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N de la cultura del agua en costa rica: pueblo bribri


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Conocimiento de riesgos:

Aunque vivían lejos del mar, nuestros antepasados indígenas solían bajar a la costa para cazar, para hacer sal y para buscar cambutes. Al bajar de las montañas frescas a la zona costeña caliente corrían peligro de enfermar; por eso los awapa les hacían curaciones antes de salir hacia la costa (Palmer et al: 1993: 68).


Se enferman de calenturas en las zonas pantanosas costeras y en los picos más altos de las montañas, zonas las cuales evitan. El clima de Talamanca es muy insalubre en la proximidad de la costa; en el curso inferior de los río reina el mismo mortífero clima; las enfermedades locales son fiebres adquiridas tras un breve contacto al ir a los pantanos de la costa o bajar a las planicies; algunas fiebres son epidémicas, cuando se prolongan las lluvias; pero aún los residentes habituales de las bajuras sufren fiebre en los años húmedos (Gabb 1875: 35,36, 165).
En las sabanas no hay agua, quebradas o arroyos, por estar descubiertas de árboles (Bozzoli 1969: 31). Tan extraño fue para los antepasados de los indios que en esas sabanas no se pudiera seguir cultivando, que las atribuyeron a una población anterior malévola, seres enemigos de ellos y de los árboles, a quienes Dios sacó de la Tierra para que los indios pudieran vivir. Porque el sistema indígena de cultivo permite que los árboles se eliminen sólo parcialmente y que pueda reponerse el terreno con bosque cada cierto número de años, cuando ya el terreno "se ha cansado" de cultivos. Estos seres son Kambra o Córubra, dueños de la Tierra. A veces aparecen en la montaña como gigantes desnudos. Al principio Dios los mandó al mar para que los indios pudieran vivir. Otros que hicieron sabanas fueron los Sorbru, diablos tíos maternos de Dios, que lo querían matar cuando nació en esta tierra. A estos Dios los mandó al lugar donde nace el sol. Otro responsable de las sabanas es Arabru, que trabajaba talando y a éste Dios lo mandó al lugar donde se oculta el sol (Bozzoli 1986: 7, 8).
Kéköldi = Río del Bastón del Chamán: Los antepasados vieron un árbol de kéköl en la naciente del río; de este árbol se fabrican los bastones de curación los awá, sólo ellos pueden cortarlos y usarlos. Un indígena intentó cortar el árbol, el cual se convirtió en serpiente de variados colores, mordió y mató al indígena. Si no se respetan los lugares sagrados, habrá falta de buena agua, consecuencia de la deforestación y contaminación de las aguas con boñiga del ganado y personas (Palmer et al: 30-31).
Se necesita la montaña para el agua, porque si se tala el agua se seca. Esa quebrada que está al lado de Margarita era una gran poza hace tiempo, pero vaya a verla, se secó. Los precaristas talaron las montañas y la quebrada se secó. Y ahora tienen que hacer pozos de seis metros de profundidad para encontrar agua donde siempre había. Todos nosotros conocíamos esa quebrada cuando era honda; antes de talar la montaña esta quebrada era tan grande como el río KéköLdi... (Palmer et al 1993: 84).
Conocimientos de navegación, natación y buceo:

La gente que vivía en la Alta Talamanca siempre bajaba a la costa, a la isla que se llama Duaö (Pirippli Key, Puerto Viejo). Allí había caracoles grandes, pegados debajo del mar en esa roca. Los indios hacían balsas grandes para ir allí a buscar los caracoles. Cortaban palos en tucos y los amarraban con bejuco a ambos extremos, los amarraban bien. Cada balsa llevaba dos hombres; remaban a la isla, allí arrancaban los caracoles y volvían pronto a la playa. No se metían al mar para bañarse (Palmer et al 1993: 68).


