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Código Tributario – Actual Texto –– Artículos 97 N° 4 inciso 2° y final, 99, 110, 111 y 112 – Ley sobre Impuesto a las Ventas y Servicios – Actual Texto – Artículos 3° y 23 – Código Penal – Artículos 11 N° 6 y N° 7, 15 N° 1 y N° 3, 16, 63, 68


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4.- Que las factura contabilizadas por José Horacio Allende Leyton, individualizadas en las convenciones N° 1 a 3 de este acápite, fueron entregadas voluntariamente por el contador don Eduardo Espinosa Aguirre los días 26 y 27 de Abril de 2003, a funcionarios de Carabineros de Chile que aparecen mencionados en el acta de entrega voluntaria de especies, de la misma fecha, individualizada en el N° 110 del Acápite documentos de la acusación fiscal, y posteriormente entregadas bajo acta al Técnico en Evidencias de la Fiscalía Local de Curicó, Marcelo Garrido Gajardo, los días 27 y 28 de Abril de 2003, organismo que los ha conservado y custodiado, adoptando las medidas necesarias para su debida preservación e integridad, de forma tal que no han sufrido alteraciones o modificaciones de ninguna especie.

5.- Que durante el proceso de auditoria desarrollado en sede administrativa, constituida en la especie por el Servicio de impuestos Internos, el contribuyente José Horacio Allende Leyton, no aportó antecedentes destinados a acreditar la efectividad material de la operaciones consignadas en las facturas individualizadas en las convenciones N° 1 a 3 de este acápite.

6.- Que el contribuyente José Horacio Allende Leyton adquirió, previo pago del 50% del IVA que se consigna en los documentos en cuestión, las Facturas individualizadas en las convenciones N° 1 a 3 de este acápite, a Juan Lagos Escudero, quien a su vez la obtuvo de Carlos Araya Pulgar, en los meses de Junio y Septiembre del año 2002, respectivamente. Procediendo Juan Lagos Escudero al lleno de puño y letra, de acuerdo con las instrucciones del contribuyente en cuestión, en los términos ya señalados en las convenciones N° 1 a 3 de este acápite.

7.- Que a consecuencia de la declaración de las facturas individualizadas en las convenciones N° 1 a 3 de este acápite, el Fisco de Chile dejó de percibir por concepto de Impuesto al Valor Agregado la suma de $ 4.116.731, según su valor histórico, esto es sin considerar los reajustes y los intereses.

H.- CONTRIBUYENTE PATRICIA WELKNER OLEA

1.- Que Patricia Welkner Olea, contabilizó y declaró la Factura N° 153052, de fecha 31.05.2002, con membrete a nombre de Francisco Humberto Gajardo Sazo, R.U.T. Nº 1.714.784-6, la cual consigna un monto de IVA de $ 1.377.000, la cual contabilizó en su libro de compraventas correspondiente al periodo tributario de Mayo de 2002 y que fue utilizada como sustento de crédito fiscal de IVA en el Formulario 29 del mismo mes, folio 431806192.

2.- Que la factura contabilizada por Patricia Welkner Olea, individualizada en la convención precedente, fue entregada voluntariamente por el contador don Eduardo Espinosa Aguirre el día 26 de Abril de 2003, a funcionarios de Carabineros de Chile que aparecen mencionados en el acta de entrega voluntaria de especies, de la misma fecha, individualizada en el N° 111 del Acápite documentos de la acusación fiscal, y posteriormente entregadas bajo acta al Técnico en Evidencias de la Fiscalía Local de Curicó, Marcelo Garrido Gajardo, el día 27 de Abril de 2003, organismo que los ha conservado y custodiado, adoptando las medidas necesarias para su debida preservación e integridad, de forma tal que no han sufrido alteraciones o modificaciones de ninguna especie.

3.- Que durante el proceso de auditoría desarrollado en sede administrativa, constituida en la especie por el Servicio de impuestos Internos, la contribuyente Patricia Welkner Olea, no aportó antecedentes destinados a acreditar la efectividad material de la operación consignada en la factura individualizada en la convención N° 1 de este acápite.

4.- Que la contribuyente Patricia Welkner Olea adquirió, previo pago del 50% del IVA que se consigna en el documento en cuestión, la Factura N° 153052, de fecha 31.05.2002, con membrete a nombre de Francisco Humberto Gajardo Sazo, R.U.T. Nº 1.714.784-6, la cual consigna un monto de IVA de $ 1.377.000, a Juan Lagos Escudero, quien a su vez la obtuvo de Carlos Araya Pulgar, durante el mes de Mayo del año 2002.

