Forrajes y miel en combinación productiva

Una variación de producciones combinadas de forrajes, semillas y material vivo y miel ha demostrado –con casos reales y controlados- que existen rentabilidades alternativas al alcance del apicultor.

Las experiencias remiten a tres casos prácticos que ofrecieron ganancias por 9 mil, 15 mil y 24 mil pesos por temporada, según se combinaran los variados objetivos agrícolas y avícolas. No obstante, los peritos apicultores Herman Zorzín y Héctor Suriak, que realizaron estos trabajos de siembra de pasturas con finalidad apícola señalan que –aunque auspiciosos- los casos expuestos son orientativos.
Para los técnicos autores del estudio, se trata de una alternativa que hace viable la apicultura a pesar de la gran modificación que hubo en los cultivos en el sector agropecuario. “Esperamos que de los sectores oficiales nacionales y/o provinciales surja información que valide o haga nuevos aportes para el sector apícola que está orientado hacia esta alternativa”.

“Mientras tanto –agregan- será importante el intercambio de información entre los apicultores que ya están en esta línea de trabajo que se ha popularizado con la denominación «sembrando para las abejas»

Se instalaron 73 colmenas y se hicieron tres cortes para rollos.

Egresos

Se instalaron 85 colmenas.

Ingresos

Egresos

La colza tuvo un período de floración que se extendió desde el 20 de septiembre hasta el 20 de noviembre. Antes de esa fecha, los primeros días de noviembre, ya habían empezado a florecer las leguminosas de las praderas aledañas, en especial de trébol blanco.

Se instalaron 200 colmenas para obtener núcleos que luego se destinaron para servicio de polinización en girasol y otras quedaron para producción de miel.

Ingresos

Egresos



Caracterización de la región
Venado Tuerto está ubicado en el Departamento General López de la Provincia de Santa Fe y es una región denominada de los «pastizales pampeanos». El régimen pluviométrico promedio anual es de 920 mm.
Hasta la década del 70 las explotaciones agropecuarias destinaban las superficies cultivables en un 50% para la agricultura y en un 50% para la ganadería (producción de carne o leche) y sobre la base de las pasturas de estas explotaciones compuestas de leguminosos melíferos, como la alfalfa y el trébol, y gramíneos, más las malezas de alambrados y banquinas como varias especies de cardos y nabo, se conformaba una oferta melífera y polinífera que se traducía en excelentes rendimientos por campaña, a razón de 80 kilos, en años con buen clima.

Sin embargo, a partir de los años 77 y 78, debido a razones económicas de rentabilidad la agricultura comienza a avanzar sobre la superficie ganadera (principalmente la soja) hasta llegar a una actualidad con un panorama adverso para la apicultura.

Sobre 1 millón 100 mil hectáreas que tiene el Departamento general López, el 80% es agricultura y el 20% es ganadería. Y dentro del 80% agrícola, un 85% es soja y el resto maíz, trigo girasol y sorgo granífero, todos cultivos con nulo o escaso aporte polinífero y nectarífero.

A todo lo antes descrito hay que agregarle el paulatino y constante alejamiento de las familias de la zona rural hacia la ciudad. Ante este cambio, el 50% de apicultores han abandonado la actividad o emigrado a regiones más aptas para la práctica de la apicultura como la provincia de La Pampa.