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Se van a votar. Tiempo.

El pasado 23 de julio se cumplieron veinte años del fallecimiento del querido compañero Pedro Marinoni Barboza.

“Pedrito,” como lo llamábamos desde la militancia de la gloriosa JP. Al momento de su muerte ocupaba el cargo de Vicepresidente Primero de la Honorable Cámara de Representantes.

Quiero rendir homenaje al compañero, al diputado que dejó jirones de su vida en pos de la lucha por la democracia de nuestra provincia, siendo un ejemplo para todos los peronistas de esa época y los que aún transitamos esta historia política de la Argentina.

A través de este homenaje quiero rescatar los valores que Pedro Marinoni siempre tuvo como meta en su vida; cada vez que hablamos de peronismo, militancia, mística, lealtad, siempre está en el recuerdo el amigo y compañero “Pedrito” Marinoni. Es que dejó un ejemplo de todos los sueños acumulados en argentinos que preten-díamos una patria más justa, más libre y más soberana.

Pedro había nacido en Coronel Bogado, Paraguay, el 24 de noviembre de 1945. En su adolescencia se trasladó a Posadas donde inició su militancia política en las filas del peronismo, causa que abrazó hasta los últimos minutos de su vida. Siendo muy joven integró los cuadros intermedios de la Juventud Peronista de Misiones, por ello sufrió la persecución política, por su militancia en favor del regreso del General Juan Domingo Perón, en épocas en que el peronismo estaba proscripto. Fue detenido en numerosas oportunidades y quizás la de mayor relevancia que quiero compartir con los colegas diputados, fue la del 28 de diciembre de 1968. En esa oportunidad fue detenido en la puerta de la Iglesia de Dios en la ciudad de Alem, donde -minutos antes- había contraído matrimonio con la mujer que había elegido para acompañarlo en su vida, la señora Nilda Iris König, natural de Alem. En ese momento no se le permitió a Pedro ni siquiera el saludo de sus amigos y familiares por esa fecha tan significativa que estaba viviendo; en el atrio de la iglesia lo detuvieron. Fue secuestrado por el personal policial que lo detuvo ¿cuál era la razón? su permanencia junto a los obreros del ex frigorífico Posadas en el reclamo -con una olla popular- en pleno centro de Posadas. Esa fue la razón por la cual lo llevaron detenido en una de las noches que debía ser de las más felices de su vida, donde estaba sellando un pacto de amor con la madre de sus hijos y la mujer que eligió para acompañarlo en la vida.

Después de esto Pedro se radica en San Javier, donde realiza diversas actividades particulares y se dedica con alma y vida a la reorganización del Partido Justicialista en ese distrito; trabajó especialmente con la juventud de ese lugar y colaboró con la organización del sindicato que nuclea a los trabajadores de la Cooperativa Azucarera de San Javier. Pero uno de sus sueños se cumplía en abril de 1974: junto a otros jóvenes misioneros se entrevistó en la residencia presidencial de Olivos con el entonces Presidente de la República, el General Juan Domingo Perón, participando activamente en la organización de múltiples reuniones que el sector realizó posteriormente en la Provincia de Misiones, cuyo resultado fue la organización y normalización del Partido Justicialista.

En 1976, en la noche negra del 24, “Pedrito” fue nuevamente detenido y torturado por las Fuerzas Conjuntas. Su familia sufrió en esa triste noche el allanamiento de su domicilio. Fue cesanteado en su trabajo donde se desempeñaba como delegado del Registro de las Personas de la localidad de San Javier, pero pese a todo esto su militancia nunca decayó, desafiando la saña asesina de los golpistas cívico-militares, siempre estuvo con sus ideales a flor de piel, luchando por los derechos humanos, recaudando fondos para los compañeros presos y realizando consultas para encontrar a aquellos que estaban desaparecidos.

Justamente por esa lucha por los derechos humanos, en 1978 mientras jugaban un partido Argentina y Perú por la clasificación mundial, fue detenido nuevamente por la Gendarmería Nacional junto a otros compañeros. ¿De qué le acusaban a “Pedrito” Marinoni? promover la firma de uno de los primeros documentos que en la Argentina circularon en defensa de los derechos humanos.