5.- Que a consecuencia de la declaración de la factura individualizada en la convención N° 1 de este acápite, el Fisco de Chile dejó de percibir por concepto de Impuesto al Valor Agregado la suma de $ 1.377.000, según su valor histórico, esto es sin considerar los reajustes y los intereses.

I.- CONTRIBUYENTE “AGRÍCOLA Y COMERCIAL LOS KOIWES LIMITADA”

1.- Que José Horacio Allende Leyton, en su calidad de Representante Legal del contribuyente “Agrícola y Comercial Los Koiwes Limitada” registró, contabilizó y declaró la Factura N° 001090, de fecha 25.06.2002, con membrete a nombre de Eduardo Chaparro Arias, R.U.T. Nº 3.869.652-1, la cual consigna un monto de IVA de $ 752.400, la cual contabilizó en su libro de compraventas correspondiente al periodo tributario de Junio de 2002 y que fue utilizada como sustento de crédito fiscal de IVA en el Formulario 29 del mismo mes, folio 521543383.

2.- Que la factura contabilizada por “Agrícola y Comercial Los Koiwes Limitada”, a través de su representante legal José Horacio Allende Leyton, individualizada en la convención precedente, fue entregada voluntariamente por el contador don Eduardo Espinosa Aguirre el 27 de Abril de 2003., a funcionarios de Carabineros de Chile que aparecen mencionados en el acta de entrega voluntaria de especies, de la misma fecha, individualizada en el N° 112 del Acápite documentos de la acusación fiscal, y posteriormente entregadas bajo acta al Técnico en Evidencias de la Fiscalía Local de Curicó, Marcelo Garrido Gajardo, el día 27 de Abril de 2003, organismo que los ha conservado y custodiado, adoptando las medidas necesarias para su debida preservación e integridad, de forma tal que no han sufrido alteraciones o modificaciones de ninguna especie.

3.- Que durante el proceso de auditoría desarrollado en sede administrativa, constituida en la especie por el Servicio de impuestos Internos, el contribuyente “Agrícola y Comercial Los Koiwes Limitada”, a través de su representante legal José Horacio Allende Leyton, no aportó antecedentes destinados a acreditar la efectividad material de la operación consignada en la factura individualizada en la convención N° 1 de este acápite.

4.- Que el contribuyente “Agrícola y Comercial Los Koiwes Limitada”, a través de su representante legal José Horacio Allende Leyton, adquirió, previo pago del 50% del IVA que se consigna en el documento en cuestión, la Factura N° 001090, de fecha 25.06.2002, con membrete a nombre de Eduardo Chaparro Arias, R.U.T. Nº 3.869.652-1, la cual consigna un monto de IVA de $ 752.400, a Juan Lagos Escudero, quien a su vez la obtuvo de Carlos Araya Pulgar, durante el mes de Junio del año 2002.



5.- Que a consecuencia de la declaración de la factura individualizada en la convención N° 1 de este acápite, el Fisco de Chile dejó de percibir por concepto de Impuesto al Valor Agregado la suma de $ 752.400, según su valor histórico, esto es sin considerar los reajustes y los intereses.

SEPTIMO: 