A finales del siglo XIX la navegación de los bribris se limita al curso inferior del Tarire y a la parte del mar que se extiende entre Bocas del Toro, en la Bahía del Almirante y Limón, puerto principal de Costa Rica y a la cual se alcanza por el río Sixaola... Las canoas de los bribris están hechas de troncos de cedros o de ceiba, cavados por medio de herramientas importadas. Los dos extremos de esas naves son parecidas, el fondo guarda exteriormente la forma redondeada del tronco. Los navegantes reman sentados o parados, el capitán gobierna la embarcación usando para ello otro canalete más largo que la de los remeros y se queda parado en momentos críticos. En el mar el cual se aventuran solamente en canoas más grandes o bongos, usan un timón fijo y una vela parecida a los de las pequeñas embarcaciones de cabotaje. Los ríos de corriente rápida los remontan por medio de palancas, apoyándose en el fondo del agua que exige un gran gasto de fuerza. La áncora consiste simplemente en una piedra grande amarrada a la canoa por un cable que puede ser un simple bejuco o un mecate de manufactura extranjera y que se sujeta a la popa. Para atravesar los ríos hondos o para bajar su curso, el indio usa a menudo una balsa formada de 3 o 4 trazos cilíndricos del tronco de la balsa, de 1.5 a 2 metros de largo y unidos unos con otros por medio de dos atravesaños amarrados con bejucos. Esas balsas que son muy livianas se dirigen por medio de un canalete o de una pértiga. Los bribri son ciertamente navegantes muy atrevidos, dirigiendo sus embarcaciones con increíble destreza en los raudales más peligrosos. Sin embargo, cuenta Pittier (1938:13) que él ha naufragado varias veces en su compañía.
Los bribris del Atlántico tenían canoas (kanó, ru) de cedro o ceiba, equipadas algunas con vela y timón para el mar (Pittier); en los ríos se impulsaban con remo o pértiga por hombres y mujeres, cuando fuera necesario; en algunos casos amarraban los troncos del árbol de balsa con bejuco para cruzar los ríos (Stone 1961: 46). Utilizan canoas de cedro de hasta 10 quintales de carga con atracaderos cerca de las casas (Gabb 1875: 28).
A mediados del siglo XX, todavía se usa para remontar los ríos el método tradicional, por el cual se coloca una persona en cada extremo de la canoa; con largas palancas que llegan hasta el lecho del río, se impulsan corriente arriba orillándose para buscar los remansos y sorteando los torbellinos del centro con ayuda del "canalete". Cuando la profundidad del río es poca, se bajan del bote y lo arrastran desde la orilla o lo empujan desde dentro del agua (Fallas 1941: 28-29, 33).
Los bribris de Talamanca son el único pueblo que hace canoas, siendo los materiales favoritos el espavel (Anacardium excelsum) y la ceiba (Ceiba pentandra). La canoa se hace en el sitio donde se tumba el árbol y la transportan al río a veces hasta durante tres días; la hechura consiste en quemar el centro del tronco y labrar el resto con machete y hacha (Stone 1961: 52).
A fines de siglo XIX, hombres y mujeres sienten gran placer en bañarse en los ríos hondos y todos nadan con gran facilidad. Adquieren este arte desde su más tierna edad y uno llega a creer que lo consideran como un don natural (Pittier 1938: 13).
A fines de Siglo XX, a partir de los primeros pasos, los juguetes de balsa son los compañeros inseparables de los niños. Pequeños botes semejantes a los de sus padres o sillitas en forma de tortuga para las niñas, son parte de los más usados en la Baja Talamanca y aún en la Alta (González 1990: 12).
Inuk di´ ta (jugar con el agua): los niños cuando se encuentran en la quebrada o río donde acostumbran bañarse, efectúan unas "trancas" o sea, unas pequeñas desviaciones de una parte de la quebrada para que el agua se aparte del cauce principal. Ellos acumulan en diversas partes piedras y palos, además de hojas, hasta producir pequeñas represas. En forma de zig-zag escarban (en la arena o entre las piedras de la orilla) cada uno un pequeño cauce alternativo por donde fluye el agua que es desviada por la "tranca" desde el cauce o corriente principal. El niño que mantiene durante más tiempo es el ganador. Este juego infantil es una remembranza de las "secas" o "trancas" que hacen los mayores durante la época seca en los principales brazos de los ríos Telire, Coen y Lari. Estos trabajos incorporan gran cantidad de vecinos durante varios meses e integran ritos, ceremonias y prácticas muy antiguas. El juego de "inuk di` tá" es por tanto, una práctica de aprendizaje inicial, para entrenar a los niños en las labores posteriores de trabajos comunales como la pesca colectiva y ceremonial (González 1990: 12, 13).
Inuk akuö wa (jugar con la piedra). Primera variante: consumida. Cuando los niños se van a bañar al río o a la quebrada, en muchas ocasiones efectúan diversos juegos para practicar destrezas de natación. Uno de estos juegos es el de la piedra. El grupo de niños se pone de acuerdo en la orilla y buscan una piedra que tenga un color y forma llamativos, puede ser blanca o roja y con una forma que se pueda fácilmente ubicar. El que encuentra la mejor tiene derecho a tirarla por primera vez. El niño se pone de espaldas a la poza más profunda y cercana o donde existe la mayor corriente de agua, toma la piedra, la muestra a todos sus compañeros de juego que pueden ser en general de dos a cinco y luego de que la han observado bien, la tira siempre de espaldas al sitio escogido. De inmediato, todos los compañeros y él mismo se lanzan y consumen detrás de la piedra hasta encontrarla. El que la encuentra primero es el ganador y tiene derecho a tirarla de nuevo hasta tanto no haya un nuevo ganador. El juego integra a los niños a veces durante bastante tiempo hasta que deciden cambiarlo por otro (González 1990: 13).
Inuk ikuö wa (Jugar con la piedra). Segunda variante: espalda. Este juego consiste en buscar una piedra cualquiera que tenga alrededor de cuatro centímetros de diámetro. El número de niños que lo juegan es de dos a cinco e incluso más. La piedra es colocada en la espalda del primer participante que se agacha un poco, frente al área de mayor corriente que exista en el río o quebrada. Se coloca la piedra arriba de la espalda, entre los homoplatos. A la señal, el niño se tira en la misma dirección hacia la que fluye la corriente y no deja caer la piedra hasta que llegue al lugar que sus compañeros y él mismo hayan decidido. El que deja caer la piedra de camino pierde y sale del juego; el último es el ganador. Estos juegos son empleados por los niños que ya saben nadar y la edad es muy variable (González 1990: 13).
Inuk akuö wa (Jugar con la piedra). Tercera variante: pecho. Se busca una piedra cualquiera y después de acordar en cuál recodo del río existe mayor corriente, el primer niño se agacha hacia atrás de espaldas al río y se ubica la piedra hacia el centro del pecho. Al lanzarse al río se consume un poco de espaldas y trata de mantener la piedra hasta el sitio escogido previamente con sus compañeros de juego. Si al salir aún tiene la piedra se la entrega al siguiente compañero o de otra manera, cada uno puede tener una piedra diferente y tirarse a favor de la corriente, siguiendo un curso similar a sus compañeros de juego. La piedra debe mantenerse en el pecho y no debe ser tocada hasta tanto no se llegue al lugar indicado, donde ya puede salir del agua y tomarla con la mano para repetir de nuevo la acción hasta que pierda. El juego continua mientras existan niños que no dejen caer la piedra ni la toquen (González 1990: 14).
Inuk kanóla wa (Jugar con los botecitos). Existen unas vainas de bejuco que son muy apetecidas por los niños talamanqueños para jugar, por tener forma de canoa o bote (kano). A veces varios hermanos o vecinos se ponen de acuerdo y tienen flotillas enteras de estos botecitos. En ocasiones a la hora del baño y aún cuando llueve, coloca cada uno en sus botecitos diversas "cargas" que pueden consistir en piedritas pequeñas, un bananito pequeño o un grupo de palitos. A la señal, cada uno pone su bote o sus botes en la di`ra (quebrada) para que a favor de la corriente se trasladen hasta el lugar estipulado en forma previa. Cada uno apoya y grita estimulando a los suyos: "!ye` e` alöke!...!ye` e` alöke!" (yo voy ganando). Finalmente el que llega primero con la carga al sitio escogido es el ganador. El juego se repite en forma continua a veces durante varias horas (González 1990: 14).
Inuk kanola wa (Jugar con botecitos). En este caso se trata de uno de los juegos más comunes de los niños talamanqueños casi de cualquier edad. Niños que apenas dan sus primeros pasos se pueden observar halando botes de balsa de diversas longitudes aún sobre el suelo o el piso en donde suelen estar con sus padres o hermanos. En algunos casos los primos maternos son los que les fabrican estos juguetes que...son muy similares a los que utilizan los vecinos en el transporte fluvial de la región, para vender algunos excedentes de plátano o trasladarse. De unos 60 cm. de largo por 10 cm. de ancho, los botes tienen alrededor de 1 cm. de espesor. Hacia el frente se le perfora un pequeño hueco en el que se introduce y amarra un bejuco o un mecate para halarlo. En las quebradas cercanas, los niños depositan los botes mientras sus madres lavan la ropa en las piedras destinadas para ello. El juego principal consiste en cargarlos con algunos bananos, piedras y arena para tirar de ellos trasladándolos en las pozas poco profundas en donde suelen tomar el baño diario. Es común observar también troncos de unos dos metros de largo, del mismo material de balsa, a los cuales les amarran o clavan algún palo, perpendicularmente, de unos 30 cm. del cual se agarran. Estas balsas sobre las que sí pueden montar los niños, permanecen normalmente en la orilla y son usadas por ellos como flotadores o botes en la quebrada (González 1990: 14).
Di` balak ák ki (pasar por el agua con la piedra). En la comunidad bribri de Salitre, los ríos cercanos y las quebradas crecen muy rápidamente después de un abundante aguacero durante la época lluviosa. Los padres desde muy temprano enseñan a sus hijos las artes de la natación. Desde los cuatro o cinco años, los niños son llevados a pozas tranquilas en donde los padres les amarran una tira alrededor del tronco para que aprendan a chapotear y a nadar, para mantenerse a flote. Al llegar a la adolescencia, con unos 12 años, los juegos son más complejos y a veces peligrosos, pues son verdaderos aprendizajes para sobrevivir en caso de una creciente del río o quebrada. Los jóvenes juegan a pasar el río llevando una piedra cargada en un hombre; el peso y tamaño de la misma les permite ir por el fondo de la poza hasta la otra orilla. Este juego es practicado también en pozas con corriente, por lo que se debe tener mucha destreza no sólo para caminar por el fondo sino para mantener la respiración y la piedra. Cuando alguno de los participantes no logra pasar al otro lado, lanza la piedra al fondo y deja que la corriente lo saque e incluso lo arrastre un poco (González 1990: 16).
En la zona de Talamanca, con la llegada de la Chiriquí Land Company a inicios del siglo XX se intensifica el trasiego de mercaderías a lo largo de los ríos. Otra vía usada era el río Sixaola, mediante botes propiedad en su mayoría de negros que se habían establecido en el valle -los indígenas tradicionalmente habían usado hasta entonces balsas de troncos solamente para cruzar los ríos y no para navegar (Borges y Villalobos 1998: 34).
En la Reserva de Talamanca, luego de las exploraciones de RECOPE y con el cultivo del plátano, se dan cambios en el sistema de navegación. Los botes tradicionalmente habían sido pequeños e impulsados con pértigas. Sólo unas cuantas personas contaban con botes de motor fuera de borda. El plátano exige espacio para acarrear cantidades suficientes de racimos; el bote grande automotor llena estas necesidades, lo cual permitió un aumento en el número de estos y una radical disminución de los pequeños botes de pértiga o palanca... (Borge y Villalobos 1998: 69).
Ilustraciones:


PRÁCTICAS:

Adecuación y distribución del agua:

Tradicionalmente se usaba como vasos guacales partidos a la mitad y hojas de platanilla diestramente dobladas. Se usaban canastos o redes para transportar varios jícaros con agua; los artefactos de cerámica eran escaso y de mala calidad, siendo sustituidas por ollas de metal importadas (Gabb 1875: 149).


En relación con los territorios indígenas hacia 1969, se sospecha que el consumo de aguas de mala calidad es una de las causas principales para muchas enfermedades presentes, especialmente el padecimiento de diarreas en la población infantil…Son muchas las comunidades, la gran mayoría, las que carecen de acueductos y consumen aguas probablemente insalubres. Entre las comunidades que tienen acueductos, como se señaló para el caso de Talamanca, se presume que están en malas condiciones y que canalizan aguas contaminadas. En Buenos Aires ninguna comunidad cuenta con acueductos. Se requiere análisis de la calidad del agua que utilizan y la construcción de acueductos (Bozzoli y Guevara 2002: 59-60).
Usos del agua:

Se usa el agua para bebidas: (1) el chocado, hecha de plátano maduro sancochado sin cáscara, molido, puesto en guacal, disuelto en agua tibia y removido con la mano (Zeledón; 2003: 109); (2) masa asada 50/50 de plátano maduro y maíz, se disuelve espesa en agua caliente; y (3) la misma masa sin asar, fermentada, disuelta rala en agua fría (Gabb 1875: 161).


Para la purificación de impurezas menores (nya) se lavan las manos con agua caliente y aspiran tabaco; para las impurezas mayores (bucurú) se lavan las manos en agua caliente luego de tres días de ayuno y abstinencia (Gabb 1875: 131).
Para enjuagues bucales, por ejemplo, una joven de buena dentadura, las emplea antes de morder los granos de maíz para ayudar a la fermentación de la chicha (Gabb 1875: 136).
Usamos una piedra curada por un awá para cuando uno tiene dolor de cabeza y calentura o dolores de los huesos. Se usa la piedra caliente, se calienta en el fuego y después se saca y se busca una cobija de mastate, y con esta se cubre la cabeza...Se coge también un huacal de agua y se echa el agua encima de la piedra caliente y así sale el vapor. Y se sostiene la cabeza o la pierna, o lo que sea, sobre la piedra para que el vapor le llegue donde se siente el malestar (Palmer et al 1993: 62).
Manejo de excretas y basurales:

El excremento humano está categorizado por los talamanqueños como "ñá" que es una categoría de impureza y no se permite que la gente defeque en las quebradas o ríos. No obstante, en la mayoría de comunidades indígenas, hacia 1970 no hay letrinas (Bozzoli 1969: 27).