Posterior a eso vuelve a Posadas, donde se radica hasta su muerte y siempre trabajando en la lucha interna por la organización del Partido Justicialista, integrando en ese momento la línea Liberación Justicialista y luego Afirmación Peronista.

En 1983 fue candidato a diputado provincial, ocupó el lugar Nº 20. El triunfo del partido centenario que se dio en la provincia en ese momento no le permitió ocupar la banca, pero luego por una denuncia uno de los diputados debió dejar su banca, Mario Cappagli, lo sucede en ese cargo “Pedrito” Marinoni.

Ahí estaba en esa banca la noche en que le dio el infarto y ocupando la vicepresidencia de este Cuerpo. Esa noche, el 22 de julio de 1993 en la Legislatura Provincial de la Provincia de Misiones, queridos diputados, se trataba la privatización del Banco Provincia de Misiones, con la cual “Pedrito” como un gran luchador de la causa justicialista, un gran defensor de la causa obrera, no estaba de acuerdo, pero debía cumplir con el mandato partidario y apoyarlo. No soportó “Pedrito” ir en contra de sus ideales y durante la sesión sufrió una descompensación, siendo auxiliado por diputados médicos que integraban otras bancadas. Fue trasladado a un sanatorio privado pero a las pocas horas falleció. Lo más triste de eso fue que después de un cuarto intermedio de un día se aprobó esa ley de privatización.

Pedro Marinoni Barboza sigue siendo en el recuerdo y en el corazón de sus seres queridos, de sus hijos, de sus compañeros de lucha y de militancia, una antorcha encendida que nos recuerda su fe en Perón y en su doctrina, que estará siempre en la gran historia de la Provincia de Misiones.

Y antes de terminar, quiero recordar que “Pedrito” tenía dos sueños: uno, estar con Perón, que lo cumplió en vida y el otro, era ver que se recibiera de abogado su hijo. Este segundo sueño no lo pudo cumplir porque murió un año antes, su hijo se recibió un año después. Los que permanecemos todavía y en mi caso, ocupo esta banca con alegría, porque me permite compartir con Juan Marinoni, hijo de “Pedrito” quien hoy es el Prosecretario Legislativo de este Honorable Cuerpo. Gracias.

Y en segundo lugar, señor presidente, quiero pedirle autorización para que el señor intendente de Gobernador Roca le haga entrega a usted de un presente. Gracias.

En un mes particular como es el mes de agosto y también a colación de lo que comenta la compañera Acosta, el 4 de agosto de 1976 era asesinado Monseñor Enrique Angelelli en La Rioja.

Me acuerdo que el año pasado me detuve haciéndole un homenaje a Monseñor Enrique Angelelli, que por su lucha como un trabajador de la iglesia, de la verdadera iglesia, de la que se ensucia los pies, de la que deja de pedir caridad para trabajar por la solidaridad, del tipo de iglesia que revolucionó el final del II Siglo, ese tipo de persona que con sotana o sin ella, nos ha hecho aprender a vivir la historia con una profundidad y con un compromiso político diferente y con la frente alta cuando hablamos de política, porque hablamos de seres humanos, porque hacemos política para mejorar la vida de seres humanos.

Y en este perfil y el recordatorio de Monseñor Angelelli, a quien elevo hoy una plegaria y un homenaje en este Recinto, recuerdo a los que también en algún agosto y también vistiendo una sotana de esa magnitud, hicieron tanto por la Provincia de Misiones.

Nosotros también tuvimos revolucio-narios, que quizás muchas veces no tienen el espacio de los homenajes porque a lo mejor no coincide la fecha de nacimiento o la de fallecimiento, pero sí coinciden los hechos contundentes que han trascendido en la historia de Misiones.

Quiero recordar a dos sacerdotes que trabajaron muy juntos, hablo de Monseñor Jorge Kemerer y de José Czerepak, los dos cada uno con su camino y una historia diferente, pero en el mismo perfil de Monseñor Angelelli, hicieron de su militancia social, dentro del sacerdocio, un ejercicio.