Los acusados, Araya Pulgar, Lagos Escudero, Norambuena Pavez y Mejías Araya, en la oportunidad procesal que señala el artículo 326 del Código Procesal Penal, optaron por prestar declaración. CARLOS ALEXIO ARAYA PULGAR señala que reconoce los hechos, que ha prestado colaboración siempre y está arrepentido, lo hizo fue por necesidad y por ganar plata fácil, fue así como a fines del año 2000 el señor Lagos Escudero le explicó el manejo de las facturas y le solicitó que le consiguiera personas, lo mismo hizo por Mejías Poblete, no supo los montos por los que llenaban las facturas ni tampoco sabía quienes eran los contribuyentes, agrega que su familia es buena, que nunca ofreció nada a los clientes de su señora que es contadora a quien nunca quiso involucrar.Venía realizando esto desde el año 2001, conseguía facturas para rebajarle impuestos a los contribuyentes de su oficina, sí su cliente tenia que pagar $1.000.000.- de IVA, el conseguía una factura y ganaba el 50 %, así su cliente no pagaba ese porcentaje de iva, el declaró libremente, no fue presionado, su intención era que se aclararan los hechos por que no tenía como salir y esta era una oportunidad para aclararlos, reconoció los hechos y señaló quien era la persona que le entregaba las facturas, incluso llevó a la Policía a uno de los domicilios, dio nombres de contribuyentes que hacían esto mismo en Curicó. En la plaza de Armas lo realizó el 14 de abril del año 2003, era una factura del emisor Mario Alejandro Navarro, la Nº 00116, cuando la tuvo en sus manos fue a decirle a él que andaban facturas falsas de él y que la recibió de Abel Norambuena, se nota que es falsa por el timbre, por el calco demasiado grande, por la calidad de la confección, era igual a las otras que le habían entregado Araya, le costó $5.000.- él las entregaba y no sabía donde iban a para, ni los montos, esta factura la tenía en la guantera de su camioneta, agrega, que iba a la casa del Norambuena desde fines del año 2001 o a principios del año 2002, lo conoció por que llegaban al lado de su librería en Yungay 358, donde su vecino Ricardo Hormazábal y ahí los conoció por que ellos se dedicaban supuestamente a esto, a vender facturas, nunca llegó un contribuyente legalmente acreditado sino sólo a comprar facturas, el día de su detención los policías revisaron su domicilio, la oficina de su señora y su casa en Regidor Lozano, tiene un BWM rojo patente SR-1707, rojo que le pertenece, se lo compró a Augusto Pinochet Iriarte, lo usaba para desplazarse, iba a la casa de Abel Norambuena a adquirir facturas falsas, cree que se encontraron copias de facturas falsas de un señor Sazo y estaban destinadas a la sucesión de Doménico Correa, la copia la obtuvo de Olmedo, se le exhibe un duplicado de factura de Francisco Humberto Gajardo Sazo, Nº 153107 de Sucesión Doménico Correa como contribuyente beneficiario, la que se encontró en el auto BWM rojo, señala que la adquirió de Abel Norambuena a fines del año 2002 y se la comercializó a Olmedo y le dio una comisión no recuerda al monto, el señor Olmedo hacía esto antes directo con su contador y don Juan Lagos le hacía los contactos y un día conversando el señor Olmedo se dio cuenta que le salía muy caro y decidió hacerlo directo con él, conoció a Olmedo por un amigo, Juan Carlos, peluquero, fueron a Molina a tomar una chicha, el señor Olmedo realiza actividades comerciales de una viña linda y grande, vive en una casa en Molina con su señora Adriana, reconoce a Lagos Escudero, a Olmedo y a Abel Norambuena Pavez, le prestaban colaboración a él, hacían lo mismo que don Juan Lagos Escudero, unas quince veces don Pedro Mejías hizo esta operación, don Luis Poblete unas seis u ocho veces hizo esta operación, con doña Virginia Moreno no realizó ninguna y un señor Labra ellos entregaban las facturas a sus contribuyentes y él recibía una comisión, que él recuerde no entregaba en forma directa, a excepción de Pedro Mejías, pero sólo una vez por los montos por los que los quería llenar, reconoce a Pedro Mejías Araya, se acercó a hablar con él por que le pidió conseguir cinco o seis facturas, él le dijo que vendía IVA y le mostró un talonario de facturas timbradas por el Servicio de Impuestos Internos de ventas reales hechas por él y le señaló que necesitaba rebajar IVA, pero él no aceptó porque le pagaba muy poco y quería salir de esto, tenía facturas por doce millones y montos así, señaló que necesitaba para cubrir sus ventas, muchas ventas y poca compra, él venía mandado por su contadora, él llamo al señor Norambuena por su teléfono y él vino y le vendió facturas, en una oportunidad vendió al señor Gamboa, llenó una factura pero no era de Abel