Métodos de potabilización el agua:

Se calienta o se hierve el agua (Gabb 1875: 131). También beben el líquido en forma de chicha de maíz o yuca.


Modificaciones de la calidad del agua:


Descripción de los principales sistemas hídricos:

Varios de los indios tienen sus casas en los pequeños respaldos de los claros, a la par de algún riachuelo; pero el mayor número ocupan las planicies a lo largo del río (Gabb 1875: 17).


Sistema tecnológico y prácticas para adaptarse a las condiciones de la oferta natural de agua:

Se usan canastos o redes para transportar jícaros con agua. Como vasos se usa guacales partidos a la mitad y hojas de platanilla diestramente dobladas (Gabb 1875: 149-150).


Los puentes de hamaca, en localidades ubicadas en las bajuras del Atlántico, no se pueden poner en muchas partes, por lo llano del terreno; casi cualquier tipo de puente se lo llevan las corrientes y también ocurre que los puentes se quedan sin río, cuando las aguas cambian de curso en cada temporal (Bozzoli 1969: 96). En cambio, en el camino entre Lari (Atlántico) y Cabagra (Pacífico) cruzando la cordillera, está lleno de puentes hermosos de hamaca, hechos de t`sá = bejuco, hamaca, puente, cuerda; unos son simples redes o barandas; otros son pasadizos en forma de V (Stone 1961: 47).
Al igual que la mayoría de pueblos indígenas, las comunidades se asientan siempre a la par de ríos o arroyos medianos. En el Pacífico, han evitado habitar en las sabanas, deforestadas y sin fuentes de agua (Bozzoli 1969: 30).
Las tumbas para enterramiento secundario, son ocupadas por miembros de uno o más clanes y están ubicadas en la cima de un cerro o cerca de la cabecera de una corriente fluvial; los bribris son escrupulosos en cuanto a que los huesos no deben tocar el suelo, de modo que usan huecos redondos y profundos, con paredes recubiertas con tablas, con piso de piedra y una tapa inclinada de madera muy dura, abierta por el frente; los cabécares usan algo similar, pero sin piso de piedra y tapan con toscos tablones (Stone 1961: 63, 64, 74).
Es importante organizar en forma seria una evaluación exhaustiva de las aguas que se consumen en todas las comunidades indígenas del país, de suerte a determinar las necesidades de reparación o de construcción de acueductos. Quizá puede sorprender que el consumo del agua represente hoy un problema tan serio para los pueblos indígenas, pero es necesario recordar que es probablemente consecuencia del hecho que en las últimas décadas se han deteriorado seriamente sus condiciones ambientales (Bozzoli y Guevara 2002: 61).
Impermeabilización y aislamiento:

Para tejer la hoja (de los techos) usamos soportes de caña brava uka`. Encontramos la caña brava en las orillas del Río Hone Creek, sólo allí hay (Palmer et al: 1993: 87). Para cruzar los ríos se hacen puentes de hamaca. Desde sus inicios mitológicos, los bribris y sus dioses han dormido en hamacas. Las casas se construyen elevadas del suelo sobre horcones. En tiempos recientes, los bribris se compran zapatos de hule, que se secan rápidamente (Bozzoli 1969: 27).


Control de humedad:

La vivienda moderna se llama usurí (u = casa; surí = flecha puntiaguda para pescar); tiene el techo agudo para protegerse fácilmente de los fuertes aguaceros, viviendo 4 familias por rancho; hay una sola entrada, cubierta por un alero techado, para evitar la lluvia; estos techos de palma duran unos 6 años: Otras casas encontradas en la bajura son cuadradas, alzadas sobre troncos de palmera (Socratea sp) que se atan entre sí con bejucos; la plataforma del piso está separada del suelo a una altura similar a la de una persona adulta; la casa es ventilada y seca, permite a los niños jugar sin mezclarse con los cerdos; está techada con hojas de hugö; otras hojas usadas para techar son de platanillo (Cruciferae sp) (Stone 1961: 36,37). Se pone en lo alto del rancho cónico una vieja vasija de barro para evitar las goteras (Gabb 1875: 147).


Se deshidrata el pejibaye y se pone en olla con agua a cocinar cuando se necesita (Stone 1961: 34). El cacao se seca, fermenta y muele para hacer una pasta que se guarda en hojas de bijagua, para llevar en viajes o usar disolviendo en agua y removiendo con un palillo terminado en forma de raíz (Stone 1961: 35). El cultivo de tubérculos como la yuca, el tiquisque, el ñame y el ñampí, asegura una fuente de alimento a lo largo del año, sin peligro de susceptibilidad a fuertes aguaceros, y sin necesidad de almacenar en climas muy húmedos.
Los peces son ahumados si nos son consumidos inmediatamente.
Descripción de la organización para la gestión del recurso hídrico y los otros recursos que dependen del agua:

En las "secas de los ríos" los hombres chucean con arco y flecha y las mujeres recogen, ahuman y cargan los pescados...los niños pequeños...sí colaboran en la pesca, recogiendo pescados (Borges y Villalobos 1998: 49).


Los hombres que habitan más cerca reparan los puentes de hamaca cada seis meses (Stone 1961: 47).
El clan tiene un área determinada para el uso de sus miembros. Esto incluye un río o un riachuelo; la familia individual siembra cada año dentro de este territorio en diferente lugar (Stone 1961: 91).
La caza y la pesca pueden en cierta forma ser recreación para los hombres y la familia; la pesca es comunal cuando se usan venenos para peces (Stone 1961: 149).
Agua y género:

Entre las ocupaciones de las mujeres están el acarreo de agua y plátanos (Gabb 1875: 141). Las niñas aprenden pronto a traer agua del río, mientras los chicos juegan con arcos y flechas, pescando (Stone 1961: ). A la edad de siete años las chicas comienzan a realizar tareas domésticas y los chicos a pescar con flechas pequeñas, de manera que a los diez años pueden hacerse cargo del fuego y trabajar cerca de la vivienda, si los adultos se ausentan (Stone 1961: 61).


