llegó a constituirse por falta de efectivos.



El 2º regimiento de infantería



En relación con el segundo Regimiento, y según la Gaceta de Madrid, parece que en noviembre de 1808 se encontraba aún a la espera de bendecir sus banderas. Ante la inminente llegada de las tropas francesas, hubo de salir a campaña sin haberse logrado formar más que dos batallones, participando en la defensa de Somosierra, el 30 de noviembre, y posteriormente en la de Madrid. ¿Qué vicisitudes siguieron sus banderas? Ignoramos si llegó a recibirlas, puesto que en 1812, un vecino de la Villa, D, Francisco Conde, informaba al consistorio que estaba en posesión de una bandera del 2º regimiento de Voluntarios, que su hijo de 17 años había sustraído en 1809 de la casa del marqués de Bellíscar ocupada por los franceses5. Este marqués no era otro que el que había sido nombrado en 1808 Teniente Coronel jefe del primer batallón del 2º regimiento, según indica Clonard. Parece pues, que al menos esta bandera no salió de la villa, o si lo hizo, fue capturada en Somosierra y volvió a Madrid. También resulta curioso que según figura en otro párrafo de este legajo, se constata la existencia en 1813 y en las casas consistoriales de <<una vieja bandera del 2º regimiento de Voluntarios de Madrid6>>. Todo parecería indicar, por tanto, que el 2º regimiento combatió sin sus banderas. Pero hay datos contradictorios: La existencia de la bandera de Munich, capturada al parecer en combate, y que lleva la inscripción de “2º de Madrid”7; La existencia de la plaza de abanderado en los estados de fuerza del regimiento; y la existencia de una instancia8 firmada en febrero de 1816 por D. Antonio Josef Montemayor, a la sazón coronel del Regimiento de Voluntarios de Madrid, en esa época ya 44º de línea, dirigida al consistorio madrileño en petición de que se le proveyera de nuevas banderas, <<al no haber en todo el regimiento más que una bandera muy deteriorada por las difíciles circunstancias en que los valerosos hijos de esta capital han sabido evitar cayera en poder del enemigo como por desgracia ha sucedido en otras>>. Por tanto, sí podemos concluir que el 2ª regimiento utilizó al menos una bandera, durante toda la guerra, y que aún la conservaba en sus filas en 1816. La existente en Alemania, de ser cierto que fue capturada, podría pertenecer al 2º batallón, ya que el 1º debía llevar la Coronela9 , o bien al 3º batallón que no llegó a formarse. Quizás fuera capturada en Somosierra o la defensa Madrid, o posteriormente a alguna otra unidad que la estuviera utilizando en préstamo –cosa no inusual durante la guerra- o que simplemente fuera tomada de su depósito en Madrid por los franceses. En definitiva, acerca de la Coronela y la otra Sencilla, sólo podemos aventurar que una de ellas habría sido la sustraída de la casa del Marqués de Bellíscar, y la otra la que afirmaba tener el Coronel Montemayor en su regimiento en 1816, ya concluida la guerra. En cualquier caso, ninguna de las dos ha sobrevivido hasta nuestros días.

Los estandartes de caballería

Como se ha mencionado anteriormente, se confeccionaron 4 estandartes para el regimiento de caballería, que parece que no llegaron a serle entregados al no haber dado tiempo a bendecirlos10. Como confirmación de ello, 6 años después, el 1 de marzo de 1814, un acuerdo del Ayuntamiento Constitucional de Madrid, aprobaba formalmente la entrega que se había realizado en 1812 de dichos estandartes al Empecinado, (cuando éste hizo su entrada en la Villa junto con Wellington en agosto de ese año) quien tenía entre las fuerzas a sus órdenes otro regimiento de caballería con la denominación de Cazadores de Madrid11. Sin embargo, en una carta autógrafa del propio empecinado, fechada el 18 de marzo del año 1814, éste agradece a la corporación la entrega, pero anuncia que, por orden del Subinspector de caballería los devuelve para que sean entregados a su legítimo dueño, el aún denominado regimiento de caballería Voluntarios de Madrid12, que al parecer los había reclamado. El 6 de abril de 1814, un sargento y varios soldados del empecinado se presentan en la ciudad para devolver los estandartes. Estos tenían en una de sus faces el medallón de la Virgen y San Isidro con cenefa y flecos de plata al canto, y en la otra el escudo de las armas reales rodeado de cinta ondulante con la misma leyenda que los de infantería: “POR LA RELIGIÓN PATRIA Y REY FERNANDO VII VENCER O MORIR”. Ninguno de ellos ha llegado hasta nuestros días.


Hoy día por tanto, sólo se conserva en nuestro país una de las banderas –sencilla del primer regimiento- que simbolizaron la contribución económica y humana de los madrileños durante la guerra contra Napoleón. Siete largos años de lucha desde Cádiz hasta los Pirineos y el territorio francés. Sirvan estas líneas para honrar su memoria.

Nota 1: Agradezco a D.Luis Sorando Muzas su aportación de datos complementarios para este estudio.





1 Sección 2ª/10ª, Cuerpos en general, Batallones de voluntarios (Legajo 224)

2 Grávalos, L. Banderas de España, p. 151: En posesión de la Sra. F. Stadler de Munich, descendiente del soldado que la tomó.

3 Archivo de la Villa, Secretaría, tomo 17, 3-445-3

4 Ver artículo de Juan J. Sañudo sobre el historial de estas unidades en el número anterior de R&D.

5 Archivo de la Villa, Secretaría, tomo 17, 3-445-5

6 Creemos que es un error y se pueda referir a los estandartes confeccionados para el Regimiento de Caballería, o a la del 3º batallón del de infantería que no llegó a formarse.

7 Para diferenciarse de las del 1º, que no llevan mención al nombre del regimiento.

8 Archivo de la Villa, Secretaría tomo 17, Legajo 3-445-7

9 El 1º Batallón usaba la Coronela, con las armas reales, y los otros batallones, las sencillas con la cruz de Borgoña.

10 Gaceta de Zaragoza del 3-I-1809 que reproduce una noticia de la gaceta del Principado de Cataluña que a su vez transcribe una noticia escrita en Madrid el 29-XI-1808.

11 Ver artículo de Juan J. Sañudo sobre el historial de estas unidades en el número anterior de R&D.

12 Eran los restos del creado en Madrid en 1808.


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