Norambuena y a Olmedo le entregó facturas y las llenó por su puño y letra, él le decía los montos y lo que le pusiera y así también lo hizo con el señor Mejías, en las facturas de Francisco Humberto Gajardo Sazo, en la Nº 153100 vendida a la sucesión de Doménico Correa, la comercializó mes de agosto del año 2002, se la vendió a Olmedo en su casa, era falsa y cree que sabia Olmedo que era falsa, por que anteriormente lo habían hecho, lo que se escribió en ellas eran cosas que escribió Olmedo, pero don Francisco Humberto Gajardo Sazo no hizo la operación, ni sabe lo que es lo que aparece escrito, otra factura de un señor Eduardo Chaparro Arias la Nº 001089 a la misma sucesión la escribió él a petición del señor Olmedo en la casa de él en una oficina, él no le prestó ese servicio cree que sabía que la operación era inexistente, obtuvo las dos facturas mencionadas de Abel Norambuena, le costaron $5.000.- pesos y Olmedo le dio una cantidad que no recuerda por estas, otra de la sucesión César Osorio Nº 00244, está escrita por él, la escribió en el mismo lugar anterior; cada cierto tiempo lo llamaban que necesitaban facturas en tal y cual giro y él llamaba al señor Norambuenay le decía lo mismo, como Olmedo era agrícola pedía cosas de acuerdo a su giro, no sabe si podría comprar por un giro distinto del agrícola, respecto del señor Mejías, hay una que llenó de su puño y letra, es del emisor Francisco Humberto Gajardo Sazo la Nº 153086 por un monto de veintiséis millones, por concepto de lubricantes, aceites y varios neumáticos de diversas medidas, lo llenó en la calle los primeros días de junio del año 2002, el señor Mejías le dio los montos y lo que debía decir, le costó $5.000, sabía qe era falsa porque no le pagó nunca a él, le dijo que le pagaría dentro de unos días y no lo vio nunca más, se la compró a Abel Norambuena. A la pregunta de que si comercializó facturas a otras personas que no están presentes, señaló que no recuerda. Agrega que no ha mentido nunca, ni aquí, ni a los fiscales durante la investigación, quizás omitió, pero a través de las declaraciones se han ido aclarando cosas. Señala que hablaban de las facturas y que Lagos sabía que eran falsas, porque nunca le entregó copias, también con el señor Poblete en los mismos términos, no sabía los montos ni que iba a pasar con ellos, vendía a la sucesión Doménico Correa a través de Juan Lagos, se las entregaba a él afuera de su oficina se movilizaba a pie, él recibía la tercera parte del IVA, recibía el dinero después, a los tres o cuatro días, al principio era por comisión con Norambuena era un 30% para cada uno, siempre que viera la copia, así que después se las vendía a $5.000 y él hacía el negocio, conoció a Norambuena a fines del año 2000 principio del año 2001, cerró físicamente la librería, única actividad remunerada, pero mantuvo el giro, hasta 2001 vivía en Regidor Lozano, en una casa pequeña, después se cambia a Santa Ana del Boldo, compró su señora un terreno en el año 1985 o 1986 y construyó el año 2000 y a fines del año 2001 se cambia, la casa es de dos pisos, de más o menos ciento ochenta metros, a fines del año 2001 se hace de un auto BWM y su señora de una camioneta doble cabina, no era dinero de las facturas, el sitio de la oficina lo compra en el año 1999 y en enero del año 2001 se instala en ella su señora porque es de ella, él ganaba dinero cuando trabajaba con don Augusto en el campo, no le pagaba mucho, agrega que la señora Adriana no estaba presente cuando hacía los negocios, cree que ella no sabe, don Juan Lagos entiende de contabilidad porque en eso trabaja y en cuanto a Olmedo hacía todos los negocios a la sucesión. Señala que Abel se acercó a decirle si necesitaba facturas para rebajar IVA y que se dirigiera a él, al principio fue por comisión, era por terceras partes, uno para cada uno y el otro tercio para el dueño de las facturas, era conversado con anterioridad, después cambió el trato por que muchas veces no le pagaban las facturas por que no le entregaban las copias, entonces le pagaba $5.000.