En las "secas de los ríos" los hombres chucean con arco y flecha y las mujeres recogen, ahuman y cargan los pescados... Los niños pequeños... sí colaboran en la pesca, recogiendo pescados (Borges y Villalobos 1998: 49). La mujer puede atraer la pesca, recogiendo con cuidado un manojo de yerbas y yendo al río para lavarse con ella la cara, el cuello, el pecho y los brazos, al momento que los hombres desvían el arroyo para tomar pescado. Se le paga a la mujer con pescados (Gabb 1875: 133)
El cacao es preparado por mujeres, situación que recarga el sentimiento simbólico del acto; a veces éstas son entrenadas como mayordomas del cacao, iniciadas por los cantores funerarios (Bozzoli 19??: 14).
Cuando una niña llega a la adolescencia y por primera vez tiene la menstruación...el padre de la joven hará un cuarto forrado con hojas de banano donde la joven tendrá que estar, sin salir. No comerá carne ni tomará agua, solamente plátano cocinado. El padre acudirá a un awá para que haga las curaciones a la joven. Para hacer las curaciones alistan dudi`, que quiere decir agua de pájaros. Esta agua se encuentra en los huecos de los árboles, arriba, y lo traen en jícaras. Traen también unos caracolitos blancos, un pollo blanco y cáscaras de un árbol de nombre kapöLi. Estas cáscaras se muelen bien fino, como café. Con este polvo, la mujer se lava la boca y los dientes...El awá...le pasará por la cabeza y el cuerpo las plumas de diferentes pajaritos, también los caracolitos blancos y el pollo blanco. Se utilizan todas estas cosas porque son animales de poca sangre. La joven tampoco debe tomar agua que corre, como de río o quebrada; sólo puede tomar agua de pozo, que también es curada por el awá...(Palmer et al 1992: 61).
Las mujeres y jovencitas de la misma familia son amigas de reunirse a la orilla de un arroyo para lavar ropas y moler; nadan y cantan las virtudes de sus enamorados (Stone 1961: 150).
Cuando las mujeres bribris están encintas, no cortan ramas ni bayas de cacao, simbólicamente esto sería como cortar suas hijos; si cortan el cacao, el felino del agua ahogará la progenie de la mujer. (Bozzoli 19??: 15).
Una mujer en cinta puede buscar tratamiento de awá para impedir una pérdida y lograr que el niño nazca. Para luchar por el niño, ella y el padre del niño se someten a un periodo de ayuno de 4 días, con una dieta de alimentos fríos, evitando el fuego y la ceniza, durmiendo en la pura tierra, evitando la sal, y bañándose a los cuatro días con agua de un ojo de agua llamado /tum/. Así se denomina también un calabacito rodeado en que el agua se recoge sin que se riegue. El ojo es una fuentecita donde el agua sale de la tierra pero no corre por la superficie. Este tratamiento involucra mantenerse sin contaminación de /ña/, por ejemplo, se evita el contacto con mujeres extranjeras, o indígenas transculturadas que al tener sus hijos no han sido sopladas por el awá, o que no han sido purificadas después de estar cerca de un cadáver (Bozzoli 1979: 96).
La mujer embarazada pare sola en un rancho separado hecho con hojas y ramas a la par de un riachuelo o manantial; los cuatro días siguientes al parto, en el refugio, una anciana le lleva un líquido caliente hecho de cortezas, en particular de kaoli (Phoebe mexicana) con el cual se bañan ella y el niño; luego pasa otros cuatro días en una esquina de su casa, bañándose regularmente con ese tipo de líquidos; al recién nacido lo bañan con infusiones de hojas protectoras: zacate limón (Cymbopogon citratus); hoja de la estrella (Piper auritum); hoja de pasmo (Miconia impetiolaris) (Stone 1961: 57, 58).
Durante la reclusión de una mujer en el parto, esta empieza una dieta especial que excluye la carne de animales de tierra (mamíferos, cuadrúpedos, especialmente excluye el chocolate y otros alimentos asociados al calor rojo que suponen aumentan los hemorroides); se incluyen otras bebidas y carnes de animales con escamas y plumas (agua y aire). Para salir de la reclusión al cuarto día del parto el awá le lava la boca con unos tragos de chocolate mezclado con ingredientes picantes (Bozzoli 19??: 14).
Luego del parto, se le provee a la mujer una hoja de plátano con agua tibia para que lave al recién nacido; la mujer se baña en la fuente de agua más próxima; un awá /curandero la obliga a un segundo baño; ella introduce los dedos en una calabaza con agua, que el curandero bebe inmediatamente y luego se lava las manos (Gabb 1875: 111).
Después del nacimiento de un niño se observan varias normativas para asegurar la purificación del niño y la madre, lo primero que realiza la madre con el niño después de cortarle el condón umbilical, es bañarlo; ella también se baña. Después de cuatro días de rigor el awá canta durante una primera noche, para alejar enfermedades al niño y a la madre. Al día siguiente, tanto madre, como el niño se bañan con agua fría de la quebrada. Al tercer o cuarto día se bañan con agua tibia, que la vierte algún pariente por una canoa hecha de la cáscara del tallo del plátano o del banano. El agua ha sido hervida con algunas cortezas y hojas adentro. Mientras le cae el agua la mujer se está frotando con algunas hojas especiales para eso. Después del baño le lavan las manos con chocolate en una taza hecha de hojas. El awá toma un trago y lo escupe y luego todo lo deshecha lejos. Luego el awá sopla humo en las manos de la mujer para ahuyentar el espíritu de bkLu'. Luego la mujer es soplada con las hojas de aiikö. Para purificar la boca uno de los procedimientos es excavar un pequeño hoyo en el suelo. Ella toma agua y lo escupe en el hoyo. Despues de esto ella queda purificada y puede regresar a su casa donde la familia la recibe con una buena comida, ella ha quedado libre pero debe seguir la dieta por un mes, que se reconoce por la posición de la luna el día del nacimiento. Cuando regresa la luna a esa posición, el awá debe regresar donde el para otra ceremonia de lavar la boca (Bozzoli 1979: 105).
Una manera de transmitirles cualidades deseables a los niños es que la madre durante la lactancia consuma carne de animales silvestres para que los niños se conviertan en buenos cazadores, pescadores, nadadores, corredores, etc. También, se les realizan curas a la mujer embarazada, con un animal que traspasará ciertas cualidades al niño, se utilizan, por ejemplo, aves pescadoras para obtener buenos pescadores (Bozzoli 1979:

97).
Tabúes de cacería y pesca:

Como Naítli (el manatí) es un ser dañino y peligroso para los indígenas...Sibö le ordenó vivir en los esteros y en las desembocaduras de los ríos... Sibö no permite al indígena matar al manatí ni comérselo, porque ambas acciones causan enfermedades mortales (Palmer et al 1992: 41).
Para realizar la actividad de pesca no se conocen muchas restricciones ya que según la mitología, estos animales no le ayudaron a Sibö en la creación. Sin embargo sí hay que pedir permiso al “dueño” de los animales antes de ir a pescar y nunca se menciona que van a ir a pescar sino que dicen que van a arrancar “yuca”.
Otro caso específico de tabú es el de la danta; este animal es considerado como hermana de Sibö. En caso de no seguir las indicaciones que dicta la tradición, el cazador se expone a una enfermedad que consiste en dolor, parálisis en la cintura y cadera, defecar y orinar sangre, estrías blancas en el cuello y el pecho; en general se presenta un grave estado del enfermo. Las normas dispuestas antes de la caza de la danta son aislarse por dos semanas, ayunar, abstenerse de relaciones sexuales, esto porque según la mitología bribri, la danta fue en algún momento pretendida como esposa por parte de los hombres; ella se negó, pero aún así si el cazador ha tenido alguna relación con una mujer antes de cazar a la danta, esta puede producir la enfermedad porque siente celos de la mujer. Es así como la comida le llega al cazador por medio de varones para evitar los celos de la danta. Después de cazada solo se puede comer un pedazo de carne y no se pide más; el animal se cocina lo más entero que sea posible. Solo algunos clanes pueden matarla, y el arma utilizada es la lanza; es prohibido colocarle trampas a la danta. Las mujeres embarazadas no comen su carne ni transitan sobre sus huesos, estos se depositan en un lugar apartado donde nadie pueda transitar por ahí.
Principales sitios arqueológicos o de observación de los sistema y de la tecnología hídrica:


Ilustraciones:


MECANISMOS DE EQUILIBRIO SOCIAL:
Formas organizativas:

En las chichadas se reúne de ocho hasta 50 personas, familiares y amigos, para hacer trabajos complejos. La chicha es la mediadora ente la alimentación de la fuerza de trabajo y la diversión, con fiesta después de trabajar. La actividad se ha visto censurada, aunque sigue vigente.


De acuerdo con la voluntad de Sibö, la sociedad bribri se organizó en clanes. Cada clan tiene sus responsabilidades y su lugar en la sociedad. Por ejemplo, solo los miembros de ciertos clanes pueden ser sukias o reyes. Además, los miembros de un clan no pueden casarse con miembros de cualquier otro clan, sino con personas de algunos clanes solamente. A cada clan le corresponde una especie de animal, que son como los hermanos del clan. Estos animales tienen sus "dueños" espirituales que viven dentro de los grandes cerros y se comunican con los awapa (chamanes) y con Useköl.
Los usékares se consideran el legítimo gobierno de la montaña, del lugar de los indios puros (Ditsökeë); se describen como abogados o gobernadores de Dios; protegen contra las catástrofes naturales (del mar, de los ríos, vientos, tempestades, guerras), y las mandan cuando se enojan (Bozzoli 1969: 89).
A partir de 1987 los líderes indígenas hacen nacer distintas organizaciones: "Se han formado por ejemplo...juntas de caminos, comités de cañería, comité de transportes" (Borges y Villalobos 1998: 103).
Respecto a la relación con su entorno geográfico, es necesario recordar que por lo general, en los territorios que colindan con áreas protegidas, como Talamanca, Tayni, Telire, Chirripó, Ujarrás, Salitre y Cabagra, existen evidencias claras de que una porción de las tierras incorporadas a los parques nacionales, reservas biológicas, reservas forestales, etc, constituye áreas territoriales patrimoniales de estas comunidades, por lo cual estas aún plantean ciertas reivindicaciones al respecto. No solo se trata de familias que quedaron dentro de las áreas protegidas, sino también de sitios de carácter sagrado y áreas de extracción de recursos naturales o cacería. Se plantea la necesidad de que el Estado negocie y coordine con la población indígena de estos territorios por dos razones...por un lado es probable que las comunidades logren en algún momento reclamar la reincorporación de las áreas cercenadas de sus territorios patrimoniales (en virtud de la legislación vigente); por otro lado, resulta obvio que las mismas comunidades indígenas pueden convertirse en los mejores guardianes de esos sectores protegidos (Bozzoli y Guevara 2002: 68).
Normas:

El compadrazgo establecido por bautismo es el único de alguna importancia; todos los niños de una familia pueden ser ahijados de la misma persona, escogida entre gente de antigua amistad y confianza; en Salitre y Cabagra, a los padrinos se les busca entre los blancos (Bozzoli 1969: 36). Lo mismo que en Chirripó, en Talamanca los indígenas olvidan el nombre y apellido puesto en el bautizo, o se cambia adrede por otro que les parezca más bonito; bautizan a los niños con nombres y apellidos que no corresponden al padre ni a la madre (Bozzoli 1969: 69).


