Introducción

Degeneración de recursos naturales: erosión de suelos y tala de bosques

1. 
   Por la quema se volatilizan grandes cantidades de nitrógeno (N) y azufre (S), de manera que ya no pueden ser aprovechado por el cultivo.
   
2. 
   Después de la quema de la vegetación, todos los nutrientes que ésta contenía son liberados de una vez, apareciendo en la humedad del suelo sin que pueden ser absorbidos completamente por las plantas. Luego, al producirse unas lluvias fuertes gran parte del nitrógeno se disipará a través de lixiviación (el nitrógeno se va al aire). Por otro lado, el fosfato en forma mineral será fijado por las partículas del suelo, de manera que no quedará disponible para el cultivo.
   
3. 
   Una quema regular e los restos del cultivo lleva a una fuerte disminución de materia orgánica fresca e manera que también el contenido de materia orgánica bajará en gran medida. A largo plazo tendrá un impacto muy negativo sobre la fertilidad del suelo.
   
4. 
   Después de la quema el suelo queda descubierto y, por eso, susceptible a la formación de costras (incrustación) y al deslave o arrastre de tierra (erosión) por el agua y el viento. Las cenizas son muy ligeras, de modo que el agua y el viento se las llevan con facilidad, lo que implica otra pérdida de nutrientes.
   
5. 
   Al estar descubierto el suelo la temperatura de éste puede alcanzar valores extremadamente altos, lo que incide negativamente en los organismos del suelo y en la geminación de las semillas. Además, el suelo quedará caliente y reseco, con la ausencia de organismos de suelo, en vez de estar fresco, húmedo y rico en organismos de suelo, que son las condiciones propicias para las plantas.