- él lo sabía, por que incluso a veces le pagaba a la señora de él. A don Juan Lagos lo conoció el año 1998, el también le indicó que podía entrar en este negocio y que tenía clientes que les faltaba IVA y que él le daría una comisión en iguales condiciones, él sabía que trabajaba con otras personas, Juan lagos no sabía de donde venían estas facturas, conoció a Luis Poblete en el año 2000, el trabajaba en Toral y le compró materiales, le consiguió facturas para él y personas que el contactaba, a la señora Moreno, no la conoció, después supo de ella, ella hacía tratos con sus colegas, a Olmedo lo conoció, por que lo invitó a tomar chicha un amigo y supo que él compraba a Abel y le señaló que mejor le iba a comprar a él, que le daría un 30%, a Pedro Mejías lo conoció en el año 1990 y empezó hacer negocios en el año 2002, también, él le pidió facturas y le pagaba un monto por cantidad de facturas, no era por porcentaje. Ni Olmedo, ni ninguno sabía de donde venían estas facturas. Agrega que no sabía el destino final de las facturas que entregaba a Poblete, no indicaba el nombre del contribuyente o destinatario final, ni Poblete, ni la señora Virginia conocían a Abel Norambuena, nunca hubo comunicación entre ellos, no se conocían todos, su señora es contadora, con buena cartera de clientes, los ingresos de ella son buenos, tiene casa propia, camioneta, oficina, son bienes adquiridos por ella, señala que cuando él no veía las copias de las facturas suponían el monto, tuvo una imprenta en el año 1990, el funcionaba en la calle y tenía su teléfono y no era difícil encontrarlo, no sabía que contribuyentes eran, las facturas entregadas de la sucesión Doménico Correa fueron unas doce a través del señor Olmedo y al señor Lagos Escudero para la misma sucesión unas cuatro o cinco, no eran todas al mismo tiempo. Conoció a Beatriz Maturana en el año 1983, era contadora su oficina estaba a tres casas de la librería, trabajaba con el señor Hormazabal, él le entregó a ella seis facturas, también al señor Poblete le vendió y a través de ella a la señora Virginia, a Olmedo y a Mejías, también a otras personas que sabían que él vendía, no lo hacía en la oficina de su señora, ni en su casa, sólo en la calle, supo de seguimientos a su persona, el enfrentó a los funcionarios de investigaciones, supo porque tiene un amigo ex funcionario, supo como llegaron a él y supo todo por el Ricardo Hormazabal y Beatriz Maturana. Señala que es comerciante, no tiene conocimiento técnico contable, conocía Juan Lagos y a Abel Norambuena, ellos no se conocían entre sí y nunca se reunieron los tres. JUAN REINALDO LAGOS ESCUDERO quien señaló que es padre de tres hijas, viene de Valparaíso, estudió en el Instituto Superior de Comercio, pero abandonó los estudios por la salud de su padre, en el año 1997 consigue trabajo con el señor Espinosa por primera vez trabaja en una oficina de contabilidad, llevaba el IVA, trabajando se dio cuenta que a los contribuyentes no les gustaba pagar IVA, él tenía una cartera de más o menos veinticinco clientes y en el trayecto a su trabajo conoció a Carlos Araya Pulgar quien le decía que tenía clientes con remanente de IVA, no lo pescó al principio, en el año 2002 el señor Olmedo realiza una gran venta en pinos, lo llamó y le dijo que no había problema porque tenía un hermano en el Servicio de Impuestos Internos, desconocía que cometía un delito con una factura ideológicamente falsa, Carlos Araya le dijo que las facturas eran buenas y que antes del día doce entregara las copias de ellas, él se quedaba con la tercera parte y Araya con los dos tercios, lo hizo en forma reiterada unas seis o cinco veces con clientes que le solicitaban IVA, los clientes le pedían, lo único le que les advertía era que por ejemplo, en parte agrícola no se podía meter otro rubro, nunca pensó que era grave, ya que la factura era timbrada y los impuestos eran enterados, no sabía que eran falsas, cuando Carlos cayó preso se dió cuenta que eran falsas, él es católico y perdona a Carlos, supo de su delito ideológicamente falso, los clientes no sabían que eran falsos, él no es perito para saber si era o no era falsa la factura, Carlos miente cuando señala que no conocía los montos y que conocía al señor Norambuena, su pecado fue llamar a Araya, a quien entregaba las copias, siempre los días doce antes de la una, está avergonzado de participar este delito, él fue engañado le dijeron que las facturas eran buenas, traicionó a sus clientes, a don Eduardo, pensó que era un favor y que por eso recibía una comisión. Conoce a Araya del año 1998 o 1999, compró facturas el año 2002 cuando señor Olmedo tuvo una venta que nunca había tenido antes y tenía que pagar como treinta millones, y Araya le dijo que tenía un remanente de IVA, y pensó que era cierto por que tenía una oficina de contabilidad, en el año 2001 se cambia a Argomedo a una inmensa oficina, le pidió facturas para Humberto Olmedo, se las pasaba a dejar en una camioneta o en un BWM rojo, él tenía temor que no fueran realmente timbradas en el Servicio de Impuestos Internos por que los clientes le pedían que no hubiera problemas, si no estuviera timbrada por Servicio de Impuestos Internos y no era enterada al fisco era delito, Carlos le decía que estuviera tranquilo por que era todo legal, se jactaba