Los Bribri-Cabecar creen en que el mundo tiene una naturaleza animista en donde existen espíritus buenos y malos que son los encargados de gobernar. El principal de estos espíritus es Sibö que representa el ser supremo, creador del mundo de todo lo que en él habita. Se considera a la naturaleza y a la sociedad como un solo sistema. en donde todo esta entrelazado, de manera que si se quiere hacer uso de los recursos se debe pedir prestado a los espíritus que cuidan de la naturaleza. Las personas que no cumplen con estas normas deben sufrir castigos como enfermedades o la muerte (Galiano et al 2005). La relación del ser humano y la naturaleza esta normada por parte de los bribris, por medio de relaciones de intercambio. Estas prácticas se inscriben según Bozzoli (1976) en las ideas de reciprocidad.
Aspectos de cosmovisión y conocimiento:

La tierra que es nuestro lugar queda abajo. El mar, los grandes cuerpos de agua (lugares de otra clase de vida) están conceptualmente arriba. Lo de abajo es lo seguro, lo nuestro, lo de arriba es peligroso, ambiguo, contrario o lejano. Conceptualmente, Dios, mar, trueno y sol están arriba (Bozzoli 1979: 19).


Se considera a la naturaleza y a la sociedad como un solo sistema, en donde todo está relacionado y entrelazado. De manera que si se quiere hacer uso de los recursos se debe pedir prestado a los espíritus que cuidan de la naturaleza. Aquellas personas que no cumplan con las normas deberán sufrir castigos como enfermedades o incluso la muerte. Los bribris se consideran parte de la naturaleza, al igual que los bosques, los ríos y los animales silvestres. Por lo tanto, son más cuidadosos de no ofender a las fuerzas y espíritus de ésta, ya que su supervivencia depende de la relación armoniosa, estable y duradera con su medio natural (Borge y Castillo 1997).
Todas las cosas creadas poseen un dueño, por lo que existen reglas para tratar con los dueños de las cosas. Primero se debe contar con su permiso para tomar algo de ellos; para obtener permiso se requiere de una cuidadosa negociación; tomar cosas sin permiso resulta en peligro, enfermedad o muerte; los dueños están obligados a dar parte de lo que les pertenece; por algunas cosas no deben pedir nada a cambio, por otras tienen derecho a recibir algo equivalente (COOPA 1996: 47).
Para las negociaciones existe un código de intercambio, en el cual se entrega al dueño el equivalente en el mundo de los dueños de lo que se toma en nuestro mundo (Bozzoli 1986: 2).
Cada animal silvestre tiene su correspondiente nombre vegetal. El dueño de los animales ve a sus animales como sus cosechas de estos vegetales. De esta manera, al dueño se le paga con su misma moneda. El awá canta su oferta de vegetales de acuerdo con los animales que el cazador desea. Luego el cazador lleva pedacitos de los vegetales al lugar que el awá aconseja. Los animales aparecerán alli Una vez cazado el animal, la carne debe ser compartida con los demás miembros del grupo (Bozzoli 1993:48).
Los indígenas al ser cacao para Dios, son un chocolate que él bebe, por lo tal el hermano (Sibö) y la hermana (Danta) están peleando. Ella sabe que dios (Sibö) nos bebe a nosotros como chocolate, ella quiere beber eso también; ella no quiere que el huacal sea solo para él; ella es igual a dios; peleó por eso y ganó (Bozzoli 1976: 26).
Useköl es el dios que Sibö dejó para proteger a los bribris, y a la vez, significa suprema autoridad religiosa, la persona que tenía dominio espiritual en la naturaleza. El Useköl vivía en las montañas y de vez en cuando bajaba para visitar a sus familiares, quienes le proveían de animales y cosechas.
En la tierra habitan y conviven los dueños de las enfermedades y los malos espíritus. El inframundo está en manos de Surá, el creador de los indígenas, y después de la vida en la tierra sus almas regresan a su origen debajo de la tierra, de donde nace toda la vida. (COOPA 1996:10).
El primer saludo a otro indio es ¿Cuál es tu clan? Si no es del clan de uno, se le permite quedarse, pero la gente no siente la obligación de darle comida. Al servir los parientes de uno son servidos primero, empezando por los mayores. La mezquindad entre parientes se castiga después de la muerte pero no la mezquindad entre no parientes (Bozzoli 1982: 221).
Hay valoraciones morales que rigen las relaciones entre bribris; destaca el valor de la hospitalidad generosa, contrastada con la mezquindad ruin. En algunos mitos se observa este principio, por ejemplo, en uno donde el ser maligno, Yabulú, a pesar de todo, se obliga a ofrecer chocolate al recién llegado Sibö (Rodríquez García 2002).
La matanza innecesaria y el herir animales se ve como las epidemias y enfermedades del mundo animal. Si el ser humano las causa, se le devuelve del mismo modo. Los dueños de los animales nos enferman y nosotros morimos, y es así como finalmente nos comen (como cacao) y nos chupan la sangre (como chocolate) (Bozzoli 1986: 6).
El Gato de Agua se lleva a la gente al fondo de los ríos para chuparles la sangre. Los seres sobrenaturales necesitan alimento que lo proveen para ellos los seres naturales, quienes le dan su cuerpo como cacao y su sangre como chocolate (Bozzoli 19??: 16).
Al igual que en otros grupos indígenas, la chicha sirve como dinero o como elemento

de intercambio durante trabajos colectivos (Bozzoli: 1969: 17).


Según Bozzoli en el ayuno ritual btsök se observa la exclusión de los elementos que más indican el trato recíproco con otros, sea la amistad, el comercio, el trato con parientes políticos o con enemigos, el salir de la casa o la choza de confinamiento, hablar, dar cara a extraños, usar sal y otros condimentos, tomar chocolate, fumar o mascar tabaco, utiliza alimentos con sabor dulce, picante o agrio; utilizar alimentos conocidos como de origen no indígena, acercarse al fuego, al calor, a la ceniza, exponerse a mirar el sol, comer durante el día, uso de mucha ropa. Ciertamente simboliza el btsök una unión con la naturaleza y la separación de la cultura (Bozzoli 19??: 6, 8).
El mito constitutivo del oficio de los enterradores refiere las dificultades de enterrar a una mujer incestuosa que es la Mar, y enfatiza que en ese entierro a los enterradores no se les dio comida. (En: Bozzoli: 19??: 12).
En las historias, los actos incestuosos se correlacionan con imágenes de lo excesivo: enormes culebras gemelas que cazan enormes cantidades de pescado y aves, que causan que se haga una laguna tan grande que amenaza con hacer desaparecer la tierra; gusanos que se tragan la semilla bribri, se inflan exageradamente hasta reventar; el gran océano es el producto de un gran árbol que creció hasta el cielo, el cual salió del estómago de una mujer incestuosa (Bozzoli 1979: 12).
Dentro de los funerales se debe dar de todo lo que se tenga a mano para facilitar el camino del alma del difunto al otro mundo. El no hacerlo así conlleva peligros para el muerto, encontrando en su camino culebras que atajan su alma; una de ellas es el arco iris (Bozzoli 19??: 12).
Todo lo que sea útil para el indio tiene su culebra que se encuentra a lo largo del camino del alma en el inframundo. Si usted le causa daño o sufrimiento a algún animal o lo maltrata sin razón, el dueño del animal en el inframundo manda a la culebra de ese animal para que no lo deje pasar.
En el rito de la muerte, se reparte suficiente comida para asegurar que en la otra existencia haya suficientes ayudantes, y así se compensan los pecados de mezquindad o tacañería en que incurrió el fallecido o fallecida. En la tradición bribri, el único pecado que antes se reconocía era el de la mezquindad. Se puede observar que el rito de la muerte pone énfasis en lo opuesto, o sea, en compartir o distribuir, especialmente la carne y el chocolate, que tienen un simbolismo especial en relación con la reciprocidad. (Bozzoli 1979: 16, 17).
Lo propio:

Los bribris del Atlántico, hacia 1980 sumaban unos 2.348. De la población mayor de 7 años, un 53 % sabía leer y escribir, y un 46 % no sabía. En las partes bajas de Talamanca se solía usar más el español que el bribri, mientras que hacia las montañas, el bribri era más usado (Bozzoli 1986: 38). Los bribris del Pacífico, cerca de 700 para 1980, son en su mayor parte bilingües, con un 64 % de alfabetismo, mientras que 35% no saben leer ni escribir (Bozzoli 1986: 43-44).


Lo compartido:

La chicha original indígena, un fermento de maíz, yuca, pejibaye y otras verduras, es alimenticia. El mareo que produce tomar muchos guacales de este atol es tolerable. El problema del indígena actual es el guarapo y las otras bebidas alcohólicas destiladas del blanco. El consumo de esa bebida no es menor entre ellos que entre los blancos; estos no pueden asegurar en Costa Rica, que sólo los indios son borrachos. El indio no está bien nutrido, y como a muchos de nuestros campesinos, el licor les afecta muy desfavorablemente, una poca cantidad lo embriaga totalmente. Pero existen personas en todas las localidades indígenas, que muy rara vez o nunca se embriagan y otras que beben moderadamente y otras más de lo conveniente, como entre nuestros campesinos. El licor cumple varias funciones al indio y al campesino blanco, en ambos podría reducirse su consumo así: si sintieran que su condición de tales no es motivo de desprecio por parte de la sociedad mayor, la gente que se siente inferior se refugia más en el licor; sino fueran tan agobiantes desde el punto de vista físico, las tareas que desempeñan...Mientras las localidades ensayan métodos para evitar el alcoholismo, es preferible que el indio consuma más de sus fermentos originales y rechace lo más que pueda los licores destilados (CEDAL 1973: 8).