Quiero recordar a Monseñor Kemerer, con su humildad, cuando recién fue nombrado Obispo, en el 97 y se le encomendó que organizara la diócesis de la provincia, no nos olvidemos que estábamos recién siendo provincia, su fecunda tarea para organizar la diócesis en forma inmediata, nosotros recién iniciando nuestro camino de provincialización. Su fecunda y gran preocupación ya desde el 37 en su función sacerdotal, pero pedagógica, en la formación tanto de los colegios como de sus propios sacerdotes. Él fue el que propuso cambiarle el nombre al Colegio San Miguel y ponerle el nombre de Roque González al hoy Colegio Roque González, cuando era director en el año 1937, él fue el fundador del Instituto Superior Montoya, del cual se desprendió el Politécnico Janssen, el Bachillerato Humanista; pero además se preocupó y asistió al Concilio del Vaticano II, que fue el que dio origen al movimiento de sacerdotes tercermundistas. Y me quiero detener ahí porque aquí es donde se produce el enlace en la vida de este obispo que venía de una iglesia, quizás un poco más ortodoxa, como venía en su momento Monseñor Kemerer, con el enlace que hace a partir de esta formación del hombre nuevo que proponía el Concilio Vaticano II, a pedido de lo que necesitaba la sociedad.

Esta reformulación de lo que era el sacerdocio, esta reformulación de lo que eran los actos litúrgicos, de cómo la Iglesia tenía que abrirse a otras religiones, a otros credos, a convivir con otros credos, y es aquí donde se produce la transformación de Monseñor Kemerer, una transformación muy profunda, porque comienza no solamente a practicarlo desde el hacer en las comunidades de las villas, en el interior, preocupándose por las tierras, por la regularización de tierras, preocupándose profundamente por lo que eran los inmigrantes golondrinas, estamos hablando de Paraguay y Brasil; además estamos hablando de momentos y de tiempos ya de la dictadura de Stroessner en donde Monseñor Kemerer era quien se encargaba de asilar y ayudar a las familias paraguayas que caían aquí sin nada, con una mano atrás y otra adelante, silencioso, sin necesidad de prensa, sin necesidad de marketing, sin aparecer como figura en ningún canal, ese era monseñor.

Y fue Monseñor Kemerer quien le brindó el camino a José Czerepak para que este cura venido de Gobernador Roca, trabajando en la chacra con su familia -recordemos que él venía de una familia ucraniana de Gobernador Roca- pudiera estar al lado de monseñor en la Catedral.

Y en la década del 60 empezando su trabajo con la villa del Tiro Federal, después siguiendo su trabajo en la Capilla Sagrada Familia donde lo coloca monseñor porque veía una necesidad fuerte de trabajo, con toda la zona costera, es monseñor quien lo vuelve a traer a la Catedral y le da la posibilidad a Czerepak de que modifique los actos litúrgicos dentro de la Iglesia Catedral, quiero detenerme en esto porque a veces en nuestro mundo global parece que estas cosas nunca pasaron, pero antes los servicios religiosos tenían categorías, no era lo mismo bautizar a un niño de una familia que podía pagar la alfombra y las velas, que a una familia que no tenía qué comer. Y es Czerepak, quien con el acompañamiento de Monseñor, dice: a partir de hoy todo el mundo se bautiza igual, tenga o no tenga, acá hay velas, hay alfombra, y no sólo eso, sino que también se encargó de hacer repintar la iglesia por dentro porque estaba excedida en pomposidades en lo que eran los frescos que adornaban la bóveda.

Esa era la iglesia tercermundista, esa era la iglesia de nuestra Misiones de los 60, de los 70, esa es la iglesia que en agosto del 72 no se prestó a brindar el Tedeum cuando el dictador Alejandro Lanusse, vino a querer hablar con el MAM recién conformado, el MAM se negó y el mismo presidente de facto de aquel momento exigió ese Tedeum y fue José Czerepak, quien con el respaldo de Monseñor Kemerer tuvo la dignidad de no oficiar el Tedeum y este dictador se tuvo que marchar así como vino.