de amistades como don Augusto hijo y por los detectives, lo vió con el señor Pinochet varias veces, también se jactaba por un hermano que trabajaba en el Servicio de Impuestos Internos, el IVA conseguido, que era un cincuenta por ciento se lo entregaba el cliente en Villota 410, en la oficina de Eduardo Espinosa, y le daba a Carlos una parte y otra para él, Carlos le dijo que era un 33,33%, él le daba el sesenta por ciento a Carlos y él se lo entregaba por que se suponía que era por que pagaba el IVA, pensaba que era malo, pero que era un mal menor que fuera ideológicamente falsa, introdujo sólo dos facturas, el nombre del contribuyente que aparece recibiéndola es la Sucesión Doménico Correa, la factura Nº 810 del emisor Luz Pairoaa, esa factura la entregó él de un archivador que tenía del contador Eduardo Espinosa, era la factura original, duplicado y triplicado, se encontró original y duplicado y los triplicados no se encontraron por que estaban en poder de Carlos Araya ya que así podía llevar un control, la otra factura era de de la Forestal Río Claro Nº 299, él la llenó es de su puño y letra, se llenaban en base histórico, lo hacía en su oficina, ellos veían cuanto podían ponerle, veían las ventas de don Humberto, inflaban las compras si andaba mal, agrega que le parecía bien por que se estilaba en varias oficinas de contabilidad, pero subir o bajar los montos no le parecía bien. Le introdujo facturas también a Sergio Correa de Agrícola el Parronal, don Sergio Correa le pidió que necesitaba IVA y la factura la consiguió con Carlos Araya, era una factura de Francisco Gajardo Sazo, por insumos agrícolas, el señor Correa pagó $ 252.000.- y dos tercios a Araya y con la copia conocía el monto, otro cliente era Horacio Allende, reconoce las facturas porque Carlos Araya se las entregó, Alejandro Navarro también se pagó la mitad, todo en el IVA era así, le entregaba los dos tercios a Carlos Araya. El 22 de abril del año 2003 cayó detenido concurrió a la Fiscalía a petición de el fiscal, le preguntó por facturas de Olmedo, le dijo que no tenía nada que ver, pero no sabía que era delito, pero le dijo que no por sí era delito, no reconoció su participación altiro, después confesó a petición del fiscal, pero nunca le dijeron que tenía derecho a guardar silencio, lo carearon con Araya a quien trajeron esposado, señala que si cometieron un delito tienen que pagarlo. Estudió contabilidad, no alcanzó a titularse llegó hasta quinto año, le enseñaron lo básico, activo, pasivo, capital, entradas versus gastos, el entró como ayudante de contabilidad donde don Eduardo Espinosa, estuvo un año poniéndose al día, ya que tenía sólo teoría, sus funciones eran muy mecanizadas, todo era computarizado, los contribuyentes traían las facturas de venta que representan sus ingresos, llenaban los formularios Nº 29 con los datos que él ingresaba, los libros de compra venta también eran computacionales, dentro de sus clientes estaban la Sucesión Doménico Correa Ugarte y don Humberto Olmedo llegaba con las facturas de compras, el señor Olmedo no sabía mucho y recurría a él para que lo atendiera, las facturas son emitidas en triplicado, incluso algunas en cuatro, señala que Francisco Humberto Gajardo Sazo no estaba dentro de su clientela, llenó facturas de él pero no lo conocía, era una factura entregada por Carlos, don Humberto incorporó una factura por un televisor y se le advirtió que no venía en el giro y en caso de revisión le rebajarían ese IVA, por que no correspondía, esas eran instrucciones de don Eduardo, las repartijas de dinero se estilaban por que eran conversaciones que tuvo con Araya antes de hacerlo y también porque consultó con otras oficinas de contabilidad los porcentajes, lo que más le decía Araya, era que le diera la plata antes del doce, Araya lo involucró, él es el celebro, y esto fue a instancias de él, las facturas venían de clientes de la oficina de contabilidad de la señora Araya, de ahí venían las facturas de venta, con operaciones que ellos realizaban. Dice que en relación con la sucesión de Doménico Correa, se consiguió sólo dos facturas con Araya, después llegó directamente don Humberto con sus facturas, él las incorporaba, una factura falsa es una timbrada en forma ilegal, es materialmente falsa e ideológicamente falsa cuando no existe la operación, agrega que llegan los clientes por declaraciones de él, tiene entendido que están pagando todos sus impuestos, le consta que Olmedo paga, que Horacio Allende se acogió a convenio y que ellos sabían que no había servicio prestado que todo era para rebajar en el periodo correspondiente. Don Carlos tenía un porcentaje mayor, era por que tenía que