Lo ausente:

Los blancos sikuas fabrican vehículos, aviones, barcos, van al espacio, etc., mientras que el indígena fue instruido para cultivar la tierra, para subsistir, para criar animales domésticos, para vivir de la caza y la pesca...(Palmer et al 1992: 37).


Para los blancos, Dios es su padre; pera los bribri ven a Sibö como su dueño (Palmer et al 1992: 37).

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El indio trató la selva a la manera de una sociedad humana vecina, con tanto derecho de existir como la suya propia. La sociedad nacional costarricense ha tratado la selva como un objeto inanimado, compuesta de cosas, no de seres (Bozzoli 1986:1).


Donde viven las zompopas todo está limpiecito, porque cortan todas las hojas y hacen sus grandes nidos. Así es el blanco...tala todo lo que es montaña, todo lo que es verde; dónde él vive ya no quedan árboles, no hay río, no hay animales (Palmer et al 1992: 37).

MECANISMOS DE REGULACIÓN DE OFERTAS Y DEMANDAS:


MECANISMOS DE TRANSFORMACIÓN:

En el Pacífico, la chicha es la bebida que se asocia con el trabajo, aunque esto parezca paradójico. La cantidad de trabajo en una junta o peonada es proporcional a la chicha disponible. En los idiomas bribri y cabécar la expresión para trabajo colectivo o peonada es “trabajo con chicha” o “ir a tomar chicha”. Los Resguardos en la Zona Sur de Costa Rica, por ejemplo en Buenos Aires, han tratado de hacer cumplir en las localidades indígenas la prohibición legal nacional de hacer chicha. Cuando tal ha ocurrido los indígenas lo han considerado injusto, porque la chicha “es como dinero, la gente viene a ayudarnos si le damos chicha, eso se da en lugar de dinero”...”sin eso no trabaja nadie”. Como el dinero es bastante escaso en tales comunidades, la chicha, además de función recreativa -y aunque no lo parezca, alimenticia también- tiene funciones económicas. Las juntas o peonadas se llevan a cabo para limpiar potreros y bananales, voltear, socolar, hacer casas, cosechar arroz, maíz y para muchos otros trabajos (Bozzoli 1968: 4).



TIPOLOGIA DE CULTURAS DE AGUA:


ESTRATEGIAS DE VIDA:

En la vertiente del Pacífico, tanto mestizos como indígenas practican la agricultura migratoria o rotativa, caracterizada por la selección del lugar, la corta de la vegetación, la quema, el cultivo propiamente dicho y el barbecho... El patrón dominante de siembra es el de cultivos asociados o mixtos con rotaciones -maíz con frijol por ejemplo- ... El rendimiento promedio de los terrenos es de 2.42 años...debido a que los nutrientes se agotan y los suelos empiezan a erosionarse por estar expuestos a la intemperie. Ante esta situación, el agricultor debe desplazarse en búsqueda de otros terrenos... Las propiedades físicas del suelo -su capacidad de resistir la erosión, de suministrar humedad y permitir una buena germinación- son mejoradas por los periodos extensos de barbecho. Los periodos de descanso demasiado cortos conducen a un deterioro tan severo que el “charral” no logra su pleno desarrollo y las áreas entonces se convierten en sabanas de bajo potencial, que se mantienen debido a las quemas anuales. Periodos más largos de descanso de los suelos podría asegurar un mantenimiento más o menos razonable de la productividad bajo cultivos rotativos... Además, la propia dinámica de este tipo de agricultura provoca un patrón de poblamiento totalmente disperso sin tendencia a formar núcleos (Bozzoli 1986: 53).


Otros:

En la cuenca del Río Mosca (Pacífico Sur) la parte derecha de la cual es Reserva Indígena y la izquierda está fuera de la Reserva, se concluye que hasta 1956 la actividad agrícola, ganadera y forestal se daba en una proporción limitada que no causó ruptura del equilibrio y descomposición del suelo... Los indígenas presentes en las partes más bajas de la cuenca hasta 1956 vendieron sus tierras y se trasladaron a las partes más altas y de difícil topografía, en condiciones ecológicas más desfavorables a su actividad agrícola... En 1973 se han triplicado los factores de modificación del medio ambiente por causas de la colonización agrícola espontánea y consecuentemente se ha producido exceso de deforestación y quemas (Bozzoli 1986: 56).


Bibliografía etnohidráulica:


INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

DESCRIPCIÓN DEL PUEBLO, GRUPO ÉTNICO O DE LA CULTURA:
Familia lingüística:

Su clasificación es Chipcha-Talamanca-Bribri, con los dialectos de Salitre-Cabagra, Amubre-Katsi, y Coroma. La lengua Bribri es muy cercana, pero a veces no mutuamente inteligible, al Cabécar. También se relaciona con el Guatuso y el Teribe.


Nombre propio:

Bribri. Quizá se derivaba el nombre actual del nombre para “valiente” en bribri, que se escribe dri-dri y significa literalmente duro-duro, pero se puede usar para decir fuerte o valiente (Stone 1961: 16).



Nombre atribuido:

Talamanca


Área cultural:


Etnohistoria:

Los bribris fueron conocidos a conquistadores y colonizadores por nombres de clanes, que como se dividían territorialmente, se interpretaban como pueblos distintos. El nombre Ara, que una vez fue aplicado a parte de Talamanca, puede ser de origen bribri, por el parecido que en esa lengua tiene con aLà (hijo) y con alá (trueno) siendo la L un sonido bribri algo semejante a la r del español. El nombre histórico de Duy para algunas partes limítrofes entre Costa Rica y Panamá puede derivarse del bribri dài (puro barro) (Bozzoli 1968: 1).


Áreas ocupadas por el grupo étnico o cultura:

Los bribri habitan en la cordillera de Talamanca que abarca la Vertiente del Atlántico, así como la del Pacífico. En el lado Atlántico, a lo largo de los ríos Lari, Telire y Uren, están en el cantón de Talamanca en la Provincia de Limón. Aquí se encuentra la Reserva Bribri de Talamanca (de 43.690 hectáreas y 6.458 habitantes, con posesión indígena del 65%), en la cuenca del río Sixaola, con los siguientes asentamientos: Sipurio, Suretka, Amubre, Sepecue (Coen), Shiroles, Bris, Katsi, Atalanta, Urén, Coroma, Yorkín (Soró Kichá), Vesta, Chase, Talía, Paraíso, Costa Rica (Sixaola), Piedra Grande, Volio (Watsi), Fields, Telire, Bordon, Concepción de Atalanta, Akberie (Piedra Grande), Bratsi, Mojoncito, Shiroles, y Lari (Tenorio 1988: 24,25; CONAI: 2001). También se encuentra la Reserva Bribri Kékoldi (de 3.900 hectáreas, 210 habitantes, con posesión indígena del 38.5%), en la cuenca del río Cocles, con el asentamiento de Kékoldi. Fuera de las reservas, habitan los bribris en los poblados de Manzanillo, Puerto Viejo, Talía, Daytonia, Home Creek, y Cahuita (Bozolli 1969: 12).


En la Vertiente Pacífica, los bribris se ubican en el cantón de Buenos Aires en la Provincia de Puntarenas. Allí se encuentra la Reserva Indígena Bribri de Salitre (de 11.000 hectáreas, 1.285 habitantes, y de 40% posesión indígena), en la cuenca del río Grande de Térraba, con los asentamientos de: Puente, Escalera, Salitre, Palmital, Santa Candelaria, Olán, Calderón, Río Azul, y Yeribaba. También está la Reserva Bribri de Cabagra en la misma cuenca del Térraba, con los asentamientos de: San Rafael, Brazo de Oro, Las Brisas, Yuabín, San Juan, Capri, y Palmira (Tenorio 1988: 24,25; CONAI 2001).
Tiempo de ocupación del territorio:

Los bribris son el resultado de diversos grupos que habitaron este territorio desde hace 5.000 años. Es un grupo que se desarrolla de forma autóctona sin efectos de invasiones. A partir de principios del siglo 19 se les concoce como Bribris.


Datos etnohistóricos muestran la continuidad geográfica, temporal y cultural de ambos grupos (bribri y cabécar) en las regiones que actualmente habitan desde tiempos precolombinos (Barrantes 1993: 42).
En Kéköldi los fundadores de la actual población vinieron a la costa a partir de los años veinte de este siglo (XX) buscando trabajo en los cacaotales de los agricultores de Puerto Viejo y Home Creek. Primero trabajaron como peones y luego se metieron en la montaña para hacer allí sus propias fincas de cacao. Vivían de la agricultura, la caza y de la pesca (Palmer et al 1992: 70).
Formas de asentamiento:

El tradicional patrón de asentamiento estuvo diseñado para un uso extensivo de los recursos naturales. Dicho uso necesitó de grandes espacios para la agricultura itinerante, para la caza, la recolección y la pesca. Los espacios se delimitaban por medio de árboles como el cedro o el ceibo o por medio de hileras de caña india. Y los sitios de habitación se definían por la existencia de alguna colina cercana a una quebrada o un ojo de agua (tum). Estas condiciones incidieron en la estructuración de un patrón de asentamiento sumamente disperso. En el caso de Shiroles, en donde la economía autóctona dio paso rápidamente al desarrollo del capitalismo, el uso de los pozos de agua sustituyó lentamente la utilización de las quebradas y de los ojos de agua. Así dejaban estos (las quebradas y los tum) de ser factores determinantes en la ubicación de las viviendas (Borges y Villalobos 1998. 72).