Estas acciones quizás tan silenciosas, si las vuelvo a decir, calladas, transitadas en la historia como un efecto mariposa, digo yo, porque no venimos de un repollo, pero sí venimos de una transformación, de una maduración que nos da una cadena de acontecimientos y sobre todo la capacidad inteligente de la memoria, que no es el rencor, el rencor es una emoción como el miedo, la memoria es una capacidad inteligente que podemos ejercitarla, la debemos ejercitar y es obligación nuestra, de los legisladores que aquí estamos, volver a traer a la memoria este tipo de ejemplos, como lo trae la compañera Blanca Acosta cuando habla de “Pedrito” Marinoni y recuerda la privatización negra del Banco Provincia de Misiones.

Yo quiero, cerrando esta exposición, en la historia, así como a Monseñor Angelelli lo asesinan descaradamente en La Rioja, por haber sido un cura que defendió a las prostitutas, que sacó a la luz y denunció las salas de juego, el comercio de la droga, trabajó con las villas y organizó a los trabajadores en cooperativas, quiero en la figura de él recordar a los que silenciosamente partieron.

Czerepak después de un exilio de casi veinte años, intentando volver a su provincia en el año 84, se encontró perseguido en plena época democrática, sin embargo, por sistemas de información, porque convengamos que aquí no estaba desarmada la SIDE ni los mecanismos y tuvo que volverse a ir, en plena democracia, de Andresito se fue, volvió a Alemania donde completó su vida, hasta que pudo volver en el año 96 a instalarse en Colonia Delicia, el hogar de sus padres; instalarse, hacerse cargo de la capilla en Colonia Alberdi, que luego fue parroquia y él tuvo la posibilidad de inaugurarla. Sin embargo partió silenciosamente un diciembre de 2011, casi sin prensa, casi como fue su vida, pero, dejando una gran huella, de la misma manera que aquel Monseñor que supo sacarse la sotana en las cárceles, que supo llevar la mano a los familiares, como fue Monseñor Kemerer, se fue a fines de junio de 1998, sufriendo la tristeza del hambre de la década neoliberal y viendo cómo todo su trabajo sacerdotal tercermundista se diluía en la historia de la triste década del 90. Por eso quiero, simplemente, pedir que no nos olvidemos de no olvidar. Gracias.

Dirección General de Taquigrafía

Cámara de Representantes

Provincia de Misiones

Ante el incumplimiento del cargo impuesto, la propiedad es revocada a favor del Estado Provincial.

A tales fines, basta la presentación del interesado en la causa correspondiente, dentro de un término perentorio de ocho (8) días, acreditando ser ocupante, para que el desalojo no pueda llevarse a cabo.

La suspensión del desalojo se ordenará inaudita parte.

Artículo 2.- Suspéndense hasta el 31 de mayo de 2014 las ejecuciones de sentencias que tengan por objeto ordenar el remate sobre los inmuebles urbanos destinados a vivienda única y familiar y a vivienda y producción agropecuaria única y familiar llevada a cabo sobre predios urbanos y rurales, respecti-vamente.

Artículo 3.- Se entiende como inmueble destinado a vivienda única y familiar, al urbano de uso permanente que constituya el domicilio real del grupo familiar.

Se entiende como inmueble destinado a vivienda y producción agropecuaria única y familiar, al rural de uso permanente que constituya el domicilio real del grupo familiar.

a) personería jurídica otorgada por organismo competente;

b) diez (10) años de existencia o antigüedad;

c) suscripción de convenios con los municipios y/o el Consejo Provincial de Deporte y Recreación, para el uso gratuito de sus instalaciones en aquellas actividades organizadas o auspiciadas por éstos.

a) remitir al archivo, los Expedientes: D 39.908/13; D 36.519/12; D 36.669/12; D 36.715/12; D 36.737/12; D 37.293/12; D 37.986/12; D 38.741/12; D 38.794/12; D 39.986/13; PE. 9.266/13; CO. 5.782/13; D 36.311/12; D 36.313/12; D 36.314/12; D 36.320/12; D 36.399/12; D 36.452/12; D 36.511/12; D 36.516/12; D 36.529/12; D 36.573/12; D 36.584/12; D 36.590/12; D 38.290/12; D 38.618/12 y D 38.780/12.

Que el Poder Ejecutivo Provincial, a través del Consejo General de Educación, implemente el Gabinete Psicopedagógico Interdisciplinario, en los establecimientos que aún no cuenten con dicho programa.