pagar los impuestos. No se tituló de contador nunca, no dominaba renta, tenía contabilidades chicas, las que eran sencillas, sólo registraba los IVA, nunca prestó asesoría tributaría, supo de las facturas falsas por los medio de comunicación y prensa, don Carlos lo nombró y a raíz de ello lo cita la Fiscalía y a instancias de don Vinko y de Carlos declaró, ingresó dos facturas una de Luz Pairoa Apple y otra de la Sociedad Agroforestal Río Claro, no le llamó la atención que fueran clientes de su empresa, él le llevaba el IVA a esas dos personas. ABEL EFRAÍN NORAMBUENA PAVEZ quien señaló que ha trabajado toda su vida y recibe una pensión mínima, se vio en esta situación por Carlos Araya Pulgar, el lo involucró en todo esto, Carabineros llegó con don Carlos Araya a su casa la venían a allanar, él les dijo que pasaran no más, porque no tenía nada que ocultar, encontraron una cajita que el señor Araya le había mandado a guardar, cuando Carabineros encuentra la caja de documentos les dijo que la encontró en la calle y que los usaba para prender fuego, les mintió por los nervios, encontraron un trozo de madera, un sobre, el pedazo de madera estaba en la caja que le entregó Araya, los demás fierros eran de él, con los que hace queso de cabeza, fue a una imprenta en Curicó porque el señor Araya le mandó hacer los talonarios y él le daba la plata, no tiene idea que talonarios eran y ellas estaban en la caja de don Carlos, la verdad es que don Carlos Araya le mandó a guardar la caja, cuando se le acababan los talonarios él le mandaba hacer más, cada vez que llegaba don Carlos los días diez o doce, le pasaba la cajita y le daba dos “lucas” o más, pero nunca le dio cinco mil pesos y eso se repartía todos los meses, la caja se la dejó por el año 2002, iba todos los meses, hasta un mes antes de que cayeran detenidos, cada vez que iba le dejaba plata, conoce a Juan Arenas, una vez fue a retirar los talonarios a la imprenta, otras veces fue un amigo el que los retiró, no sabe como se llama, es del barrio, no es amigo de él. La función en su relación con Araya era de bodeguero simple y era una actividad a pedido del señor Araya, el llegaba los diez o doce porque quería el facturas. Señala que vive en Aguas Negras en un Barrio malo, anda en bicicleta no tenía a quien venderle facturas, su casa humilde, sencilla, como de cualquier mortal de barrio. El día en que llegó Carabineros llegó con don Carlos Araya y estuvo presente en todo el procedimiento, lo conoció en la oficina de don Ricardo Hormazabal, por que le fue a arreglar una puerta. PEDRO MANUEL MEJÍAS ARAYA, señala que tiene cuarenta y dos años vive en Molina, en el año 1987 comenzó a trabajar en radio Condell, Libertad y Artesanía, en el año 1981, abrió boletas de servicio como comunicador social, después trabajó como vendedor de neumáticos en Irenesa, tiene un grave accidente, queda cesante, después vuelve en área de servicios y venta en terreno donde no acepta condiciones y decide poner en marcha su giro y conoce a la contadora Beatriz Maturana y como pagaba tanto impuesto le ofrece una forma de pagar menos por medio de unas facturas buenas de un proveedor de Santiago, de contribuyentes que le sobra IVA, se corta ese flujo de Santiago y ella le sugiere que como hay un vacío en su libro tiene que incluir facturas nuevas y ella le presenta a Carlos Araya a quien le cancela $190.000.- por las facturas y se las entrega a la señora Beatriz, ella hizo un borrador por montos y cantidad, esas eran facturas buenas. Desconoce las facturas malas solo las buenas, le pagaba el 50% del IVA y la incluía en la contabilidad de Pedro Mejías Araya, ella lo llevó a Carlos Araya, se contactó con Araya en calle Regidor Lozano, el llevaba un borrador de lo que tenía que hacer en las facturas en base a lo dicho por la señora Beatriz y Araya le dice que tenía las facturas y le cancela $190.000.- quedó un saldo que después pagó, Araya le entrega seis facturas de Humberto Gajardo Sazo, en ese momento las llena Araya, una de ellas y las otras un señor que estaba con ellos, pero que no sabe el nombre. Reconoce las facturas que compró, la Nº153083 a nombre de Pedro Mejías Araya del contribuyente Humberto Gajardo Sazo, una de Juan Aedo Astudillo, estas operaciones no sabe si son reales, pero no corresponde realmente, ya que ese día no le compró nada de lo que dicen las facturas porque no obedecen a negocios con Araya ni el caballero Humberto Gajardo Sazo, el no le veía nada de raro, el ejercicio de comprar y pagar diversos valores, consiguió facturas a través de su contadora Beatriz, llegó a la oficina de ella buscando asesoría contable y ella se quedó con la documentación y después de