En las últimas décadas el patrón de asentamiento ha cambiado por diferentes variables, entre ellas la apertura de mayores vías de acceso, la electricidad, la cercanía de los centros de salud, educativos y laborales (cultivo de banano y plátano). Con el crecimiento demográfico y las anteriores variables, la población indígena que habitaba en las montañas empezó a emigrar a los centros urbanos (especialmente al Valle de Talamanca) estableciéndose a lo largo de los caminos y vías de acceso a las comunidades.
En algunos casos, actualmente, sobre todo en el Pacífico, se ubican en sabanas o montañas más deforestadas, viven en ranchos o casas construidas con tecnología adquirida. Las condiciones sanitarias son más precarias por la tendencia al hacinamiento. El agua se obtiene por cañería o de riachuelos aledaños (Barrantes 1993: 97).
En algunos casos hay actualmente problemas ambientales causados por contaminación y producto de influencias exógenas y de la destrucción de los patrones tradicionales de manejo de ecosistemas. Esto se refleja por ejemplo, en la prevalencia de helmintos intestinales transmitidos por la ingestión de agua y alimentos contaminados (Barrantes 1993: 97).
Migraciones:

Las migraciones entre los bribris se debe principalmente a la búsqueda de los "servicios básicos". Las corrientes migratorias internas han modificado el paisaje natural, la vida cotidiana de las comunidades y el sistema económico dominante.


La obtención de agua potable ha sido otro factor que impulsa las migraciones internas. Borge y Castillo (1997) señalan que los indígenas prefieren sacrificar el sistema tradicional, con tal de contar con agua de calidad.
Las últimas migraciones se habrían dado entre el Siglo XVIII y XIX, cuando algunos grupos o clanes vinieron del Atlántico hacia el Pacífico (Barrantes 1993: 42).
Sistema de culto:

Sistema económico:

Las chákiras, cuentas de concha y caracol, así como la sal, fueron anteriormente mercancías destacadas en el comercio (Stone 1961: 92).


En el área de la actual Reserva de Talamanca, luego de retirada la Chiriquí Land Company, hacia 1930, las formas socioproductivas esenciales que se conservaron fueron la cacería en grupos de hasta 10 personas de un mismo clan; la pesca llamada "seca", en donde se desvía el brazo de un río y se le disminuye el caudal por medio de vallas construidas con ramas y cañuelas, donde participan hasta 150 personas de una misma comunidad (Borge y Villalobos 1998: 41).
La agricultura itinerante con largos períodos de descanso de las tierras, los huertos tropicales con cultivos diversos, la crianza de animales domésticos, la recolección en el bosque, la pesca y la cacería y la artesanía eran las actividades típicas de la Talamanca de antaño. Ahora sobreviven como actividades marginales que realiza la gente de mayor edad y muchas mujeres (Bozzoli 1986:58).
La monetarización de la economía indígena hace que los pobladores busquen producir más bienes de cambio que de consumo: la cacería, la pesca y la recolección disminuyen como actividades económicas (Borges y Villalobos 1998: 96). El actual sistema económico en Talamanca (80s) es una economía de mercado donde los productos tienen un valor de cambio monetario. El cultivo del plátano es el motor de la economía, la sociedad y la cultura, ya que toda la vida cotidiana está impregnada de las actividades que demanda este cultivo. En los últimos años se amplió los cultivos a la siembra de cacao y de banano (Bozzoli 1986:51). Es importante mencionar que existen negocios "clandestinos" de licor y cerveza. También hay una red de comercio (pulperías de abarrotes, ropa, herramientas) y de comercio informal de carnes, madera y productos del bosque (Borge y Castillo 1997:65).
Ellos hacen una distinción entre los usos de los animales domésticos y los animales silvestres. Los animales domésticos como el chancho o la gallina sí se pueden comerciar, pero los silvestres son solo para el autoconsumo. Si ellos los venden o hacen algún tipo de negocio van a ser castigados por los dueños de los animales (Palmer et al 1992).
Sistema político:

El clan UsécLa, creado por Sibö, es superior a los demás clanes indígenas... Sibö dio poderes especiales para que los UsekLapa nos ayudaran por nuestra condición de débiles. Ubicó a un grupo de UseckLapa en Sweut, un lugar del Alto Lari y otro en Káspaspa, del Alto Coen. Cada grupo de UsekLapa cuidaba a las tribus bribri y cabécar en su región...Por tanto la misión de los UsekLapa no es curar las enfermedades de una u otra persona, sino ayudar a la población entera cuando sufre un mal colectivo... (Palmer 1992: 45, 47).


Los últimos UsékLa son una mujer, un hombre y varios niños. Dos muchachos hay entre ellos que podrían llegar a ser awapa. Sin embargo, considerando que ya murió el último awá UsékLa, ¿quién podrá capacitarlos? (Palmer et al 1992: 47).
Cuando la cultura aún se mantenía con más fuerza, el dirigente político encargado de los asuntos de la comunidad y de que a este no hiciera falta nada, era él así llamado rey o cacique. Por otro lado, los sukias o awapas son los médicos, los encargados de preservar la salud de los miembros de la comunidad. La salud no solo de sus cuerpos, sino también de sus espíritus, ya que la enfermedad para los bribri tiene un origen espiritual. De acuerdo con este concepto, el sukia es mucho más que un médico, es también el guía moral y espiritual para el pueblo (COOPA 1996).
La Asociación de Desarrollo da mantenimiento a los carriles demarcados por CONAI y los vigila, para que todos conozcan los límites del territorio de la Reserva Kéköldi`. Buscan fondos privados para comprar las propiedades de no indígenas dentro de la Reserva, para que los jóvenes tengan dónde sembrar (Palmer et al: 1992: 79).
Actualmente operan mediante Asociaciones de Desarrollo Integral.…las ADI, que fueron impuestas por ley como “gobiernos locales” a pesar de algunas excepciones de buen funcionamiento, han generalmente resultado funestas para lograr que las comunidades se desarrollaran y lograran su reproducción social y cultural. Debido al vínculo de las ADI con la política institucional del CONAI alrededor de esta forma de organización han girado numerosos intereses politiqueros que han impedido que las comunidades articularan en forma clara su representación ante el Estado. En muchas de las comunidades indígenas las ADI...se puede decir que nos son representativas de ellas, pues participan relativamente pocos afiliados. Por otro lado, los territorios en que hay presencia no indígena mayoritaria o muy numerosa (como en algunos de los territorios de Buenos Aires) muchas veces se ha dado que los mismos no indígenas terminen controlando estos órganos... (Bozzoli y Guevara 2002: 51).
Algunas comunidades como la de Talamanca Bribri…no han esperado a que se transformen las leyes para empezar a cambiar la forma en que funciona la ADI y transformarla en un proceso mucho más participativo…Así los directivos de la ADI coordinan todas las acciones con Consejos Comunales electos por cada una de las comunidades locales, de forma que se ha generado una situación de casi permanente plebiscito. Quizá en otros territorios indígenas no haya condiciones tan favorables como las de Talamanca...(Bozzoli y Guevara 2002: 53).
La Asociación Regional Aborigen del Dikes (ARADIKES), es una organización no gubernamental, sin fines de lucro, creada con el propósito de fomentar el desarrollo local y fortalecer la autonomía de los pueblos indígenas del cantón de Buenos Aires, Puntarenas. Tiene su radio de acción en las seis reservas indígenas localizadas en el cantón: Boruca, Ujarrás, Térraba, Salitre, Cabagra y Rey Curré, que suman una extensión de 90.600 hectáreas, es decir, 28.5% del área indígena total del país. La organización, entre otras cosas, ha desarrollado proyectos de reforestación de cuencas hidrográficas, protección de bosques primarios y microcuencas, viveros comunitarios, infraestructura comunal, etc. (Lázaro 1999: 10).
Entre algunos resultados de la acción de ARADIKES, se cuenta la zonificación de las cuencas y subcuencas, basada en las actividades desarrolladas; y la protección de 8.000 hectáreas de bosques en un periodo de 4 años y de 2.000 hectáreas para regeneración natural en zonas de recargas acuíferas (Lázaro 1999: 12).
Clasificación:


Autores principales:

  1. María Eugenia Bozzoli

  2. Carlos Borge

  3. Paula Palmer



Ilustraciones:


DESCRIPCIÓN DE LA ECO REGIÓN:
Oferta Climática:

El clima de la Reserva Indígena de Talamanca es tropical lluvioso, con lluvias de tipo barlovento en la vertiente y, que es producida por el sistema montañoso de la cordillera que sirve de barrera para los vientos alisios que viajan de este-noreste. La estación lluviosa comprende los meses de mayo a diciembre, y de enero a abril es una estación menos lluviosa. En cuanto a la temperatura media anual oscila a los 26.6 grados C. (Borges y Castillo 1997:15).