un tiempo nació la inquietud de ella de que no pagara mucho impuesto y ella señaló que tenía la fórmula para hacerlo a través de facturas nuevas, de hecho el Servicio revisó sus libros y pasaron esas facturas dos veces y cuando fue la revisión de Araya Pulgar rebotaron y aparecieron en el Ministerio Público, a través de Beatriz Maturana aparece la de Aedo, reconoce las facturas que compró a través de Beatriz Maturana, facturas de proveedores buenos tiene en sus manos la factura Nº 59478 la que incluyó en su contabilidad, la de Aedo Astudillo también del mismo proveedor, las llenaba ella y él cancelaba el 50% del IVA y a él le parecía normal, son transacciones que en Curicó se hacen, no conocía a los proveedores, no hizo negocios con Juan Aedo Astudillo, pero era normal pagar el IVA por servicios que no se habían prestado, cuando fue citado no dijo todo, sino que habló por presión, cuando llegó a la fiscalía contó toda la verdad? La primera versión no contó toda la verdad, le dijo que eran negocios reales y eso no era verdad, dijo que era un negocio con el señor Pérez y era de Santiago y que a Araya Pulgar no lo conocía, sin embargo todo lo de comprar facturas buenas era normal, no recuerda el monto de esas ventas de mediados del año 2002, su actividad comercial era venta de neumáticos y recauchaje, ese era su giro, Beatriz le recomendó iniciar actividades, como persona natural y otro como sociedad con el mismo giro, el de venta de neumáticos y recauchaje, en el año 2002 la venta era relativa era de $7.000.000.- o $10.000.000.- al mes, trabajando en Irenesa y la utilidad que él obtenía por la venta era de un porcentaje relativo, si la factura era de un negocio con un cliente no veía la plata. Después tuvo antecedentes por una quema de facturas respecto a eso señaló que se produjeron en Regidor Lozano previa entrevista con el cuidador de la casa de Araya quien le comentó que se habían quemado facturas, a quien conocía por que vive al lado de su madre, el señor Araya estaba detenido y el cuidador le comenta que don Carlos Araya Pulgar le dió la instrucción de mandar a quemar esos papeles. Agrega que tenía actividad como comunicador social, en el año 1991 y cuando conoce a Beatriz Maturana retoma su giro y después hizo ampliación de giro a neumáticos nuevos y recauchados, porque tenía conocimiento de los neumáticos, y porque ella se lo indicó, él veía facturas y montos y ella le incluía las facturas, desconoce que períodos se pagarían con esas facturas, pagaba la mitad del IVA, pagó $400.000 y no sabe porque el 16 de octubre del año 2001, otra factura del 28 febrero 2002, en esta factura no pagó la mitad del IVA pagó $190.000.- por las seis, no conoce a Garrido Sazo y por lo tanto no realizó la operación. Señala que sufrió un accidente en el año 1996, llegó con suero al hospital de Curicó, giro venta de neumáticos asesorado por Beatriz Maturana, a partir del 2001, él no tenía nada de la documentación todos los libros los tenía la contadora, él en su casa no tenía nada que ocultar. Ella tenía un contacto en Santiago que le llegaban por buses Andimar o Díaz y no sabe porque le dejan de mandar y le manifiesta que tiene otra persona que era Araya Pulgar y le compra de un sólo paraguazo, las seis facturas se las entregó a ella y ella las registró en el libro a mediados del año 2002 en una sola oportunidad, la señora Beatriz le sacaba el cálculo, a veces lo llevaba él y pagaba el impuesto, fue su contadora hasta el doce de mayo del año dos mil tres, estuvo detenido en la cárcel de Curicó, treinta y ocho días más o menos, pagó $1.000.000.- de fianza que costó mucho reunir, ahora se consignó para reparar el mal causado, se lo depositó al Servicio, se le fiscalizó en el año 2001 la señora Maturana llevó los libros a mediados o a fines del año 2001, le llegó una citación del Servicio revisaron y devolvieron libros sin observaciones, en el año 2002 no volvió y lo supo el año 2003 porque lo citan a la Fiscalía, por las facturas de Aedo, el procedimiento en la Fiscalía en un principio no dijo la verdad, después lo presionaron y él dijo lo que sabía, no se le dijo que tenía derecho a un abogado, no se le señaló tampoco por los Policías, Daniel Rojas le contó que habían quemado facturas. Por la compra que realizó a Araya Pulgar pagó $190.000.- no era el 50% del IVA, no sabe porque, le hacen un careo por Carlos Araya, él le pide que hable con la verdad en ese careo por que los fiscales los iban a ayudar y a raíz de ello dice la verdad, supuestamente lo había echado al agua Carlos Araya, no conocía a Abel Norambuena Pavez, no sabía de donde venían las facturas
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