Oferta de suelos:

En la Cordillera de Talamanca el material sedimentario es de rocas intrusivas con suelos de la formación Tuis, bajos en base y con desarrollo insipiente, además de material volcánico. Estos marcan la diversidad de los tipos de suelos presentes.


En el Valle de Talamanca hay abanicos pluviales de los ríos Telire, Coén, Lari, Urén y Yorkín. También hay rellenos aluviales que señalan la erosión de las partes altas y medias de la cuenca del Telire. Los suelos son buenos para usos agropecuarios, se les cataloga como moderadamente fértiles.
Salitre-Cabagra: predominan suelos de un potencial sumamente pobre, ya sea para agricultura permanente o ganadería. Se puede observar además, que donde colonizadores blancos abrieron tales tierras para pastos, hay en la superficie una erosión muy marcada y la formación de terrazas en contorno por hundimiento a lo largo de los caminos usados por los vacunos. Desde cualquier punto de vista, estos son suelos forestales y no soportarán talas repetidas, seguidas por monocultivos o pastoreo y tienen una fertilidad baja o muy baja (Ornes 1983: 107).
Oferta del Relieve:

En la Reserva de Talamanca existen dos áreas claramente delimitadas: el valle y las zonas altas de las montañas. En las zonas más altas de las montañas predominan las fuertes pendientes, por lo tanto la agricultura se practica en menor escala, y la población que allí habita es escasa. Debido a la poca inclinación del terreno en el valle (0%-5%), los ríos frecuentemente cambian su curso y producen inundaciones, las que pueden ser violentas y recurrentes. En el valle están concentradas la agricultura, la población y los servicios (Borges y Villalobos 1998: 13, 15).


En la Cordillera de Talamanca el material geológico forma brechas volcánicas, calizas, areniscas, limotitas carboníferas, granodioritas, dioritas, entre otros. Hay montañas y terrenos con pendientes, además de valles profundos, laderas y fuertes pendientes. Asímismo, hay fallas (Telire y anticlinales de Uatsi y Bris) y pliegues sedimentarios que representan problemas por deslizamientos.
En el Valle de Talamanca el relieve es plano cóncavo y plano ondulado con pendientes inferiores al 13%. Hay problemas de drenaje de las aguas y el riesgo de inundación, además de las cantidades de piedras.
Salitre-Cabagra está sobre las estribaciones de la cordillera de Talamanca, a partir del divisor topográfico entre la vertiente Atlántica y Pacífica, extendiéndose hasta la altura de Buenos Aires por el sur y por el sureste hasta las sabanas de Potrero Grande en las cuencas del río Grande de Térraba y su afluente el río Cot. Sobre la cordillera de Talamanca se extiende en una longitud de 72 kilómetros y comprende dos cuencas hidrográficas bien definidas y de gran importancia para la región: la del río Ceiba, afluente del río General, y la del río Cabagra, afluente del río Grande de Térraba (Ornes 1983: 92).
Vegetación y biomas:

En la Reserva de Talamanca se delimitan seis zonas de vida según el sistema de clasificación de Holdridge. En el valle predominan los bosques húmedos y muy húmedos tropical y en las zonas altas los bosques pluviales (Borges y Villalobos 1998: 15). La Reserva Indígena de Talamanca posee uno de los más ricos ecosistemas naturales de Costa Rica, el cual se constituye de hábitats para una gran diversidad de especies de flora y fauna que han servido de base para el desarrollo y reproducción de la cultura indígena bribri-cabécar (Borge y Castillo 1997:3).


El territorio de Talamanca concentra el 90% de la flora de Costa Rica. Hay seis zonas de vida (Húmedo tropical, Muy húmedo tropical, Muy húmedo tropical transición a premontano, Muy húmedo premontano, Muy húmedo premontano transición a basal, y Pluvial premontano). Hay también 560 especies de aves, 250 de anfibios y reptiles y 215 mamíferos. Muchos de los mamíferos se encuentran en peligro de extinción.
Refiriéndose a la colonización agrícola de los sectores bribri del Pacífico, por parte de campesinos mestizos, se indica que en las riberas de los ríos, en lomeríos al pie de la cordillera, en terrazas altas donde los antiguos asentamientos no han sufrido laterización, se observan “cejas” de bosque, o islas, pastos, vegetación secundaria (charrales, bosque secundario o tacotal). En pequeños valles y en tierra recién volteada predominan los cultivos (Bozzoli 1986: 48).
Ilustraciones:


CARACTERIZACIÓN DE LA OFERTA HÍDRICA:
Oferta atmosférica:

En el Pacífico Sur, por los altos niveles de lluvia y lo elevado de las temperaturas, hay una acción química intensa sobre los suelos y las rocas. Significa que desaparecen la mayoría de los nutrientes y se facilita la laterización de los suelos, lo cual los hará eventualmente inadecuados para la agricultura. En este lugar la mayor parte del excedente de agua escurre por la superficie, lo cual constituye un vigoroso agente para la erosión y degeneración de los suelos aún bajo la cubierta vegetal natural (Bozzoli 1986: 48).


En el Pacífico Sur durante el verano la zona se ve afectada por fuertes vientos. Por debajo de los 200 msnm los vientos son calientes, secos y contribuyen a favorecer la evaporación de la humedad de los suelos expuestos, como a promover fuegos intensos en las sabanas y zonas despejadas para el cultivo (Bozzoli 1986: 47).
Oferta superficial:

Muchas de las comunidades indígenas ven hoy contaminados sus ríos y quebradas, de manera que poco a poco los medios para el desarrollo de juegos tradicionales son cada vez menos propicios (González 1990: 16).


En el Valle de Talamanca fluyen los causes de los rios Lari, Uren, Coén, Yorkín y Telire. Estos ríos son navegables, convirtiéndolos en el principal medio de transporte.
La Reserva de Talamanca se encuentra desde las cabeceras de los ríos hasta el valle caracterizado como abanico aluvial formado por una compleja red hidrográfica compuesta por los ríos que bajan por la vertiente oriental de la cordillera de Talamanca: Telire, Lari, Urén, Coén y cientos de riachuelos, los cuales son parte de la cuenca del río Sixaola (Borges y Villalobos 1998: 12).
En el área de la actual Reserva de Talamanca, con la entrada de la Chiriquí Land Company en 1909 los flujos hídricos naturales se alteraron por la eliminación de los diques naturales de contención que retienen las cíclicas crecidas de los ríos y por los drenajes artificiales que más bien facilitaron las inundaciones violentas en el valle. Estas corrientes violentas fueron, poco a poco, erosionando el suelo, hasta dejar al descubierto los antiguos lechos de los ríos. En otras áreas como Mojoncito, los drenajes hechos por la compañía no funcionaron debidamente, estancándose el agua y provocando la aparición de enfermedades fungosas en las plantaciones bananeras. La pesca disminuyó debido a la contaminación de las aguas con lodo y agroquímicos y a la desmedida explotación que hacían los trabajadores bananeros, quienes usaban dinamita (Borges y Villalobos 1998: 39).
En la Reserva de Talamanca, la actividad de RECOPE (Refinería Costarricense de Petróleo) a inicios de los años de 1980 incluyó el uso de lodos a base de salina y de aceite. Todos estos deshechos se desaguaban, a pesar de las lagunas de decantación, en los ríos Watsi y Cocles. Además, las aguas negras del campamento caían directamente al río Sixaola. Pronto se contaminaron estos ríos, que eran usados por los pobladores de Suretka, Bratsi, Chase, Rancho Grande y Watsi como fuente de agua para el consumo humano y para lavar la ropa. Los indígenas se vieron obligados a recorrer mayores distancias para usar agua no contaminada o a construir pozos (con la colaboración de RECOPE). La población de peces y crustáceos disminuyó en estos ríos, ya que la contaminación los afectó; la dieta de los indígenas (los ubicados cerca de estos ríos, dejó de contar por algún tiempo, con este tipo de alimentos (Borge y Villalobos 1998: 62).
Oferta subterránea:


ANEXOS
1) BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:


TEXTOS: 1) Indígenas. 2) Primeros Contactos.

3) Ciencias Sociales. 4) Expertos.


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2) ILUSTRACIONES:
1. Jóvenes cerca de un río; foto blanco y negro (Bozzoli 1969: 143).
2. Vivienda en Talamanca; foto blanco y negro (Bozzoli 1969: 143).
3. Vivienda sobre pilotes; foto blanco y negro (Bozzoli 1969: 160).
4. Piedra grande de moler; foto blanco y negro (Bozzoli 1960: 163).
5. Rancho techado con hoja; blanco y negro (Bozzoli 1969: 163).
6. Puente de hamaca; foto blanco y negro (Stone 1961: 47).
7. Correo en el Sixaola; Oleo de Luis Sanclemente, 1892; MNCR (Gabb 1875-1881: anexos).

3) CONTACTOS Y DIRECCIONES:
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